COSTA RICA, Hermano Agustín Soto Sandi, OBLS, OSB •
El 17 de noviembre, el Hermano Oblato Agustín Soto Sandi, de la Rama de Hombres, visitó el Santuario Familia de Esperanza con el abad de la Abadía Benedictina de Cuernavaca, México, padre Hildebrando OSB, que será consagrado obispo (‘abad mitrado’) el 8 de diciembre. Aprovechamos esta visita para pedirle al Hno. Agustín un testimonio sobre la Alianza de Amor en su vida de benedictino. —
Mi consagración como Oblato Seglar Benedictino, en Alianza de Amor con María, me ha permitido vivir plenamente mi compromiso en la espiritualidad benedictina de una manera más plena en mi condición de bautizado, en ser un miembro activo en la Iglesia, desde una experiencia de vida en el evangelio y un gran amor a Jesucristo, como hijo de San Benito.
Mi querida Madrecita, como le llamo, con su acción maternal de madre y protectora, es mi educadora. Con su pedagogía de ser niño en sus manos ante Dios, hace que pueda vivir mis promesas de Oblato Seglar Benedictino en una forma de entrega libre, en una donación íntima, mutua y personal para siempre. Por gracia de Dios, he llevado a vivirla más plena a través de la «Inscriptio», en donar mi vida a través de la Madrecita en el amor incondicional de la Cruz, en donde el timonero de la barca de mi vocación benedictina lo lleva el Padre eterno con Jesucristo, su Hijo en manos de Ella.
Madurez vocacional
En este caminar de madurez vocacional que he llevado para llegar a hoy a mi opción benedictina, la Madrecita ha sido la estrella de la esperanza que me ha conducido en las noches oscuras hasta llegar a buen puerto. La autoformación, como lo enseña nuestro querido padre fundador José Kentenich, ha sido uno de los pilares fundamentales para ir afianzando dicho caminar. Cada mañana desde mi Santuario Hogar, en constante contribución al capital de gracias, he ofrecido mi vida a María en la renovación de Alianza e intercambio de corazones, y así, en los signos de la Divina Providencia, escuchar la voz del Maestro para seguirle en mi estado de ser Benedictino.
Hoy me siento la persona más realizada, con un llamado de vocación tardía, pero la Madrecita ha sido la que me dado la esperanza para no desfallecer en el camino del desánimo y desesperanza. Con María he encontrado mi vocación; y con la Alianza de Amor realizada voy perfeccionando una personalidad recia, libre y sacerdotal. José Engling ha sido también con su vida de testimonio de amor a la Virgen, fidelidad y entrega a la Alianza, la inspiración en mi caminar vocacional.
Constructor del Reino de Dios en la justicia, en la verdad y en el Amor
De esta manera, puedo vivir con magnanimidad el cumplimiento de mis promesas de oblación, la santa regla de mi padre San Benito, e ir perfeccionando mi ideal personal en mi vida monástica, a través de la conversión de costumbres, renuncia al mundo, en la castidad y ser un auténtico laico consagrado para Dios, servidor de Cristo y constructor del Reino de Dios en la justicia, en la verdad y en el Amor.
Por lo cual, cada mañana y en el transcurso del día desde mi Santuario Hogar (donde está mi eremitorio también), vivo la constancia de la oración litúrgica y personal, para que el viento de las dificultades, de las pruebas, de las tentaciones y debilidades, no pueda apagar la llama de amor del Espíritu Santo. Que con esta humilde oración y con María, pueda llevar las intenciones del mundo entero, de la Iglesia, de la Abadía a la que pertenezco, de mi familia y de la familia de Schoenstatt, testimonio de la presencia de Dios en el mundo, cuando visito el Santuario filial «Familia de la Esperanza» en San José, Costa Rica, como vinculación de mi Alianza de Amor, y participando en la rama de hombres para crear familia.
«Servus Mariae numquam peribit»
Hermano Agustín Soto Sandi,
OBLS, OSB
