Publicado el 2015-07-03 In Segundo siglo de la Alianza

Tres preguntas… sobre el Schoenstatt del segundo siglo de la Alianza de Amor (30)

Hoy contesta: Joe Yank, miembro del segundo curso de la Federación de Familias del norte de los Estados Unidos, Vida Victoriosa de Nazaret, con su esposa, Judy y sus tres hijos, Hna. M. Faustina, Gabrielle y Thomas; ellos son nuestra Estrella del Mar de la MTA – Esperanza del futuro Santuario vivo/ hogar •

A medio año de peregrinar por el segundo siglo de la Alianza de Amor… ¿cómo sueña este Schoenstatt en su ser, en su estar en la Iglesia y en el mundo, y su quehacer?

Sueño con un mundo que esté lleno de Santuarios de nuestra querida Madre y Reina, muchos, muchos Santuarios filiales, del hogar, ermitas y Santuarios de peregrinación, pero lo más importante Santuarios del corazón. Sí, nuestros Santuarios de Schoenstatt, así a la sombra de muchos, muchos Santuarios donde nuestra Madre nos trae a su Hijo a todas y cada familia creada por nuestro amado Padre Celestial. Creados como Santuarios vivos, muchos Santuarios vivos, Santuarios del corazón del Dios Trino. Esta es su manera de evangelizar a las periferias.

Para llegar a cumplir este sueño, ¿qué tenemos que evitar o dejar?

Tenemos que llegar a conocer en el fondo de nuestros corazones que vivimos en el Santuario donde quiera que estemos. El Santuario Original es importante porque allí nuestra MTA comenzó su misión, y siempre será la residencia principal de todos los hijos de Schoenstatt. Nuestra celebración jubilar de los 100 años fue de gran importancia para ayudarnos a reconocer eso. Ahora podemos dejar atrás las grandiosas celebraciones, no en el sentido del olvido, sino porque Ella ha querido extenderse por toda la tierra en muchos Santuarios filiales, Santuarios hogar, Santuarios vivos y Santuarios de peregrinación. El gran Capital de Gracias está ahora floreciendo en muchas sucursales bancarias (Santuarios) en todo el mundo, no sólo en la sede central, aunque conocemos todas las gracias que fluyen desde allí, y podemos depositar y retirar a voluntad, donde quiera que estemos, sea cual sea nuestra necesidad. Si ahora miramos a nuestro alrededor, sabemos que estamos viviendo en Dachau; estamos en el exilio con nuestro Padre y Fundador. Él no nos dejó solos. Debemos dejar atrás la idea de que él murió y fue liberado de esta tierra, y darse cuenta de que él camina con nosotros a cada paso guiándonos en el camino del amor providente del Padre. Nosotros podemos caminar como él lo hizo, con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios.

Para llegar a cumplir este sueño, ¿qué pasos concretos debemos dar?

Unas breves palabras del Padre Kentenich a nosotros: «Consiste en esto: que a pesar de las dificultades, siempre busquemos y encontremos nuestro camino el uno con el otro». Y él ora diciendo: «Dios mío, haz que todas las mentes estén unidas en la verdad y en todos los corazones en el amor». Si vivimos estas palabras en nuestra vida diaria, estaremos en el camino de forjar una cultura de alianza para el tercer milenio.

Cada uno de nosotros es una parte esencial de la gran familia por la que nuestro Fundador libremente sufrió y previó en su “visión de la Candelaria”, en su camino a Dachau. Nosotros somos los que él ha llamado, «¿Ustedes perseverarán…?» Somos los más pequeños en que él se regocija mientras sucede el milagro de la Nochebuena. ¡Vivamos nuestro ideal!

«Creo firmemente que nadie que viva la Alianza de Amor con fidelidad se perderá.» MPHC-EV

Original: Inglés. Traducción: Susana A. Llorente, Buenos Aires, Argentina

 

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