COSTA RICA, Gabriela Quesada •
El pasado mes de julio, se empezó a trabajar con nuestro asesor nacional, el padre José Luis Correa, y con el padre Manuel Peña, párroco de la Iglesia de San Pablo, de Heredia, en la entronización de la imagen de nuestra querida Mater en esta parroquia. La meta era tenerla con nosotros el 18 de octubre del 2022 para celebrar y conmemorar así una fecha tan importante para nosotros los schoenstattianos. Y así fue. —
Lo que comenzó como un anhelo y un deseo de varios heredianos y del padre Peña es desde ese día una realidad. Nos llena el corazón de felicidad ver en nuestra parroquia un rincón donde podemos sentirnos cobijados.
No debe faltar la Rama de Señoras
Varios grupos se empezaron a organizar alrededor de nuestra Mater en su nueva casa. Los madrugadores, los matrimonios, los jóvenes y no podía faltar nuestra querida Rama de Señoras (como se le conoce en Costa Rica) y de la cual tengo la enorme bendición de formar parte desde el año 2017.
Se convocó a varias señoras de la zona de Heredia a una charla informativa sobre nuestra Rama, lo que conocemos como el Pre-Schoenstatt. Una a una, alrededor de las 4.30 de la tarde comenzaron a llegar a la parroquia de San Pablo el pasado miércoles 9 de noviembre. Algunas de ellas conocían ya algo de nuestro movimiento a través de familiares y amigos, otras simplemente vieron la invitación y movidas por “un anhelo” deseaban conocer a nuestra Mater y al movimiento de Schoenstatt. Todas ellas con un común denominador, un destello en sus miradas que solo puede ser provocado por nuestra Mater y por ese amor que solo Ella sabe despertar en nosotros.
El anhelo de ser mejores madres, mejores esposas y mejores personas
La charla transcurrió “entre amigas”, como si nos hubiésemos conocido de siempre. Hubo preguntas, algunos testimonios, pero sobre todo un deseo real y claro de adentrarse en esta pedagogía que nos invita ser mejores madres, mejores esposas y personas y enriquecer así, nuestros hogares y comunidad.
Es un reto, sin duda, sacar adelante esta linda y noble tarea. Con nuestra fe y confianza puestas en la Divina Providencia y de la mano de Ella, nuestra gran educadora, estoy segura de que haremos crecer estos grupos.
En estos meses se puede sentir la mano de Nuestra Mater trabajando en tantas personas que viven ya, o anhelan vivir una Alianza de Amor con ella, con todas las bendiciones y responsabilidades que esto conlleva y que al mismo tiempo nos llena de satisfacción, alegría y paz.
