P Antonio Cosp

Publicado el 2022-04-06 In Recordando al P. Antonio Cosp, schoenstattianos, Vida en alianza

Un pastor con olor a oveja

ARGENTINA, Juan Barbosa •

Recibí esta ilustración de Ana Adrogué de Cambaceres y produjo en mí muchas sensaciones, recuerdos y anécdotas que prometo no contar todas, pero por lo menos algunas. Realmente el P. Antonio Cosp ha sido un hacedor, un emprendedor, un motivador nato… ¡Un hombre de María con todas las letras! —

Aquel primer contacto lo mostró de cuerpo entero

P. antonio CospA finales de la década de los 80, llegaba a Córdoba con su infaltable sonrisa y sus ojos sumamente vivaces, ávidos por avanzar en la obra de María que estaba de por sí muy afirmada en la Provincia. No hacía mucho que el Movimiento Apostólico de Schoenstatt había recibido de los Palottinos una casa y su uso estaba sumamente limitado.

Con total seguridad el P. Antonio (o “PA” como solía firmar sus emails) vio en ella su primer escalón en Córdoba: ¡Esa casa debería ser el centro del Movimiento y de acción de la familia!

Hoy, el Centro Padre Kentenich muestra una actividad muy intensa con su Santuario de la Vida y la Esperanza en su predio.

El buen pastor se ponía en los hombros… ¡A la familia entera!

“Tengo dos invitados…Comemos una sopita no más”

Con mi esposa cumplíamos funciones de subjefatura dentro de la entonces Obra de Familias y con el P. Antonio trabajábamos mucho y muy bien (luego de cada reunión, a la mañana siguiente teníamos el Acta, hecha con una máquina de escribir, por debajo de la puerta…).

Un buen día nos comentó que lo estaban visitando dos padres de Schoenstatt, uno de Inglaterra y uno de Sudáfrica y que “sería lindísimo que podamos compartir una comida…Algo sencillo, una sopiiiita” (el padre siempre estiraba las vocales para enfatizar lo que decía…).

Esa noche llegaron los tres y luego de los saludos cercanos, ya que Schoenstatt es una gran familia, el padre nos dice que él no puede quedarse. ¡Nos dejaba solos con los dos padres desconocidos y que sólo uno de ellos hablaba en inglés!

¡El buen pastor uniendo a su familia y logrando un encuentro que nunca olvidaremos!

La Casa nos queda chica

El Santuario de la Solidaridad de Villa Warcalde por siempre recordará que ha sido el primero que el P. Kentenich, fundador del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, “bendijo desde el cielo” (06-10-1968). Con su visión característica, el P. Antonio vio con absoluta claridad que ese terreno, de una hectárea y media, era muy chico y debía conquistarse espiritualmente y luego económicamente, el terreno lindero. ¡Algo impensable para todos ya que se trataba de uno de igual superficie! ¡Muy caro!

Dio comienzo entonces, con su enorme ejecutividad, una campaña para lograr fondos (el primer dólar lo puso el entonces Jefe de la Juventud Masculina, hoy padre Cruz Viale) y decenas de emprendimientos se llevaron adelante con ese fin…. ¡Hasta que se dio el milagro!

El matrimonio de Marta y Augusto Reyna nunca jugaban a un juego de pronósticos deportivos (PRODE) pero decidieron probar suerte y le prometieron a la Mater que, si ganaban, pondrían todo el dinero que hiciera falta para poder comprar el terreno…

Ellos pusieron su granito de arena y… ¡La Mater se manifestó en todo su esplendor!

Recorriendo hoy el terreno donde está enclavado el santuario es imposible no hacerlo recordando al P. Antonio y su confianza absoluta dejando “Una gran parte de la responsabilidad a la querida Madre de Dios” (PJK).

¡El buen pastor ponía en sus hombros el futuro de la familia de Córdoba!

Un gran soñador, un gran motivador, un gran ejecutor…. ¡Un grande el querido padre Antonio Cosp!

Recordando al P. Antonio Cosp

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1 Responses

  1. Juan Barbosa, Córdoba, Argentina dice:

    Me gustaría seguir contando más cosas pero…..¿Y si ponen en este espacio alguna anécdota?. ¡QUÉ LINDO SERÍA!

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