ESPAÑA, Maria Fischer •
Acabo de enviar dos fotos profesionales y de resolución alta de la Cruz de la Unidad, fotos obtenidas hace muchos años de la orfebrería de los Hermanos de María, que ya no existe más. Las envié ya varias veces, por pedido de schoenstattianos para hacer carteles, o imprimir estampa. Pero fue la primera vez que las envié a un monasterio. Precisamente, al Monasterio de la Sagrada Familia de Hondarribia, en Gipuzkoa (España), de las Carmelitas Descalzas. —
Unas horas antes, había llegado una solicitud vía el formulario de contacto de schoenstatt.org. Con permiso de la Hermana Patricia Noya, lo compartimos aquí.
Pido disculpas por mi atrevimiento. Mi nombre es Hermana Patricia Noya, soy Carmelita Descalza en el Monasterio de la Sagrada Familia de Hondarribia, en Gipuzkoa (España). Entré en el Monasterio en 1988, y profesé solemnemente en 1994.
Poco antes de la fecha de mi profesión solemne llegó a mis manos una fotografía que me tocó el corazón, pues representaba exactamente mi vocación, la promesa que Dios desplegaba ante mí. En aquellos años no había internet en nuestros monasterios, y nunca supe el origen o la historia de aquella imagen. Pero envié mi pequeña fotografía a una imprenta para hacer con ella las estampas de mi Profesión. Esta imagen me ha acompañado íntimamente durante casi 30 años de vida en el Carmelo. Las estampas que imprimí no fueron muchas y poco a poco se agotaron, quedándome sólo con una.
Hace unos días, una hermana de otro monasterio me pidió por favor que le facilitara la imagen, pues después de tantos años que le envié la estampa, aún le conmovía. También ella, como yo, sintió al verla que representaba su propia llamada.
Movida por esa petición que no puedo satisfacer, he buscado por primera vez la imagen en internet y he descubierto su instituto y su espiritualidad. Me tomo la libertad de pedirles que me envíen por correo una fotografía de cierta calidad de esta querida imagen. No sé si existen derechos de reproducción, soy ignorante en esos temas.
Me gustaría que me dijeran qué pasos debo dar o cómo y cuánto debo pagar para obtenerla. Gracias por su amable atención, y disculpen las molestias. Dios les bendiga.
Obviamente, nada de cobrar por estas fotos ni por una pequeña cruz a enviar al monasterio. Aunque sí… algo sí “cobramos“. Pedí oraciones por Ucrania, por las víctimas de los incendios en Chile, por las víctimas del terremoto en Turquía y Siria, y por cada uno que lee este artículo.
Una historia conmovedora de cómo la Mater busca sus caminos para llegar hasta los corazones. Interesante ver las vocaciones de que se ven reflejadas en la Cruz de la Unidasd