ARGENTINA, Lilita y Carlos Ricciardi/mda. Hace dos semanas, en la Santa Misa “hacia el 2014”, una foto puesta en el altar recordó a todos a Marcelo Bulfón, del primer curso de la Federación de familias en Argentina, gran protagonista de la Obra Familiar en el país y cofundador del Movimiento en la ciudad de La Plata. Sus hermanos de curso, Lilita y Carlos Ricciardi, comparten el testimonio de su vida en una manera personal y cercana – y de la muerte de Josecito Epele de Juventud Masculina en un accidente de tráfico, casi al mismo tiempo.
Pudimos acompañarlo a Marcelo en su penosa enfermedad, compartiendo muchas vivencias que nos quedarán grabadas en nuestros corazones. Murió como vivió, encendiendo a la gente con su testimonio, fue un Santo Varón que dio su vida por su familia y por su misión en Schoenstatt. Logró despedirse de todos, charló mucho con Marisa, su esposa, sus hijos, nietos, amigos, familiares y sus hermanos de Schoenstatt.
Como curso, en los últimos meses hemos compartido la cena de los jueves con él y tuvimos el privilegio de estar presentes en la unción de los enfermos. Él, Marcelo, lúcido y conciente, la recibió junto a todos nosotros.
Una vida por la misión de Schoenstatt
Con Marisa, su fiel compañera de toda la vida, fueron cofundadores del Movimiento en La Plata, impulsor de la Obra de Familias en la Argentina y Latinoamérica y además el gestor de la fundación de la Federación de Familias en la Argentina.
El testimonio de su nieto
La Misa de cuerpo presente en el Santuario fue muy emotiva con la prédica del Padre Guillermo Carmona (gran amigo de ellos) y con la lectura de un escrito preparado por su nieto Agustín:
¿Cómo hizo este capitán de mil tormentas para sobrevivir tantos años? ¿Cómo logró a pesar de dar siempre el 100% no agotarse nunca? ¿De dónde saca una persona tanta fuerza, tantas ganas?
Quizás nunca lo sepa, pero mis hijos, mis nietos, y los hijos de mis nietos, van a saber la historia de un hombre que no se frenó a preguntarse el sentido de la vida, sino que arremetió constantemente en la búsqueda de sus razones. Una persona que supo dejar toda su alma y su corazón, y aun así vivió 73 años. Un pedazo de historia que deja la tierra como cuerpo, pero que sobrevive en el tiempo como alma y en el corazón como amor.
En el velatorio pasó mucha gente, de todas las edades. Todos reconocían lo que habían recibido de Marcelo y Marisa, la mayoría habían conocido al Movimiento por ellos. Fue un momento triste pero a la vez alegre…todos sabíamos que nos estaba mirando desde arriba… encendiendo nuestros corazones y la misión que nos legó…SU HERENCIA, SU TESTIMONIO es nuestra MISION!!!!!
Un golpe duro
A la tarde del entierro de Marcelo tuvimos la noticia del fallecimiento de Josecito, un chico de 19 años, de la Juventud Masculina, hijo del matrimonio Epele de la Federación de Familias en Neuquen. Un golpe muy duro para todos. Nadie lo esperaba. Ni estábamos preparados para escuchar la muerte de un joven de 19 años tan activo y comprometido con el mundo y con Schoenstatt. El día anterior José Eduardo Epele, su padre, que junto con María Inés son Jefes Territoriales de la Federación de Familias en la Argentina (Curso 2), nos había llamado por teléfono para ver cómo estaba Marcelo… Al día siguiente fallecía su hijo en un trágico accidente junto a su tío, hermano de María Inés.
El día del entierro fue un día de una lluvia muy intensa en nuestra zona, una tormenta muy fuerte… el cielo estaba llorando… y nosotros también…
En la misma misa en el Santuario Original, se rezó también por Josecito Epele… con su nombre puesto en el altar, junto al de Marcelo Bulfón.
En toda la tristeza de extrañar a personas tan queridas, nació algo que se puede convertir en tradición: el recuerdo de los aliados fallecidos, dando su vida en y por la alianza de amor, en el lugar que nos une a todos: el Santuario Original.
La dirección para hacer llegar los nombres: 1810@schoenstatt.org
