AUSTRIA, Susi & Max Mitter •
En la noche del 21 de junio de 2016, con 86 años, partió al cielo, a la ciudad eterna, a la casa del Padre, un gran apóstol de Schoenstatt austríaco.
Kommerzialrat Anton “Toni” Freudensprung
Ahora puede estar junto a los hijos predilectos de la Santísima Virgen, tal como se canta en forma tan hermosa la oración del Cántico al Terruño del libro de oraciones “Hacia el Padre”, en la que recompensa fielmente todos los regalos de amor. Nuestra oración la ofrecemos en estos días especialmente por su esposa Wiltraut y sus cuatro hijos adultos junto a sus familias ¡a quienes ponemos a todos en el corazón de la Santísima Virgen!
Un gran schoenstattiano y empresario
Cuando era joven, Toni Freudensprung se hizo cargo de la fábrica austríaca de embutidos A. Weiser & Söhne. Muchos experimentaron allí su carácter paternal. Se distinguió por la preocupación por sus empleados, al igual que por la invitación a la oración o la celebración de las diferentes fiestas litúrgicas. El concepto “trabajo de calidad”, algo que caracterizó al Padre Kentenich, fue su norte. El salami y otros embutidos de la casa Weiser fueron en Austria, durante décadas, productos de gran calidad. En todas sus tiendas se podía encontrar la imagen de la MTA, como también en las bodegas de cecina y de salami.
Utilizó sus contactos profesionales para el apostolado. Al presidente de la Federación de los sindicatos austríacos lo llevó simplemente a celebraciones marianas. Legendario fue su comentario frente al cardenal König durante la ceremonia de entrega de la orden: “¡y ahora recemos un Avemaría!”
Matrimonios Schroer y Freudensprung
Un gran schoenstattiano para el Centro del Kahlenberg
Toni Freudensprung apoyó de manera extraordinaria en forma personal y financieramente la adquisición y construcción del Centro de Schoenstatt en el Kahlenberg. Uno podría decir con toda razón: sin Toni, el Centro de Schoenstatt en el Kahlenberg no existiría. Con toda seguridad, desde el cielo, él es un especial intercesor para el nuevo proyecto de ampliación “nuestro Kahlenberg”.
Como personalidad, esposo y padre de familia, como empresario paternal en su empresa y para Schoenstatt, fue un hombre que dio testimonio de su fe y de su gran amor por la Santísima Virgen. No podía ser de otra manera. Los empleados de su empresa estaban acostumbrados a la oración – no solamente en los días de fiesta – sino también en difíciles momentos profesionales.
El obispo emérito de Linz, Dr. h.c. Maximilian Aichern OSB, un compañero y amigo de Toni Freudensprung, le agradeció expresamente después del réquiem al matrimonio Mucha, los Presidentes de la Presidencia Nacional de Familia Austríaco, el sello que Toni Freudensprung recibió a través del Movimiento de Schoenstatt. Él fue una personalidad libre, fuerte y sacerdotal, un ejemplo para nosotros.
Jornada1989
Le damos ahora la palabra a Toni Freudensprung. Nosotros lo entrevistamos en el año 2007 con motivo del jubileo de los 25 años del Santuario del Kahlenberg. Sus palabras son un mensaje para todos nosotros:
“Apostolado: entregar lo que uno mismo ha experimentado”
Fam. Mitter: ¿Qué es lo que le entusiasma a usted de Schoenstatt? ¿Y cómo creció eso?
Toni Freudensprung: Mi tía, la Hermana Herma, una Hermana de María de Schoenstatt, fue decisiva para mí. Su entierro en el Centro de Schoenstatt de la Liebfrauenhöhe en Alemania fue el momento decisivo para mí. Su vida y su muerte me convencieron totalmente. Allí tuve el profundo sentimiento: “es verdad lo que dicen y rezan los schoenstattianos”. Eso me plasmó hasta hoy. Eso fue para mí la verdadera santidad de la vida diaria. A través de Schoenstatt, nuestra fe se hizo mucho más profunda. A partir de ese momento nos pusimos a trabajar por Schoenstatt con todo el corazón.
Bueno, y el Padre Beller también fue muy importante para nosotros. Me acuerdo de la Jornada de Matrimonios de 1978 en Innsbruck. Allí descubrimos nuevamente lo que significa el matrimonio, ya llevábamos 25 años de casados. “Te amo tal como eres”, esa frase fue clave para nosotros. Aunque suena fácil, aquí existe mucho más.
Fam. Mitter: Usted es un gran apóstol de la Santísima Virgen y junto a su esposa, Wiltraut, se han comprometido como ningún otro con el Santuario y el Centro de Schoenstatt.
Toni Freudensprung: Siempre se habló de todo lo que hemos donado para el Kahlenberg. ¿Quieren saber cómo fue eso en realidad? Existe una pequeña alcancía en forma de capilla con una hendidura. Esta capilla estuvo durante años en la empresa Weiser. Siempre que hubo problemas cruciales – con los hijos o con la empresa – puse algo de dinero adentro. Dependiendo del problema, el billete era de mayor o menor valor. Y cada seis semanas le llevaba esta alcancía a la Hermana Elmengard al Kahlenberg. Eso fue así y el que cuenta otra cosa, no dice la verdad. (Comentario del entrevistador: las situaciones cruciales no fueron pocas)
La revista “MTA” fue el primer mensaje escrito de Schoenstatt. De esta manera se pudo dar a conocer el movimiento.
Sin embargo, la revista “MTA” se dejó de publicar. Siempre reenviábamos esta revista o la depositábamos en las parroquias. El P. Beller dijo: “Nunca dejen la revista en una iglesia sin avisarle al párroco”. De esta manera llegamos a conversar con muchos de ellos. Siempre adjuntábamos a la “MTA” la revista FAB (Familia als Berufung, Familia como vocación), después sólo enviábamos y repartíamos la FAB (Comentario del entrevistador: ¡alrededor de 1.000 ejemplares por número editado!). Eso siempre nos llamó la atención: lo especial en Austria era que la familia estaba siempre en primer lugar.
Cuando uno está personalmente convencido de algo y es fiel a eso y no sólo habla de eso, sino que lo toma en serio en la propia vida, es lo más natural del mundo que uno hable de eso y lo entregue a los otros.
En nuestro matrimonio, Schoenstatt fue la salvación con toda seguridad, hay que hablar de eso. Schoenstatt es para nosotros la iniciativa de fe de la Iglesia para el futuro. La familia fue y sigue siendo la base de todo. Ahora en la vejez vivimos esto en forma especial.
Original: alemán. Traducción: Tita Andras, Viena, Austria
Querido Toni, has partido al cielo dejando un gran vacío. Te recordaremos siempre por tu amor a la Mater, por tu fe viva, por tu fidelidad. 30 años atrás te pedimos que fueras testigo de nuestro matrimonio y viajaste expresamente a Chile para cumplir tu palabra y estar presente en nuestra boda, junto a tu esposa y dos de tus hijos. Desde ese momento nos acompañaste en nuestro matrimonio, siempre estuviste presente con tus saludos, llamadas, tarjetas, oraciones para cada cumpleaños, día de santo, aniversario, bautizo de nuestros hijos…gracias amigo por todo lo que recibimos de ti. Ahora desde el cielo nos acompañas e intercedes por todos nosotros. Como tú solías decir: «ahora recemos un Avemaría!», sí hagámoslo juntos, tú desde el paraíso y nosotros a los que nos preparas el camino al Padre.