INTERNACIONAL, Paz Leiva (España) •
El jueves 8 de septiembre subimos con los miembros del 4º Capítulo de la Federación de Familias a la iglesia de la Adoración, para asistir a la ceremonia de constitución de la Federación Internacional de Madres de Schoenstatt. —
Llegamos temprano y pudimos saludar al P. Eduardo Aguirre, al que ya habíamos visto el día anterior, y al P. Juan Pablo Catoggio, quien nos reconoció enseguida.
Entramos rápido en la iglesia, pensando que sería difícil encontrar a gente conocida…pero la enorme iglesia estaba casi vacía. Enseguida encontré a mis hermanas portuguesas. ¡Qué alegría, después de tantos años!
De España no ha venido nadie, pero nosotros llevaremos la bandera – me dijeron. Fuimos el único curso ibérico. De las españolas solamente quedan dos de ese curso, que no han podido venir. Nos abrazamos y nos despedimos, pues al final de la ceremonia, nos teníamos que ir con urgencia.
Fue entrando gente en la iglesia, pero poca. Los bancos de la derecha los ocupaba la Federación de Familias, por lo demás, pocos asistentes, para un acto tan importante.
Un acto importante de carácter internacional
La ceremonia fue muy solemne, celebró el P. Juan Pablo Catoggio, asistido por P. Eduardo Aguirre y el P. Clodoaldo Kamimura, de Brasil. La homilía la encontrarán mis lectores en otro artículo de esta página. Un teclado, flauta y chelo acompañaron la misa. Invitaron a salir a cantar a miembros de la Federación de Familias. Junto con las ofrendas las madres entregaron 72 rosas, por los 72 años transcurridos desde la fundación de esta comunidad de mujeres fuertes y valientes, que ahora se juntan en una Dirección Internacional.
Fue una gran alegría asistir a un acto importante de carácter internacional y poder acompañar a mis hermanas, con las que compartí unos años y a las que llevo en mi corazón.
Pero fue triste ver que dentro de la Familia de Schoenstatt hubo grandes ausencias. Por supuesto eché de menos a las dos españolas de mi curso, pero también a las Madres del segundo curso de España y a mucha gente de Alemania. Me dio pena que esas mujeres, que en libertad y magnanimidad lo dan todo por la misión, estuviera tan poco acompañadas.
Ahora tienen una recién estrenada Dirección Internacional, presidida por una estadounidense, que apoyará y representará a todas las Federaciones territoriales.
Por todas ellas seguiremos rezando y agradeciendo su tarea y su entrega generosa.