COSTA RICA, Ericka Molinari y Gloriana Gazel •
La rama de señoras de Costa Rica celebró su ideal de rama el día de Corpus Cristi* en dos eventos cargados de significado y reflexión en medio de las responsabilidades diarias, abriendo un espacio de comunicación y oración con Jesús, centro de sus vidas. Para ello se realizaron dos jornadas de Adoración al Santísimo en la Casa del Movimiento en el Santuario Familia de Esperanza en Santa Ana. —
La primera jornada orientada a las señoras pertenecientes a la rama que, por su momento de vida y compromisos laborales podían asistir a adorar a Jesús en una hermosa mañana en el auditorio de la casa del Movimiento, se reunieron para iniciar el encuentro con palabras de Ericka Molinari que introdujo el significado de ser custodia viva con su mensaje inicial.
En ese día sintieron lo que Pedro expresó ante nuestro Señor en el Tabor: “que bien se está aquí”, sin lugar a duda es un momento para sentirse amadas y cobijas por el Padre. Sentirse importantes para Él, sentir que Cristo vive en ellas. Esa custodia que lo sostiene, porta y custodia las llevó a adorarlo.
Ellas respondieron al llamado que el Señor hace a las portadoras de su palabra, para ser reflejo de su amor e infinita misericordia. Eso es lo que las señoras del Movimiento están llamadas a reflejar en sus situaciones de vida, como mujeres, madres, esposas, compañeras de trabajo y muchos otros roles que desempeñan diariamente.
Las señoras del Movimiento de Schoenstatt invitan a quienes las rodean que sientan el bienestar de estar junto a ellas, desde su santuario corazón se muestran como custodias vivas. Ellas buscan transformar el mundo desde su pequeñez, portar a Cristo y asemejarse a María.
En palabras de Jeannette Ross, representante de las señoras del “día”: el momento sirvió para elevar la conciencia o inquietud ser más conscientes en dedicar un espacio de nuestro día a día para comunicarnos, disfrutar y sentir esa comunión con Jesús Eucaristía. ¡Que increíble ser parte de ese «milagro de Amor tan Infinito» que nos regala el Padre…Tenemos que aprovecharlo!
La jornada de la noche
Para brindar un espacio de adoración para las señoras que trabajan o necesitan esperar la ayuda de sus esposos para que les apoyen con el cuido de sus hijos, se organizó la jornada de la noche. Esta ocasión fue un momento de vinculación entre ramas, pues la adoración del día la organiza la juventud de Schoenstatt. Con hermosos cantos, se unieron dos generaciones con un mismo sentimiento, un amor profundo a Jesús Eucaristía. Bajo la tenue luz del altar dentro del santuario se sintió el cobijamiento y se abrió el espacio de reflexión guiada por palabras iniciales de Gloriana Gazel para iniciar la adoración.
“Ser custodias vivas implica irradiar a Cristo como María. Ella le dio su sí, lo tuvo en su vientre, lo sostuvo en sus brazos, le ayudo a crecer en la fe y lo acompañó en la cruz. Nosotras para irradiarlo debemos encontrarnos con Él, conocerlo, amarlo, adorarlo, acunarlo como su Madre, llenarnos de Él en la adoración al Santísimo, en la Eucaristía, en la oración diaria y por eso estamos aquí, haciéndolo vida en nosotras para ser custodias vivas como María. ¡Aseméjanos a Ti y enséñanos a caminar por la vida tal como tú lo hiciste!”.
