BURUNDI/TANZANIA, Philippe Kitabu. En su peregrinación mundial como preparación al Jubileo 2014 – centenario de la Alianza de Amor – el Símbolo del Padre regalado por el Padre Kentenich a la Familia de Schoenstatt, que está en África desde diciembre de 2010, visitó en primer lugar Zimbabwe y Sudáfrica, luego a Kenia y siguió a Burundi, desde donde se dirigió a los países vecinos: el Congo, Ruanda, Tanzania. En el mes de marzo, tres personas de Burundi llevaron a Tanzania el precioso signo de la relación con Dios Padre, y con él, el mensaje de la paternidad de Dios anunciado y encarnado en el Padre Kentenich.
Philippe Kitabu cuenta: el P. Anicet, el P. Théodor y yo partimos el 10 de marzo al mediodía desde el Monte Sión Gikungu hacia Tanzania. A mitad de camino se hizo de noche. Pernoctamos en Benako, a unos 50 Km. de Ngara, y llegamos al día siguiente a Isingiro.
La parroquia de Isingiro pertenece a la nueva diócesis de Kananga. Limita al este con la diócesis de Bukoba, al oeste con Ruanda, al norte con Uganda y al sur con la diócesis de Rulenge. El Santuario en Isingiro fue construido en 1976 por señoras del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt.
Personas comprometidas con el Santuario en Isingiro
Desde que ellas salieron definitivamente de Tanzania, lo mantuvieron con vida unos laicos del Movimiento. Diversas congregaciones religiosas de la zona lo cuidaron alternativamente a su modo. Ninguna de ellas conoce el carisma de Schoenstatt. Actualmente hay allí Hermanas de Santa Bernardita. La Providencia cuidó que nos encontráramos con el obispo en el Santuario, pues no lo habíamos hallado previamente en su sede. Con nuestra explicación comprendió inmediatamente la importancia de la visita con el Símbolo del Padre.
Lo tomó en sus manos y lo besó. «Verdaderamente Dios es bueno. Ahora comprendo por qué tuve que volver aquí», destacó, y nos pidió que entráramos juntos al Santuario para rezar y fotografiar el Símbolo del Padre. El sábado hubo una conferencia sobre el símbolo.
Decisiones e inquietudes
Después del encuentro reuní al comité. Se habían presentado diversas cuestiones. Había que tomar varias decisiones, entre otras la de trabajar desde ahora en el fortalecimiento de la estructuración.
En este encuentro el comité tuvo la oportunidad de decir algo sobre la situación de la Familia de Schoenstatt en Tanzania, de agradecer por la visita del Símbolo, al que sintieron como un signo de la unidad de la Familia de Schoenstatt, a la que contribuyó a fortalecer. Esbozaron una imagen del Movimiento y también de su preocupación. Por ese motivo desean más visitas de los Padres y de las Hermanas en Isingiro.
El domingo participamos en la Eucaristía de la mañana y visitamos una vez más el Santuario. Alrededor de las 14 hs. nos despedimos de él y retomamos el largo camino de regreso a casa. Esta vez pasamos por Uganda y por Ruanda. Fue un hermoso viaje. El lunes nos esperaban algunos schoenstattianos de Ngozi (diócesis en el norte de Burundi) junto a la catedral, para animarnos a continuar con nuestra tarea en los países vecinos.
El Símbolo del Padre estará hasta fines de abril en Burundi. A miediados de año irá por segunda vez, y por un largo tiempo, a Sudamérica, donde ya se lo espera con ansiedad.
