PARAGUAY, Delia y Dr. Hugo Kunzle •
Despertamos con un sol radiante y mucho calor. Desde las primeras horas de la mañana, en casa de los abuelos, iniciamos la preparación de la corona de Adviento. Un domingo de fiesta, que culminó con la cena familiar y el encendido de la primera vela. —
Hoy se inicia el tiempo de Adviento, que coincide con el inicio de la novena a la Virgencita Azul de Caacupé, Patrona del Paraguay.
Desde hace unas semanas, los hogares y centros comerciales se van poniendo de fiesta y ya están adornados con luces de todos colores. Todo se adelanta, manifestó el P. Pablo Mullín (sacerdote schoenstattiano) desde el santuario Joven en la ciudad de Asunción.
Tiempo de espera activa y alegría
El Adviento es un tiempo de espera activa, de vida y de alegría; no es un tiempo penitencial, sino que la actitud es otra: Ven, Señor Jesús, te esperamos, te necesitamos. La liturgia nos manifiesta que el Señor vendrá al final de los tiempos y por eso la corona redonda nos dice que todo tiene inicio y fin. Nos recuerda que Dios es el Señor del Universo, Señor de Señores, que ha de volver al final de los tiempos a buscarnos, por eso es un tiempo de esperanza y debemos estar preparados. Que nuestras vidas en estas semanas sean esperar la presencia del Señor.
¿Qué hacemos en estas cuatro semanas, antes de la llegada de la Navidad?
Primero, armar la corona de Adviento con cuatro velas. Después, buscar qué actitud puedo tener para estar despierto. Decía el Papa Francisco, “nos despierta salir de nosotros mismos, mirar alrededor”. Sería interesante, una vez por semana, realizar conscientemente una obra de caridad, incluyendo a nuestros hijos. Podría ser llamar por teléfono, visitar a un enfermo, colaborar con algo bien concreto. Salir de nosotros, eso nos va a traer mucha luz y nos va a hacer encontrar al Señor antes de lo que nos imaginamos.
P. Pablo Mullìn
María de Adviento, ruega por nosotros y cuenta con nosotros
A María, la mujer del Adviento y de la esperanza, la debemos acompañar. Desde el santuario le pedimos que prepare nuestros corazones como la mejor cuna, el mejor establo, pequeño y humilde. Habrá muchas cosas qué ordenar para esta Navidad, pero que nos encuentre de la mano de María preparando el mejor rincón de nuestro corazón para que Jesús nazca de vuelta.
La pandemia del COVID-19 nos invita a reflexionar
Los momentos difíciles por la pandemia están volviendo en diferentes países de Europa. Paraguay, en el corazón de América del Sur, no queda exento de ellos. Lastimosamente, luego de varios meses con descensos de casos positivos por el COVID-19, en nuestro pueblo, Ciudad del Este, las camas de la Unidad de Terapia Intensiva se vuelven a llenar, muy penosamente por personas que no se aplicaron las vacunas, estando disponibles en gran cantidad en el país.
Hoy la lectura, sin embargo, muy providencialmente nos invita a la confianza, pues, aunque pasemos por tormentas en la vida, como esta tercera ola del COVID, quien dirige la historia es el Señor, que nos regala su gracia y vida en abundancia, para que mantengamos firme la esperanza de que pronto todo mejorará.
Santuario Terruño, Ciudad del Este
