Publicado el 2016-06-15 In schoenstattianos

“El Señor hizo en mí maravillas”

COLOMBIA, por Fanny Vásquez •

Fanny Vásquez es coordinadora del Movimiento de Schoenstatt en la parroquia San Maximiliano Kolbe en Bogotá, Colombia. Su testimonio como hija de la Madre, Reina y Victoriosa Tres veces Admirable de Schoenstatt, ha sido muy importante para la conversión de muchas personas.

niñosMi nombre es Fanny Vásquez, nací en Bogotá el 15 de mayo de 1968. En el hogar de José Vásquez (fallecido) y de Amalia Vásquez.

Soy diseñadora textil y en la actualidad estoy pensionada por discapacidad física, pero gracias al amor de Dios que me miró con misericordia, con la visita de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, mi vida ha tomado otro rumbo, sirviendo como instrumento en las manos de nuestra Madre Tres Veces Admirable. Ella, por la Alianza de Amor, me ayuda y me fortalece.

Tras padecer una dura enfermedad (esclerosis múltiple) durante 33 años el Padre Celestial me miró con misericordia y ahora puedo decir que estoy viviendo de nuevo pues el Señor me ha bendecido a través de la Santísima Virgen María.

La mirada de la Virgen Peregrina

El 30 de mayo de 2006 me visitó por primera vez la Virgen Peregrina de Schoenstatt. Me llamó la atención la mirada de la Virgen y del Niño y la novena; por fin había encontrado una oración especial para los enfermos, invitándonos a vivir cada día el proceso de la enfermedad tal como lo hizo la Virgen María. No sabía nada de Schoenstatt. En ese momento estaba liderando el grupo de apoyo de pacientes con esclerosis múltiple y quería obsequiarles la novena pero no sabía dónde conseguirla. Había escuchado de Alida Becerra (quien promovía el Movimiento de Schoenstatt en la parroquia) pero no la conocía y para esta época, a fines de 2008, por mi salud ya no podía salir de casa.

Un día, después de comulgar, me presentaron a Alida. La Virgen conocía de mi deseo y la trajo a casa. Me puse muy feliz, pude regalar las novenas como era mi deseo, y la Virgen Peregrina comenzó a visitarme. Pasó la Navidad conmigo, entonces no me sentí sola.

En marzo de 2009 me retiré del grupo de apoyo y Ella fue mi mayor consuelo, no volví a salir de casa con el dolor de haber dejado a los pacientes sin la ayuda espiritual. Alida me propuso ser misionera y el 2 agosto de 2009 recibí la imagen junto con mi mamá.

Aquí tienes tu hogar y tu familia

Todo fue providencial, un regalo maravilloso de amor de la Mater. A finales de 2009, Alida me habló del Santuario del Hogar y comenzamos a orar pues para mí era una responsabilidad muy grande debido a mi condición. Otra vez una respuesta providencial: Ella quería establecer su morada en un hogar. «Aquí tienes tu hogar y tu familia», leí en las oraciones del “Pan de la Palabra” a la hora del almuerzo. Era la respuesta. Todo esto ocurría en el mismo instante que llegaba de peregrinar la Virgen Peregrina. El 6 de marzo de 2010 fue bendecido mi Santuario del Hogar: Casa de Zacarías e Isabel, así lo llamamos.

Estaba muy feliz, pero mi salud empeoraba. Recibí la invitación para sellar la «Alianza de Amor con la Santísima Virgen María» y comencé la preparación el 28 de marzo de 2010. No lo podía creer, ¡estudiando y haciendo tareas! la Virgen había acrecentado mi esperanza y mi confianza en Dios, acepté todo lo que Ella quería. El 19 de junio de 2010 vino a visitarme la imagen que está en la parroquia San Maximiliano Kolbe ¡fue una sorpresa! tenia muchos deseos de conocerla porque me contaban de las ceremonias de los días 18 de cada mes.

El Señor me libera

Y siguieron ocurriendo acontecimientos providenciales: la Mater me mostró cuál es la causa de mi enfermedad ya que el diagnóstico nunca fue claro. En esos días llegaron unas peregrinas a hospedarse en mi casa: participarían en el Encuentro Nacional de servidores de la Renovación Carismático Católica. Al ver a la Mater una de ellas me contó que esa imagen de la Virgen está en su grupo de oración, en un cuadro grande que el obispo había traído en uno de sus viajes. Ella no conocía la advocación ni del movimiento, pero yo le dije que la Virgen la había acercado a mi Santuario del Hogar. Ella después me contó que pertenecía al ministerio de liberación y que quería orar por mí. Y el Señor le mostró el verdadero origen de la enfermedad que me aquejaba desde hace 33 años, pero para la gloria de Dios.

El Señor me ha estado liberando, llevo una semana asistiendo a la Santa Misa, camino de la casa a la parroquia y me siento muy bien, hoy quiero compartir que la Mater llego a mi vida para transformarla, hacerme sentir una hija muy amada por Dios y por Ella, a vivir la presencia del Espíritu Santo a cada momento, a renovar la esperanza en Jesús, renovar la fe, confiar grandemente en el poder de Dios y a reintegrarme con la comunidad en la Iglesia, a confiar en la Divina Providencia, y a conocer al Padre José Kentenich, a don João Pozzobon y a formar parte de la Rama de Señoras.

Gracias a la infinita bondad de Dios ¡nadie es incapaz a su servicio!

Gracias Madre por cobijarme bajo tu manto, y enseñarme a vivir la espiritualidad del Padre Kentenich, que verdaderamente «Amó a la Iglesia», gracias por hacerme sentir parte de la Iglesia viva y orante, que no me abandonó sino que me apoyó en los momentos más difíciles. Hoy la barca de mi vida la dirige el Padre Celestial y sólo Él sabe el rumbo venidero, lo único que sé es que voy de la mano de Jesús y de María, y bajo la acción del Espíritu Santo.

Gracias a mi familia, mamá, hermanos y sobrinos, a mi párroco y a todos los Ministros de la Comunión y los miembros de Schoenstatt. Gracias por sus oraciones y por ser como esos discípulos que le llevaron a Jesús a un paralítico, y le bajaron por el techo de la sinagoga para que se obrara el milagro. Quiero agradecer a mi familia y a la familia de Schoenstatt, por su apoyo y ayuda para poder hacer posible la tarea con los niños, señoras, misioneros, con el canto y todo el apostolado de la parroquia San Maximiliano Kolbe en Bogotá.

Y termino mi testimonio con una frase de don João «la infinita bondad de Dios no me juzgó incapaz, me utilizó como soy, y me confió a su Madre para una gran campaña, nadie es incapaz al servicio de Dios».

Página de Schoenstatt en Colombia: www.schoenstattcolombia.org

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1 Responses

  1. Patricia dice:

    Definitivamente Dios buscó un lugar aquí en la tierra para quedarase con nosotros, el Padre José Kentenich es uno de esos lugares e hizo su obra un regalo para la iglesia. Todos Schoenstatt misión ahora.

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