P Tiago

Publicado el 2021-01-08 In schoenstattianos, Vida en alianza

En memoria agradecida al P. Tiago Frescata

PORTUGAL/ARGENTINA, P. Alberto Eronti •

He visto que en schoenstatt.org salió el anuncio de la partida del P. Tiago Frescata, esto me dio la idea de enviarle lo que escribí para la Familia de Lisboa por si le sirve”, escribió el P. Alberto Eronti en la tarde del 7 de enero a Monina Crivelli. En tiempos anteriores, el número de visitas a la tumba de un fallecido hablaba de su fama de santidad. El número de pésames, saludos, recuerdos que el P. Tiago recibió en las horas después de la publicación del artículo con motivo de su fallecimiento, habla de su fama de sacerdote y Padre de Schoenstatt querido, amado y fecundo. —

Publicamos con gran gratitud lo escrito por el P. Alberto Eronti, quien hace 48 años bautizó a Tiago Frescata y estuvo presente en su ordenación sacerdotal en 2004.

Partió siguiendo la Estrella                              

Cuando esta madrugada llegó la noticia de la pascua del P. Tiago, vinieron a mi mente un pensamiento y un recuerdo. El pensamiento fue: “partió siguiendo la Estrella”. Es la Estrella que marcó toda su vida: María, la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt. Seguir esta Estrella es tener la certeza de ser, como expresa el padre José Kentenich, ser “sumergidos en la hondura de Cristo”. Esta es la experiencia de vida del P. Tiago.

El recuerdo. Hace años, tras el sepelio de un familiar, fui a saludar y abrazar a su anciana madre viuda, que no había podido asistir. Tras el saludo y el silencio consiguiente, alzó su cabeza y me susurró: “Perder al esposo es muy duro, pero perder un hijo es algo que lastima la entraña”. Luego agregó: “Lo esperable es que los padres partan primero, pero para que parta un hijo no estamos preparados”.

Me sentí siempre muy ligado a él, más aún cuando decidió ser sacerdote del Monte Sion. Desde que supe de su enfermedad, acompañé al P. Tiago y sus padres y familiares con mi oración de súplica, lo único que podemos hacer en una situación como esta. Sabía que la noticia de su partida podía llegar en cualquier momento. Hoy aconteció ese momento y “oí” en mi interior, como dijera aquella madre, las palabras de Dios pronunciadas por el profeta: “¡Ay, mis entrañas, mis entrañas!”.

Una bendición para muchos

Tuve la gracia y la alegría de haber bautizado al P. Tiago, como también, gracias a la extrema delicadeza de sus padres, asistir y acompañarlo en su ordenación sacerdotal. Su sacerdocio recién estrenado repercutió en el mío, como una fuerza de amor joven y esperanzador.

Su rostro siempre juvenil y sonriente, su ser y hacer sacerdotal, sus horas de entrega sirviendo incansablemente a aquellos que el Padre le había encomendado, como lo hiciera Jesús, son rasgos que permanecerán en nosotros. Consciente de que “su ser y su vida repercutía” sobre los que llegaban a él, hoy podemos decir, no sin dolor pero serena alegría, que el P. Tiago fue “una bendición para muchos”. Claro que lo extrañaremos, pero nada apagará su sonrisa, expresión de una alegría que brotaba de su alma.

Tras un año, el 2020, en que nuestra familia de Sion vivió la partida de hermanos muy queridos, este 2021 se inicia con la partida del P. Tiago. Me uno a la oración de todos por su eterno descanso. A la vez que le pido que suplique al Dios Amor y a nuestra Madre para que quienes aún peregrinamos podamos llegar un día a la “Casa del Padre”, donde “lugar para todos”. Será el instante del reencuentro, donde no habrá “llanto, ni muerte, ni separación”

Abrazo a sus hermanos de curso, a sus padres a quienes me une un afecto entrañable, a toda su familia y a la Familia de Schoenstatt de Lisboa, donde nació y creció su vocación. Que nuestra Mater lo acune, como a su Niño muy querido. ¡Amén!

 

P. Alberto E. Eronti, 7 de enero de 2021

Recordando al P. Tiago Frescata

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3 Responses

  1. María Paz Pruneda dice:

    Aun no lo podemos creer , somos un matrimonio de Chile ,el cual nos guio nos conoció de novios y bautizo a nuestro primer hijo ,siempre P. Tiago fue muy generoso con nosotros ,con su fe y con mostrarnos al Señor aliado para nuestro camino matrimonial.
    Siempre lo llevaremos en nuestro corazón h en nuestros recuerdos, un abrazo a la familia.

  2. Paz Leiva dice:

    Querido padre Alberto:
    Gracias por este testimonio, lleno de gratitud y esperanza. No conocí al padre Tiago, pero son muchos los que nos han hablado de él y los que lloran su partida. Mi más sentido sentido pésame a todos ellos, a todos los que lo habéis conocido.

  3. Monina Crivelli dice:

    Qué lindo testimonio! He tenido la gracia de conocerlo a Tiago en el noviciado y más tarde lo encontré, simpre tan alegre y entusiasta, con una entrega a la Mater envidiable. Gracias, Tiago, te vamos a extrañar, como dice el P. Alberto

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