Publicado el 2010-06-24 In Año Sacerdotal

Roma 2010: Valió la pena haber estado ahí

Pfr. Adolf Schoels in Belmonte: Überreichung des Zingulums durch Bischof RealiP. Adolf Schöls. En compañía de 60 colegas de la Federación de Sacerdotes de Schoenstatt, participé en el encuentro internacional de sacerdotes, que se llevó a cabo en Roma, del 8 al 12 de junio de 2010. Este encuentro causó en mí bellas y profundas impresiones que hicieron que valiera la pena haber estado ahí. Para nosotros fue particularmente agradable y edificante haber conocido sacerdotes de la Federación de Sacerdotes de Schoenstatt provenientes de otros países.

 

 

 

Ankunft von Papst Benedikt

Debido a que el número de sacerdotes inscritos excedió el número originalmente planeado, el miércoles y la mañana del jueves fuimos distribuidos, según el idioma, en dos iglesias, lo que infelizmente tuvo un aspecto negativo para nuestra rama de la Federación, pues sólo nos veíamos en el desayuno y por la noche en la terraza del lugar donde nos hospedábamos.

BegegnungPor primera vez tuvimos la verdadera vivencia de que somos una comunidad sacerdotal internacional; la presencia de nuestros colegas extranjeros nos hizo mucho bien y nos mostró que ellos pertenecen a la Federación de Sacerdotes de Schoenstatt. Así, uno de mis hermanos de curso opinó: «Los que aman la libertad son hombres de la libertad».

Una Iglesia en movimiento

Para muchos lo que más les impresionó fue el encuentro que se llevó a cabo en el salón Paulo VI. Este encuentro fue preparado por los Movimientos de los Focolares y de Schoenstatt y fue extremamente profesional y lleno de vida. Aquí se reveló una Iglesia en movimiento, una Iglesia del futuro. Los testimonios y los ejemplos, enfocados en los problemas de los sacerdotes de nuestros días, fueron convincentes y proporcionaron respuestas.

"Heute Priester sein"A diferencia del programa de la Congregación para el Clero, aquí se tomó en cuenta el aspecto de la vida, no solamente el teológico, ya que hoy día no es suficiente con palabras sofisticadas y espirituales.

La Vigilia de Oración que se llevó a cabo en la Plaza de San Pedro fue igualmente buena aunque, en mi opinión, los testimonios que ahí se dieron no igualaron a los del encuentro realizado en el salón Paulo VI.

Sacerdotes en tiempos de nuevos comienzos

Diligentemente distribuimos la revista de nuestras cuatro comunidades sacerdotales «Priester in einer Zeit des Neuanfangs (Sacerdotes en Tiempos de Nuevos Comienzos)» y pudimos constatar que muchos sacerdotes la recibían de buena gana. Era la única revista alemana que se recibía en Roma.

Belmonte

Otro punto culminante fue el encuentro de las cuatros comunidades sacerdotales que se llevó a cabo en el Centro de Schoenstatt de Belmonte. Para mí se reveló aquí una vez más una Iglesia más abierta y en movimiento que la de la programación oficial. Los textos estaban llenos de vida.

Internationalität: ein Wort, das von der Begegnung von Völkern erzählt - Bau-Plane auf dem PetersplatzHicimos una peregrinación; el cayado de peregrino que nos precedió nos recuerda que somos Iglesia en el camino. La antorcha en la segunda estación nos dice que tenemos que dejarnos inflamar por el amor de Cristo. En la tercera estación llevamos con nosotros trozos quebrados que nos recuerdan nuestra propia fragilidad y que frente al Santuario depositamos en la vasija como nuestras contribuciones al Capital de Gracias.

Terminada la ceremonia de bendición de la estatua del P. José Kentenich, cada sacerdote presente recibió un cíngulo (Cordón o cinta de seda o de lino, con una borla en cada extremo, que sirve para ceñirse el sacerdote el alba). Un bello símbolo que, además de ser un hermoso recuerdo de este acto, nos dice: A ti, P. Kentenich, te pertenecemos y queremos seguir tus pasos.

La cena que se ofreció en este centro schoenstattiano después de las festividades, nos dio la posibilidad de dialogar unos con otros y conocernos un poco más profundamente. Reinaba una atmósfera familiar que sentó bien a todos. En Belmonte tuve plena conciencia de que tenemos mucho que ofrecer a las Iglesia y de que nuestro camino está mucho más próximo a la vida que muchos de los otros, pues hoy día ya no tocamos la vida de los hombres sólo con dogmas y mística.

Internacionalidad

Brüder unter BrüdernPara mí fueron momentos emocionantes los que vivimos en Roma. Tal vez no vuelva a ver tantos sacerdotes reunidos como aquí. Para nosotros, miembros de la Federación de Sacerdotes de Schoenstatt, Roma fue además una señal extraordinaria de nuestra internacionalidad, ya que estuvimos representados en cantidad bastante considerable y, sobre todo, por el hecho de que también estuvieran presentes sacerdotes de Sudamérica y de África. Con esto tomamos plenamente conciencia: somos una comunidad en la que las distancias existentes entre los continentes donde viven sus miembros no le presentan obstáculo alguno de comunión, y que la Alianza de Amor nos vincula, independientemente de todas las fronteras lingüísticas, y nos convierte en hermanos.

Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México

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