BRASIL, Ruy Kaercher •
Las tormentas han pasado. El Santuario de Santa Cruz do Sul («la Capela») no ha sido demolido, sus peregrinos no se han dispersado y las casas abandonadas por las Hermanas de María se han llenado de niños y sus profesores. ¿Y ahora qué? Ahora sigue el compromiso diario de mostrarle a la Madre de Schoenstatt que realmente la aman. Mostrarlo con hechos. Con hechos como el rosario de juguetes, mostrarla con la colaboración sincera en la iglesia local. —
«El domingo pasado participamos en la fiesta de ‘Jesús Maestro’ en la parroquia de nuestro capellán, el padre Leão Gomes da Silva. Miembros de la Asociación Madre y Reina, colaboramos con la parroquia, donde se encuentra el ‘ex santuario’, el santuario nuestro», cuenta Ruy Kaercher, del Instituto de Familias de Schoenstatt.
El rosario «de juguete»
«En Brasil, el 12 de octubre se celebra el día del niño. El 14 de octubre, rezamos el ‘Rosario de los Juguetes’ ante el Santuario de Schoenstatt, la ‘Capillita’ de la Madre de Dios”, dice Ruy.
Los juguetes que formaron las cuentas del rosario frente al santuario, «fueron entregados al presidente de AESCA (Asociación de Proyectos Educativos y Sociales para la Infancia y la Adolescencia), que es responsable de la escuela y el jardín de infantes en el recinto del santuario. El Sr. João Rocha estuvo presente en este momento de oración», dijo Ruy. «Esto es lo que quería nuestro padre y fundador, un movimiento que se incluya en las exigencias del entorno donde está presente».
Vale agregar el comentario de Lena Castro, de Lisboa, Portugal, al artículo anterior sobre el santuario de Santa Cruz do Sul, donde se mencionaban los obras sociales que los schoenstattianos están proyectando:
Creo que la manera de continuar el florecimiento de este santuario y de tener una visibilidad cada vez mayor dentro del universo schoenstattiano es la inserción total de este santuario en la comunidad que lo rodea, a través de gestos de solidaridad e iniciativas que atraigan al pueblo de Dios. Véase el ejemplo del Santuario de Quito, con la ayuda a los más necesitados cada mes, atraen a multitudes al santuario que acaban vinculándose a la Virgen en una alianza no formal pero extremadamente fructífera. Es la Cultura de la Alianza en Salida.
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