Hoy contesta: Alberto Sallustro, Paraguay, empresario, miembro de la Federación de Familias, activo en la fundación de Fundación en Alianza, Dequeni y otros proyectos de Schoenstatt en Paraguay •
A un año de peregrinar por el segundo siglo de la Alianza de Amor… ¿Cómo sueña este Schoenstatt en su ser, en su estar en la iglesia y en el mundo, y en su quehacer?
Ir a la ferretería todos los dirigentes, sobre todo los más altos dirigentes.
Para llegar a cumplir este sueño, ¿qué tenemos que evitar o dejar?
Para llegar a cumplir este sueño, ¿qué pasos concretos debemos dar?
Comprar tijeras.
- Sin parar, comenzar a cortar los hilos del miedo.
- Del no se puede.
- Así es, no más.
- Así lo venimos haciendo.
- La estructura no se puede modificar.
- Las autonomías no se pueden tocar.
- No se puede cambiar nada porque así ya fue pensado.
- Y ponerle cabeza al movimiento. No se puede dirigir un movimiento que no tiene cabeza. El cuerpo queda amorfo, sin forma.
- Nuestro único límite somos nosotros mismos.
El Espíritu Santo nos da alas, ya las tenemos.
Saltar. Soltar.
Y levantarse de las caídas. Una y otra vez.
El tiempo se ha cumplido y el momento ha llegado para Schoenstatt.