Publicado el 2009-09-29 In schoenstattianos

Entonces se abren las almas

Frank Riedel - Foto: Johanna Beckermkf. Proviene de Mainz, se graduó del colegio Willigis-Gymnasyum, selló su alianza de amor en su primer campamento, estudió pedagogía social, participo en la “Escuela de vida” (de la Juventud Masculina de Schoenstatt) en Munich y descubrió que aún había algo más, que existía otra dimensión, que quería compartir con otros. Hace dos semanas dirigió las primeras Misiones en Alemania y el 20 de setiembre fue ordenado sacerdote. Frank Riedel habló con Schoenstatt.de el 17 de setiembre nos compartió sobre su vocación, su ordenación en este año sacerdotal, sobre las Misiones y como él se imagina Schoenstatt cuando llegue a celebrar sus bodas de plata de ordenación sacerdotal.

Frank conoció Schoenstatt cuando cursaba el octavo año en el Colegio Willigis en Mainz, por medio del padre Werner Krimm. “Relativamente tarde, pero quizá mucho mejor”, se incorporó en uno de los grupos, participó el siguiente año en el campamento y fue allí donde “quedó atrapado”. Un año después fue jefe de grupo y finalmente dirigente diocesano.

Frank Riedel - Foto: Fischer¿Existe algún momento de aquél entonces, que hoy Frank Riedel pueda describir cómo una experiencia esencial para haber tomado la decisión de vincularse a Schoenstatt? Definitivamente el primer campamento, nos dice: “Teníamos el llamado día de la Alianza de amor, y me pareció que sonaba bien. Quería hacerlo, pero aún estaba algo inseguro y distante hasta que mi líder de carpa en el campamento me dijo: “Ven con nosotros, lo vas a hacer!” Así sellé la Alianza de Amor como pionero, pues ya tenía 15 años, y esa consagración la mater se la tomó en serio porque un par de meses después ya era jefe de grupo, y estaba verdaderamente adentro!”

Descubrir la vocación

¿Cómo distingue uno su vocación al sacerdocio? “Nunca hubo una gran aparición, ni fenómeno” comenta Frank Riedel riendo. Es algo que crece lentamente. Inclusive después del bachillerato ya había tomado en cuenta quizá hacerse sacerdote, pero lo tenía claro: “Mi vocación es la pedagogía social. Estudié eso y luego hice mi Año de Practica en Munich y para ser sincero nunca conté con que la inquietud de convertirme sacerdote volviera a rondarme los pensamientos. Pero después volvió. En el tiempo en el que verdaderamente consideré, como seguir con mi carrera y en qué campo me desempeño como pedagogo social, se me vino la pregunta: ¿Qué quiero hacer con mi vida? En ese momento tuve el anhelo de que había algo más, algo donde puedas orientar y acompañar a otras personas. Y luego le dije a Dios: Si tu verdaderamente quieres esto de mí, entonces me tienes que mostrar que es así.”

Una noche,hay una conversación con otro joven que vivió con Frank mientras participaban de la Escuela de Vida –jóvenes schoenstattianos que comparten un piso en el centro de Schoenstatt de Munich y también comparten su vida espiritual. De pronto la conversación tomó un rumbo que ninguno de los dos conscientemente quería y luego cada uno estaba convencido que el otro había iniciado el tema. El tema era el camino de vida, las decisiones de vida, el sacerdocio. Se contaron el uno al otro lo que los movía. “En la intuición, de que eso no es algo tan extraordinario, la misma noche pude decir Sí y posteriormente noté que al ver mi historia las semanas y los años anteriores, habían muchos signos, Dios había hablado suficientemente de forma muy clara. Pero el hecho de tomar la decisión también se trata de que uno descubra su camino.” ¿Y qué sucedió con su compañero? “El es hoy mi hermano de curso!”

Lo que solo un sacerdote puede dar

¿En qué consiste el sacerdocio para Frank Riedel? Más precisamente, ¿qué es lo que solo un sacerdote puede ofrecer a los demás? “Yo sigo siendo un pedagogo social y eso toma un papel muy importante en cómo pienso y como trabajo con las personas. Lo que fue decisivo para mi, fue esta convicción, de que hay algo más en los seres humanos, la parte religiosa y que hay Dios en sus vidas. En el momento de descubrir esta sed por Dios en el hombre y acompañarle en su búsqueda hacia El, cuando estoy a disposición de los demás, entonces se abren las almas, lo que es un regalo para mí como sacerdote. Lo otro no se pierde, yo acompaño a las personas de una forma muy humana, pero siempre trato de mostrarles y que se descubran la otra dimensión.

El sacerdocio como Padre de Schoenstatt tiene un acento especial, un estar ahí al servicio de la Familia de Schoenstatt. ¿Cómo puede la Familia de Schoenstatt ayudar a un joven en el inicio de su sacerdocio? ¿Qué espera Frank Riedel? “Lo que estoy viviendo y que me hace mucho bien es que hay muchas personas que me prometieron sus oraciones, y que lo dijeron muy expresamente. Yo se que muchos lo han hecho a lo largo de los años, pero saberlo de nuevo, es algo muy hermoso, sentir y ver como mucha gente tiene una conexión conmigo, incluso donde uno no está tan consiente que aún siguen ahí… Eso fue mi experiencia en la ordenación diaconal y lo es también ahora.”

Irreversiblemente contagiado con la fiebre de las misiones.

En las misiones en GinsheimNo se puede hablar con Frank Riedel, sin tocar el tema de las Misiones en Alemania. Su artículo en aquel entonces en el verano del 2006 acerca de las experiencias en las Misiones de Chile, contenía ya la clave: Algo como esto debería de estar haciéndose en Alemania… ¿Qué sucedió allí? “Eso simple y sencillamente me fascinó, como a tantos otros también. Ahí se da cuenta uno lo que le sucede en este grupo de Misioneros y lo que sucede en esta comunidad y estar en contacto con la gente. Yo me pregunté si no era esto algo para Alemania, justamente en nuestro tiempo, donde las parroquias se vuelven cada vez mas pequeñas o tienen que fusionar. Está claro que necesitamos testimonios de Fe. Empezando por comentarles a algunos miembros de la juventud masculina y todavía antes de empezar con las preocupaciones de cómo se podía incorporar a la juventud femenina, ya estaban activas por si solas, y el impulso de querer realizarlo verdaderamente. Cuando se determinó la fecha y supe que estaba cerca a cuando iba a terminar mi practica Diaconal en la parroquia y comenzaba mi retiro espiritual para ordenarme sacerdote, me quedó claro que Dios quería que lo hiciera. Y la experiencia fue exactamente igual como fue la de Chile.

Primero, una mañana entera nada que hubiera verdaderamente causado impresión. La semana no siguió así. Ya desde el almuerzo contaba la gente lo asombrante de lo que sucedió ahí en las conversaciones con aquellos que no tenían mucho que ver con la Iglesia. Esas experiencias las han tenido todos, no todos los días y no cada vez con la misma intensidad pero de tal forma que al final nadie pueda decir que las misiones en Alemania no valen la pena. Y la chispa saltó a la comunidad, y en los misioneros también se vio algo, que ahí se abre el alma. ¡Eso en todo caso tiene un futuro!

Lo que las Misiones significan para mi, se puede expresar con el slogan: “Enciende de nuevo la Fe, y los apóstoles estarán contigo.” Que le volvamos a encender de nuevo la Fe, que valga la pena, también tener el atrevimiento de llegar con la Fe a la gente, algo que uno nunca se hubiese esperado. Eso es por cierto un buen entrenamiento para un futuro Capellan ! Yo no sé si yo hubiese sido tan agresivo en la pastoral como fueron nuestros jóvenes, pero ahora ya se probó y se vivió y funciona.

Y muchos misioneros y también el muchacho de Ginsheim que se unió al grupo, quisieron venir el domingo a la ordenación.

En 25 años…

¿Y cómo se imagina el Schoenstatt en el que en algún momento celebrará sus Bodas de Plata Sacerdotales? ( aparte de que van a haber un sin fin de misiones, por supuesto) “Van a haber muchos cambios. Como padres seremos una pequeña comunidad, pero eso no lo veo resignándome a ello. Me alegro de lo que hay por organizar. Aún no me puedo imaginar cómo será, pero pienso que el movimiento de Schoenstatt será de tal forma que los laicos se verán más obligados, también en la responsabilidad donde no todo sea hecho por los padres y las hermanas. Pero será un movimiento de Schoenstatt con mucha vida y eso me alegra muchísimo.

Audio de la entrevista (en alemán) hier nachhören oder herunterladen:

MP3 File

Traducción: Josef Sauter, Munich (Costa Rica)/Manuel Huapaya, El Callao, Perú

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