ALEMANIA, María Fischer •
Durante la pandemia nos preguntábamos a menudo: ¿Cómo será la nueva normalidad? ¿Qué nos llevaremos de la pandemia? Ahora que ha terminado, (casi) todo ha vuelto a la normalidad, solo que no es tan nueva. ¿Realmente no nos hemos llevado nada? Unos días antes de Pascua, un buen conocido me contaba que vienen todos los niños y sus parejas por Pascua. «Y el Jueves Santo lo hacemos como en la pandemia, celebramos el servicio religioso en casa, alrededor de la mesa…». —
Lo han hecho domingo tras domingo, desde la Pascua de 2020, porque los servicios en streaming simplemente no encajaban para ellos y sus hijos adultos. Se habían vuelto creativos y recurrieron a experiencias, tal vez inconscientes, que ellos mismos tuvieron de niños. Experiencias de santuario hogar. Después de la pandemia eso quedó… y lo que quedó fue la fascinación, sobre todo con los «nuevos» miembros de la familia.
Cuando Michael Defrancesco me preguntó a principios de marzo si me gustaría escribir una reseña de su nuevo libro para schoenstatt.org, yo estaba haciendo las maletas para mi visita a Argentina.
No era el momento ideal para esa petición, pero, por supuesto, después de Pascua también es posible, y así, el miércoles de Semana Santa, justo cuando llegó el llamado mencionado, tenía en la mano el librito delgado, de unas 80 páginas bien diagramadas, y leía sobre Santa Corona y la pandemia del coronavirus y el consejo poco realista de Roma de celebrar una liturgia de la palabra en familia, en casa:
«Pero ¿cómo y en qué lugar del hogar debe uno mismo organizar tal cosa, tan completamente sin párroco? ¿Cómo pueden las familias aprender a combinar armoniosamente su fe y la vida cotidiana, a perder la timidez de la oración libre y a sentir la presencia de Dios en el ajetreo de la vida diaria como algo totalmente normal? »
Quería saber cómo se le ocurrió el título. «El título fue evolucionando a medida que escribía. Pensé durante mucho tiempo en cómo parafrasear la idea del santuario hogar sin utilizar este término tan largo y también tan poco familiar. Y de repente ahí estaban, los ‘invitados de honor celestiales’ (“Himmlische Ehrengäste”)».
Y el libro se lee tan fácil y está tan completamente despojado de dogmatismos, tan frecuentes en textos que tienen «algo que ver con la Iglesia»; en algunos lugares uno piensa en Francisco y en sus historias y expresiones, que (en realidad solo en español o, para ser precisos, en porteño) están tan absolutamente libres de miedo al contacto con la vida real y a cómo habla la gente, ya que solo hablan, y no ponen el ancestral lenguaje devocional.
En resumen, el libro es divertido de leer durante 85 páginas, y al final uno – un schoenstattiano de larga data con un santuario hogar como el autor – se sienta frente a su propio santuario hogar y le dice a la Virgen y a los demás invitados de honor celestiales allí reunidos con Jesús: Realmente no me había dado cuenta de lo grande que es tenerlos a ustedes aquí.
El autor: «Me encanta el periodismo desde décimo curso»
Michael Defrancesco
Conozco al autor, Michael Defrancesco, desde hace muchos años. Es uno de los pocos schoenstattianos que trabaja como periodista.
«Me encanta el periodismo desde décimo curso», dice. «Por aquel entonces entré en la pequeña redacción local del Rhein-Zeitung y pregunté si podía escribir un artículo alguna vez. Me lo permitieron. Sobre un tema en el que no podía equivocarme, como dijo el jefe local. Un bazar de pasteles en la fiesta parroquial. Escribí sobre el bazar, y todavía puedo oír a mi jefe local rebosando de satisfacción. Conseguí un trabajo de seguimiento: una exposición de aves de corral en el ayuntamiento.
El fuego estaba encendido. Estudié periodismo en la Universidad Católica de Eichstätt. Conocí muchos medios de comunicación, trabajé para la ZDF, la radio y la televisión SWR, para el Donaukurier, entre otros.
El amor a mi tierra -suena patético, pero es así- me devolvió a Coblenza, donde trabajé como becario en el Rhein-Zeitung. Fui redactor cultural durante cinco años antes de convertirme en jefe de departamento: Durante doce años dirigí el departamento «Diario, vida y viajes» del Rhein-Zeitung, antes de decidir empezar de nuevo y vivir otra pasión. Así fue que en enero de 2023 me trasladé a RTL Alemania, en Colonia, donde trabajo como redactor en el programa «Stern TV am Sonntag».
En mi vida privada estoy casado y tengo una hija adulta – y desde muy joven me he sentido como en casa en Schoenstatt».
¿Cómo funciona el santuario hogar?
¿Cómo te sentirías si de repente el Hijo de Dios estuviera en la puerta? ¿Si la Virgen María pulsara el timbre? ¿Y si no solo quisieras quedarte a tomar un café, sino que no quisieras marcharte en absoluto?
Preguntas que evocan imágenes en tu mente y te hacen sentir «atrapado». ¿Arreglarse rápidamente de antemano? ¿O darle a Jesús y María el plumero en la mano o dejar que frieguen los platos, como se hace con los muy, pero que muy buenos amigos, con las visitas que no se limitan a sentarse en sus sillas, sino que ayudan?
Así ha sido con mis visitas a Buenos Aires. Este marzo, por novena vez, estuve en la casa de mi mejor, primer colaborador y amigo. Simplemente estoy allí, viviendo la vida, comprando (y pagando) comida y bebida, sacando la basura, fregando los platos… y es agradable».
Así es exactamente como escribe el autor. Evoca tus propias experiencias, historias, y te encuentras en medio de ellas antes de que realmente te des cuenta.
Los diez breves capítulos exploran el proceso del santuario del hogar. Trata sobre la relación y la invitación, sobre el lugar adecuado (en medio de la vida), sobre los rituales en el santuario hogar y ese año eclesiástico, sobre el agua del sufrimiento y la lucha que se pone en la jarra y se convierte en el vino del amor, sobre el «tiempo para mí», por supuesto sobre la cuestión inicial de los servicios en el santuario hogar, Y, por cierto, en el noveno capítulo el autor también ha pintado el cuadro de María, la Madre de Dios, de tal manera que ya no tiene nada que ver con la cursilería y el «Oh Maria hilf» (Oh María Ayuda) y la cuestión del santuario hogar sin María también está ya respondida. Tienes que leerlo por ti mismo para saber cómo.
«Invita a Jesús y a María a tu casa», dice Michael Defrancesco. «Dales la bienvenida a tu santuario hogar – y déjate sorprender por las bendiciones y regalos que los visitantes celestiales traen con ellos, porque Jesús y María han venido para quedarse».
Santuario hogar en Monterrey, México
¿Para quién es el libro?
Ya tengo una lista de personas a las que se los quiero regalar en alguna ocasión. ¿A quién le gustaría regalar el libro la autora? «A algunos de mis amigos íntimos les daré una sorpresa pronto -pero, por supuesto, no lo digo públicamente, porque si no ya no sería una sorpresa, ¿verdad?». Y más adelante: «De hecho, hasta ahora he recibido reacciones muy complacidas sin excepción – eso me hace muy feliz, porque el libro está realmente cerca de mi corazón. Pero, por supuesto, por favor, que cada uno se forme su propia opinión – también puedo aceptar críticas».
Por ahora no se me ocurre ninguna. Pero una pregunta más:
Imagina que llegas a casa de Joshua Kimmich (jugador de Bayern München) y allí está tu libro en la estantería y la Virgen colgada en la pared. ¿Qué piensas y qué dices?
«Si mi libro está en la estantería, por supuesto que saldría como autor y preguntaría si debería hacer una lectura improvisada con firma de libros… Pero, bromas aparte, por supuesto que sacaría el tema y sentiría curiosidad por conocer la experiencia de esa familia en particular con el santuario hogar».
- Un libro:
¿En serio? Invitados de honor celestiales, por supuesto. - Una película:
Aunque me encanta prácticamente todo lo de Disney, Marvel y Star Wars, «Regreso al futuro» es mi favorita de todos los tiempos. - Una canción:
Hay demasiadas. - Un lugar al que te mueres por ir:
Como periodista de viajes, he podido visitar muchos de mis lugares favoritos. Lo que aún le falta: Israel, Disneylandia en California y las pirámides. - Un lema para cada día:
No soy de los que tienen un lema, rara vez hay algo que se adapte específicamente a mi situación particular. - La situación más difícil al escribir el libro:
No hubo ninguna. Ya tenía a mi editor, que creía en el libro, y la escritura se fue dando sola. - El momento «wow» al escribir el libro:
¿El momento «wow» al escribir el libro? Me sentí muy unido a mi madre, que ya ha fallecido. El santuario hogar era muy importante para ella, ya que fue una de las primeras en entrar en contacto con él en Milwaukee, EE. UU., en los años sesenta. Por eso sentí su cercanía muy intensamente cuando escribía, y espero que tengan una buena librería en el cielo para que pueda echar un vistazo a la obra.
Michael Defrancesco: Himmlische Ehrengäste
(en alemán)
Echter-Verlag, Würzburg
88 páginas
12 x 20 cm. Tapa dura.
€ 12,90 (D) / € 13,30 (A)
ISBN 978-3-429-05855-5
También disponible como libro electrónico PDF y ePub:
ISBN 978-3-429-05250-8 / € 10,99 (PDF)
ISBN 978-3-429-06599-7 / € 10,99 (ePub)
1ª edición 2023
