Publicado el 2018-05-25 In schoenstattianos, Vida en alianza

Gracias por su vida en alianza, Guillermo Tagle

CHILE, Maria Fischer con María Teresa Ramírez •

El 13 de mayo, cuando en Chile como en muchos países mas se celebró la Ascensión del Señor al cielo, partió silenciosamente al abrazo del Señor un gran fundador de Schoenstatt en Chile, Guillermo Tagle Castillo, quien fuera compañero de Mario Hiriart y, con su esposa Cristina “Kikí”, miembro del primer curso de la Federación de Familias en Chile. —

Con Kikí, que participa activamente en el equipo de Schoenstatt.org con su única manera de comentar los artículos publicados desde una vista orgánica y profética, estábamos al tanto del avance de su enfermedad que, paso por paso, le quitaba la memoria, pero no su dignidad y su entrega al Señor y a la Mater.

En verdad, Schoenstatt es una vivencia de corazón

Personalmente, supe de Guillermo y Kikí Tagle en el año 2000, cuando me uní a la cadena de oración convocada por sus hijos, pidiendo la intercesión de Mario Hiriart, después del accidente que dejó a ambos heridos y a Kikí durante semanas en coma. Hace muy poco, Kikí lo comentó: “Tuvimos el accidente que me tuvo en coma 42 días y me mejoró Mario Hiriart. A pesar de que dos doctores presentaron un informe de que era un milagro, el tercer experto dijo que podía haber influido un remedio que me habían dado mientras estaba mal… así que no pude servir para la causa, pero para muchos, fue su milagro”. Para mí, lo fue. Y fue aún más milagro, al encontrar dos o tres años más tarde, en el Santuario Original, a este famoso matrimonio fundador – y conocerlos como gente humilde, sencilla, abierta y entusiasmada como jóvenes. Fue el inicio de una amistad profesional en temas de comunicación y de amistad personal en todo.

En una entrevista realizada en esta visita, hablamos con Kikí sobre comunicación:

Son el «milagro vivo» de Mario Hiriart, a lo cual atribuyen su sanación después de un terrible accidente en auto hace unos años. La cadena de oración – la primera que se realizó en Schoenstatt a nivel global vía Internet – ha hecho historia.

Entre las muchas cosas que se puede decir sobre Cristina Tagle (sus amigos la llaman Kikí) no puede faltar esta afirmación: «¡Soy una fanática de schoenstatt.org, una adicta en verdad! ¡Cada día me fijo si hay algo nuevo!». Para ella, cada visita a schoenstatt.org es «un descubrir de los frutos que Schoenstatt ha generado en las distintas realidades en las cuales está presente».

Cristina Tagle fue una de las primeras editoras de la revista Vínculo, en su Chile natal. ¿Cómo fue que llegó a asumir esta tarea? «Siempre cuando en una reunión aparecía una nueva tarea, yo me ofrecía», dice, riéndose. «Es que como persona de temperamento sanguíneo simplemente me fascina cada nueva tarea». La revista nació durante la preparación al Centenario del Padre Kentenich. «Yo, al principio, sin la ayuda de Octavio Galarce no hubiera podido hacer nada. Era mi brazo derecho, que me enseñaba cómo hacer las cosas. Estaba siempre esperando nuevos corresponsales, siempre esperando contribuciones, y siempre trabajando hasta última hora, escribiendo dos noches enteras para salir en fecha».

Guillermo Tagle agrega que, según su experiencia, lo que les falta a muchos en Schoenstatt es realmente sentirse parte de una familia, o más precisamente, sentirse parte de una familia grande. El poder leer sobre lo que pasa en otras partes de la Familia, dice, ayuda muchísimo al crear y sentirse familia.

«Muchos, especialmente los intelectualistas, se quedan mucho en la idea de que hay que tocar temas, aprender intelectualmente lo que es Schoenstatt; mientras que en verdad Schoenstatt es una vivencia de corazón, de unirse con el Padre, con la Mater; es la Alianza de Amor viva».

«Para llegar a ser una fuerza viva tenemos que amarnos entre las diferentes comunidades», dice Kikí. Pero sólo se puede amar si uno sabe del otro – y viceversa – y así crece uno en el otro. «Para mí, este es el aporte más valioso de iniciativas como schoenstatt.org».

«¿Cómo era posible que nos inflamara a todos con los más altos ideales?

Otro tema importante fue el Padre Kentenich. Vale repasar este intercambio:

«Cuando lo conocimos al Padre incluso nos reíamos un poco del nerviosismo de las Hermanas: cuando llegó el Padre, ¡cómo corrían detrás de él!», comenta Guillermo Tagle, y Kikí agrega: «Nosotros pensábamos: ¿Por qué tendrá tanta importancia este señor?, vestido bastante raro para nosotros, con un sombrero. Recuerdo que cuando él se ponía a hablar en alemán se olvidaban que tenían que traducirlo, entonces las Hermanas y los Padres lo traducían desesperados. Por eso, uno casi se distraía un poco en esas cosas, pero a cada uno siempre le llegaban de forma distinta las palabras del Padre».

Cuando estuvieron en Milwaukee, y profundizaron en los testimonios, se preguntaron cómo fue capaz de transmitir esperanza, idealismo, ante esa situación. Una reflexión que los llevó a preguntarse de nuevo sobre su propia experiencia: «¿Cómo era posible que nos inflamara a todos con los más altos ideales? ¿Cómo tenía esa alegría que transmitían los ideales? No nos dábamos cuenta en el momento, pero había algo en él, porque seguimos con el entusiasmo y formamos grupos», dice Guillermo Tagle.

Acota Kikí: «Cómo será que nos marcó tanto el mensaje del Padre que nunca dudamos. En toda esta vida de Schoenstatt de tantos años, durante el exilio y después, jamás, jamás se nos pasó por la mente dudar de la veracidad de lo que él decía. Schoenstatt fue prohibido durante un tiempo en Santiago. Nunca nos pasó por la mente dudar, ¡No!, sabíamos que íbamos a cambiar el mundo con él».

Nunca dudaron… nunca, afirma Kikí: «La profecía del Padre es verdad. Aunque no la veamos hacerse realidad aún, pero va a hacerse realidad. Él tiene la mejor respuesta para el tiempo actual y nosotros somos los instrumentos. Nosotros tenemos una misión cada vez más necesaria y más urgente. Uno ve claro que Dios dispone, la Mater lo apoya y lo único que pide es un mínimo de buena voluntad.

Guillermo, ahora estás plenamente en esta vivencia de corazón, esta Alianza de Amor viva. Intercede por nosotros, especialmente por los integrantes del equipo de tu amada Kikí, para poder ofrecer a muchos esta vivencia de corazón.

Resumen de vida de un grande de alianza

Su hijo resume su vida:

Guillermo Tagle con Kikí, 31 de mayo de 2014Celebramos hoy la pascua de Guillermo Tagle Castillo, abogado de profesión, padre, formador, orante y evangelizador. Nació en abril de 1931, hijo de Jorge Tagle Castillo y Raquel Castillo Astaburuaga. Bautizado Guillermo Alberto por sus dos abuelos, fue educado en la fe por su madre y su padre, y luego por los padres del Liceo Alemán, donde cursó toda su escolaridad. De 17 años llegó a la Escuela de Derecho de la Universidad Católica donde conoció el Movimiento de Schoenstatt, formando parte del grupo fundador de la Juventud en Chile, los Caballeros del Santo Grial. Contagiado por el entusiasmo de un sacerdote bajito, de barba larga, que sólo hablaba alemán, aceptó el reto de transformar el mundo desde adentro de la Iglesia. En Schoenstatt conocería a Kikí, quien sería su esposa desde 1955 y con quien tendría una hija y ocho hijos, todos aquí presentes.

Inició el ejercicio de su profesión como procurador del parlamentario Víctor García Garzena, para luego integrarse al estudio jurídico de Luis Varas. Eso hasta que su futuro suegro condicionara su matrimonio a que se incorporara como abogado del Banco de Chile. Estuvo 45 años vinculados al Banco. Hizo toda una carrera en la Fiscalía, siendo su abogado jefe y fiscal interino desde enero de 1983. Más tarde, ese año sería nombrado por las autoridades de gobierno como administrador provisional adjunto cargo que ocupó hasta 1987. En 1987 es elegido Vicepresidente del directorio del Banco, ocupando esa posición hasta 1996, siendo luego director hasta 1999. Fue Presidente de Banchile Fondos Mutuos y por más de diez años Vicepresidente de Leasing Andino. En sus 45 años en el Banco, dejó huella como un ejecutivo preocupado por el desarrollo de las personas. Tempranamente, los trabajadores lo eligieron representante en lo que se llamaba en ese entonces el Comité de Empresa y luego Vicepresidente de la Asociación de Funcionarios. Promovió incesantemente el desarrollo de condiciones para compatibilizar trabajo y familia. Fue el auspiciador del oratorio de la empresa, que luego se transformaría en la capilla del Banco. Son muchos los empresarios que aún recuerdan que – con ojo de buen banquero – Guillermo Tagle les dio el respaldo que les permitió salir de la crisis económica de los 80.

En su misión de evangelizar y promover la imitación de Cristo en todos los aspectos de la vida no le bastó el del trabajo. Muchos años fue colaborador junto a Kikí de la Parroquia San Vicente de Paul, formando a matrimonios y jóvenes. Más más de un centenar de parejas recibieron sus charlas de preparación al matrimonio. Gente venida de todas partes llegó alguna vez a recibir esta instrucción a nuestra casa. Casa de acogida para las jóvenes que asistían a la Escuela de Jefes de la Juventud Femenina de Schoenstatt. Casa abierta por vocación y de manera literal, hasta que la delincuencia obligó a cerrarla un poco. Conferencista para padres en colegios de todo Santiago, guía de grupos nuevos de matrimonios en Schoenstatt. Formador de algunos de los primeros grupos en Iquique y en La Paz, Bolivia. Integrante de la Unión Social de Empresarios Cristianos. En 1982, el arzobispado le pide que con Kikí presidan la Comisión Nacional de la Familia. Desde allí, con el padre Jaime Fernández, instauran la Semana de la Familia, preparando pautas de trabajo y de oración. Schoenstatt crece y Guillermo y Kikí recorren Chile motivando a la gente que en diferentes ciudades daba origen al movimiento. Se integrarían más tarde a las Misiones Familiares en diversos lugares de Chile. Pero por sobre todo, su misión de evangelizar la aterrizó en el plano de los colegios. Fue presidente del Centro de Padres del Colegio Saint Gaspar e integró la Federación de Apoderados de Colegios Católicos en los convulsionados comienzos de los años 70. En ese colegio convencieron a los padres de Preciosa Sangre a establecer la Comunidad Escolar, en la que los padres de familia jugaban un rol clave en el proceso educativo y en la cual se integraba con igual importancia a profesores, padres y administrativos. Su fama trasciende y cuando algunos hijos ingresan al Colegio del Verbo Divino el rector de la época los condiciona a que dirijan la pastoral de apoderados. Allí crean los Grupos de Reflexión, institución que se exporta luego a otros colegios. Años movidos, motivando grupos, formando líderes, preparando material de trabajo. Estos grupos, que todavía existen, se inspiran en parte importante en la doctrina y estilo del Movimiento de Schoenstatt. Cuando se le acaban los hijos en el colegio, junto a un grupo de amigos schoenstattianos decide establecer los colegios  Monte Tabor y Nazaret, para formar líderes bajo la pedagogía del Padre Kentenich. Guillermo preside su directorio desde su formación y por más de 20 años, permaneciendo luego como su presidente honorario vitalicio.

Pero no todo era trabajo y oración. Guillermo Tagle Castillo fue siempre un deportista. En sus tiempos mozos practicó el boxeo. Ya casado, jugaba baby futbol casi todas las semanas, con sus entrañables amigos Sergio González, Cedric Moller, Guillermo Pérez Cotapos, Rodrigo Ossandón, Alvaro González, a veces el padre Raúl Hasbún y varios más. Formó parte de la selección de fútbol de los apoderados del Saint Gaspar y a los 35 años decidieron con Kikí que, como familia, abrazaríamos el tenis. Sin ser muy buenos, jugaron tenis hasta bien entrada la madurez. Se establecieron recordados match familiares los sábados en la mañana o partidos de dobles con el cuarteto de San Guillermo: Ossandón, Doren, Perez Cotapos y Tagle. La cúspide de los encuentros tenísticos fueron los torneos Copa Tagle en el Country Club en la que se integraron los nietos como actores principales. Pero no sólo jugaba, gozó siendo el locutor, animador oficial y maestro de ceremonia en las premiaciones del campeonato de tenis de enero en Zapallar.

Fue además un gran papá. Preocupado de que estudiáramos, de que fuéramos de los mejores del curso, incentivando que asumiéramos roles en las directivas de curso desde muy chicos.  Siempre atento a ayudar en las tareas. Se levantaba temprano participando en la preparación del desayuno y llevándonos cada día al colegio. Por sobre todo, nos enseñó a rezar en familia, confiando cada cosa que hacíamos y cada momento difícil a la Virgen Santísima. Formador a través del ejemplo, sobre todo en la caridad. Desde que se instalaron en La Florida apadrinaron a una familia de cerca de diez integrantes que vivía en la más extrema pobreza. Introduciéndolos en la fe, fueron los padrinos de bautizo de casi todos los hijos, les financiaron los materiales de colegio, les acompañaron en fiestas y en desgracias. Así, con tanta gente, haciéndonos participar en todo lo que hacían, como por ejemplo, partir a comprar fonolitas después de una tormenta de viento y lluvia para repartirlas en el barrial de poblaciones que había en los alrededores de nuestra casa.  Nos enseñó a tratar a todo el mundo como lo que eran, un igual, sin importar su condición u origen. Por último, Guillermo fue un amante de la naturaleza, disfrutando, aunque a principios a regañadientes, de los campings familiares en los que se producía una intensa convivencia.

Luego de un accidente que lo tuvo al borde de la muerte en el año 2000, tuvo un segundo tiempo que le permitió gozar y convivir con los 45 nietos que hoy lo recuerdan con un cariño inmenso, y así pudo conocer a sus primeros 6 bisnietos. A partir de ahí, sus hijos naturales y postizos, como muchos se denominan, pudieron devolverle el cariño que el siempre entregó.

Sin duda, él es uno de los 144 mil.

Despedida de Guillermo Tagle

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1 Responses

  1. Inés Gonzenbach dice:

    No lo conocí personalmente, sino a través de Dory de Manrique y ahora leyendo sobre su vida.
    Un abrazo solidario a toda su familia y su familia de Schoenstatt Chile
    Desde Guayaquil,
    Inés Gonzenbach de Vernaza
    II curso FF

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