El Salvador

Publicado el 2021-10-20 In Vida en alianza

La formación y educación de los discípulos misioneros que la Iglesia de hoy reclama

EL SALVADOR, P. José Luis Correa / red •

La parroquia Divino Niño en San Salvador, capital de El Salvador, ya hace años que abrió sus puertas al Movimiento de Schoenstatt. En 2016, allí se formo el primer grupo de Madrugadores del país, reuniéndose en la iglesia parroquial el primer y el tercer sábado de mes, a las 6:00 de la mañana, con el apoyo y dirección acertados del párroco, P. Edwin Henríquez. Desde dicha Parroquia cada día 18 el grupo de 40 misioneros sale a llevar a la Santísima Virgen a los hogares en San Salvador. Es lugar de reuniones, alianzas, compromisos. Este 18 de octubre, se entronizó en esta iglesia parroquial un gran imagen de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt. —

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En su homilía, el P. José Luis Correa destacó que no se trata de una advocación mariana más, ofreciendo a los fieles una definición del ser, estar y quehacer de Schoenstatt en tres líneas: “Lo más propio nuestro va en la línea de la formación y educación de los discípulos misioneros que la Iglesia de hoy reclama para la transformación del mundo, ayudando así a crear la cultura del encuentro a la que llama el Papa Francisco y que es cultura de la alianza al interno de la Iglesia (la confederación apostólica universal) y en la sociedad, la economía y la política, en el arte, en la educación, el deporte y la entretención”.

Un detalle más: pocos días antes de la entronización del cuadro de la Mater, se difundió un video para avisar sobre los nuevos reglamentos en el contexto de la pandemia. Y la Mater estaba presente… en medio de su pueblo, en medio de sus preocupaciones, alegrías y trabajos.

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Llevar a los hogares, escuelas, hospitales, etc. la presencia y la acción de la Virgen María

Compartimos la homilía del P. José Luis Correa:

Hoy celebramos a san Lucas, evangelista; es quien más nos relata cosas de la vida de la Virgen María y de su Hijo, el Niño Jesús, en el así llamado ‘Evangelio de la Infancia’.

En los primeros capítulos de ese Evangelio, Lucas nos relata el misterio de la Anunciación y Visitación.

Dos momentos directamente relacionados con la ceremonia de entronización del cuadro de la Mater, la Virgen de Schoenstatt, en esta parroquia, que le ha abierto las puertas de par en par, cosa que agradecemos a su párroco, P. Edwin y sus antecesores.

María trajo a Jesús, dio a luz, alimentó y crió al Divino Niño, y lo llevó a su pariente Isabel en la Visitación.

Las imágenes de la Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, desde la imagen grande, la ‘auxiliar’, hasta las más pequeñas, están comprometidas en llevar a los hogares, escuelas, hospitales, etc. la presencia y la acción de la Virgen María. Ella es la gran misionera, Ella obrará milagros. Sobre todo, de transformación interior, de cambios de actitud, de cambio de mentalidad.

Mediante la consagración a la Virgen de Schoenstatt, a través de la ‘alianza de amor’ con Ella, siguiendo la lógica del amor, queremos vincularnos a Ella de corazón, con todo nuestro afecto filial. ¡Ella es nuestra Madre que nos acoge y cobija, bajo su amparo!

Pero también queremos y debemos entablar una relación con Ella, nuestra educadora en la fe, que compromete nuestra autoeducación. Queremos llegar a ser personalidades libres, recias y profundamente sobrenaturales. Ella es nuestra Maestra, la que modela en nosotros al hombre nuevo en Cristo. María conduce al encuentro de su hijo para que nos asemejemos cada vez más a Él.

Hace 107 años, un día como hoy, en la capillita que servía como lugar de guarda de herramientas en el Valle de Schoenstatt, en Alemania el padre José Kentenich, le propuso a un grupo de jóvenes algo realmente novedoso e igualmente arriesgado.

Les dijo que quería convertir ese lugar en un lugar de peregrinación (o sea un santuario) y pedirle a la Virgen María que tomara posesión del mismo. Esto sin mediar nada extraordinario, como alguna aparición o visión ¿Cómo ocurriría entonces eso?

Les dijo que podrían ejercer una influencia sobre el cielo ofreciendo su esfuerzo por la santidad de la vida diaria a través del fiel y fidelísimo cumplimiento del deber de estado.

Efectivamente el Movimiento de Schoenstatt tiene ya 3 beatos y varios siervos de Dios, en proceso de que la Iglesia reconozca su vida de santidad, la cual llevaron desde nuestra espiritualidad y con nuestra pedagogía de la fe. Una fe práctica, activa en la Divina Providencia.

Ese acontecimiento fundacional del 18 de octubre de 1914 es llamado alianza de amor con María (la forma de consagración que usamos en Schoenstatt) y esa capillita de san Miguel (así se llamaba) es el Santuario Original del Movimiento de Schoenstatt.

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Para la transformación del mundo

San SalvadorEl Movimiento se originó a partir de lo que ahí ocurrió y tiene en ese lugar su fuente de inspiración permanente. Son cientos de miles de personas las que han peregrinado en el transcurso de este siglo y algo, experimentando la presencia y la acción de Dios a través de la intercesión de la Virgen María, recibiendo las gracias que ahí reparte: acogimiento (cobijamiento), transformación interior y envío y fecundidad apostólica.

El Movimiento de Schoenstatt, al cual pertenece la imagen de la Mater, la Virgen de Schoenstatt no es una devoción o una piedad mariana más. Lo más propio nuestro va en la línea de la formación y educación de los discípulos misioneros que la Iglesia de hoy reclama para la transformación del mundo, ayudando así a crear la cultura del encuentro a la que llama el Papa Francisco y que es cultura de la alianza al interno de la Iglesia (la confederación apostólica universal) y en la sociedad, en la economía y la política, en el arte y la educación, el deporte y la entretención.

Eso se vivencia hoy en y a partir de cada santuario de Schoenstatt (las más de 200 réplicas del Santuario Original en los 5 continentes, y por ahora, sólo uno en Centroamérica) y los miles de ‘Santuario Hogar’, ‘Santuarios Habitación’ y ‘Santuarios del Trabajo’.

Estoy cierto y esperanzado que este paso de la entronización del cuadro de la Mater en forma oficial y solemne, constituirá un paso importante para la búsqueda de un lugar (terreno y dinero) para la construcción del anhelado y necesitado Santuario de la Mater en El Salvador Dios así lo permita con la colaboración activa y comprometida de todos nosotros.

Para ello existen agrupaciones en el Movimiento: para adultos está la Rama de Matrimonios, la Rama de Señoras y la Rama de Hombres; hay grupos de jóvenes (escolares, universitarios y profesionales), así como hay también madrugadores y peregrinos. Junto a esos laicos, participan en el Movimiento, religiosas y consagrados, sacerdotes diocesanos y diáconos permanentes, obispos y cardenales.

Rezamos una oración del padre Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt:

“Madre, con tu Hijo Divino desciende a los caminos de nuestra patria para que, siguiendo vuestras huellas, encuentre la paz verdadera y estable.
Patria, sólo tendrás salvación si, en amor, te unes a María y a su Hijo. Amén”.

 

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1 Responses

  1. Charlene Ramírez dice:

    Felices con esta intronizacion de la Mater. Ella sigue conquistando los corazones centroamericanos ❤️

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