ARGENTINA, Juan Barbosa •
Un email fue recibido en las oficinas centrales de Schoenstatt.org en Alemania, comentando un posible hecho de vandalismo en una ermita de Nuestra Señora de Schoenstatt en Argentina. Al instante cruzó el océano un mensaje de WhatsApp para poder investigarlo y encontrar una rápida reparación. Luego, otro mensaje partió hacia ese lugar y… ¡mejor relatemos los hechos! —
Un dolor que movió a la acción
Nunca puede imaginarse la “vida” que puede haber detrás de una ermita. Normalmente se ven solas, con flores y muy limpias, pero… solitas. Una fiel y cotidiana orante, al pasar por la ermita de Nuestra Señora de Schoenstatt en Santa Clara del Mar, ciudad cercana a Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires, notó que faltaba su imagen y que ya no estaba tampoco el vidrio protector. ¡Una desagradable sorpresa por cierto!
Escribió a www.schoenstatt.org comentando su dolor y su preocupación y desde allí se contactó a uno de los colaboradores en Argentina para ver si “algo podía hacerse”.
Rápidamente, tomó contacto con un Madrugador de Mar del Plata, quien a su vez se comunicó con integrantes de la Familia local. ¡Velocidad schoenstattiana!
En el Rosario de Madrugadores se comentó el tema y otro Madrugador de Mar del Plata, orante también, dijo que se debía arreglar todo y realizar la siguiente Madrugada allí para “reparar” este desagradable suceso.
En realidad, la estaban embelleciendo (¡Aún más!)
Finalmente, y también afortunadamente, la ermita en cuestión no había sido robada ni dañada, sino que la estaban renovando. Los preparativos avanzan para la nueva bendición el próximo 15 de agosto y por ello tenía esta dedicación especial… ¡Una fina atención de los encargados de su mantenimiento! ¡La Reina tiene a sus aliados incondicionales!
Algunas conclusiones
- La “vida” que tienen las ermitas es inimaginable.
- Podemos verlas “solas” pero ellas tienen numerosa y cotidiana compañía.
- Esa corriente de bendiciones es absolutamente imprescindible y más en la actualidad
- El dolor que puede provocar su falta mueve a las personas a buscar soluciones
- El amor a María despierta la necesidad de reparar cualquier daño que Ella sufra
- La Familia responde como lo que es: una unidad en torno a su Madre.
- Los laicos que regalan su tiempo para atender las ermitas son IMPRESCINDIBLES.
¿Se anima usted, querido lector, a agregar en “comentarios” sus conclusiones?
Lo invitamos desde aquí a dejar volar su corazón y comentar sus sensaciones… ¡Nos harán bien a nosotros y a todos los lectores!
