Alianzas y cambio de asesora en la Juventud Femenina de Costa Rica

COSTA RICA, Margarita de Escorriola  •

 El pasado 8 de diciembre, día de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, la Juventud Femenina Universitaria de Costa Rica se reunió en el santuario “Familia de Esperanza” para participar en una misa de acción de gracias y celebrar la consagración de ocho jóvenes militantes (miembros).—

Con esta especial Eucaristía, oficiada por el asesor nacional de la Juventud Femenina de Costa Rica, el P. José Luis Correa, las universitarias celebraron el cierre del año, que estuvo lleno de retos, pero también de regalos y crecimiento. A la luz de la fe práctica en la Divina Providencia se puede reconocer que este fue un año en el que la fidelidad de la Mater llevó a las chicas por donde más lo necesitaban. Al respecto, el P. José Luis, expresó en su homilía: “Hoy se clausura un año especial, de trabajo, de crecimiento, de mucha creatividad pastoral. Es muy interesante… que justo en este año una cantidad enorme de universitarias de Schoenstatt, aquí en Costa Rica, haya preparado y bendecido su santuario habitación, esa fue una corriente de vida que se suscitó este año”.

Como siempre, la Virgen María se mantuvo fiel, pero también las jóvenes de la rama lo hicieron y muestra de ello son las ocho chicas que se consagraron como militantes (miembros) de la Juventud Femenina, quienes manifestaron, llenas de alegría y gratitud, su decisión de profundizar su alianza de amor con María para servir como las más pequeñas de la rama y para llevar a cada integrante el amor más grande, el amor de Dios. Con esta renovación de la alianza más profunda, estas jóvenes se incorporan más hondamente a la misión de Schoenstatt y se comprometen a encarnar más en ellas los rasgos de María. Con eso nos regalan un verdadero “alégrate” a todos.

Asesora saliente, asesora nueva

Agradecimiento a la asesora saliente

Al finalizar la Eucaristía, las jóvenes universitarias aprovecharon la oportunidad para agradecer a las dirigentes y a la jefa de rama, que a lo largo del año permanecieron fieles en su entrega. Luego, entre aplausos, pidieron pasar al frente a Rosa Lobo, asesora nacional de la rama de Juventud Femenina de Costa Rica, quien después de cinco años, participaba en su última actividad de Juventud Femenina como asesora, ya que en enero iniciará en esas funciones la nueva asesora nacional de Juventud Femenina, Maricruz García, miembro del Instituto de Familias.

El cariñoso y sincero reconocimiento a Rosa fue el mejor cierre para celebrar un año de fidelidad, entrega y compromiso, ya que estas son solo algunas de las actitudes que Rosa ha enseñado a la Juventud Femenina con su ejemplo, tal y como lo expresara Ana Lucía Piza, jefa de rama de la Juventud Femenina universitaria: “Hoy  es el mejor día para celebrar a una mujer muy importante para nosotras, una mujer que ha sido una segunda mamá, a la cual le tenemos que agradecer infinitamente porque ha sido el hombro que ha estado para todas, la que nos da el claro ejemplo de “Madre, quien me mire te vea”. Ver a Rosa es ver a una pequeña María”. Junto con estas hermosas y significativas palabras, las chicas le entregaron un cuaderno en donde cada chica de la rama le escribió una carta expresándole su agradecimiento.

Por último, las chicas proyectaron sobre la pared del santuario un video en el que dieron, una a una, su agradecimiento a Rosa por iluminar sus caminos e impulsarlas a transformar sus corazones para asemejarse más a María. Para finalizar la emotiva celebración, las asesoras saliente y entrante se fundieron en un abrazo en el santuario, con la alegría de quienes saben que comparten un tesoro: el corazón de las chicas.

¡Alégrate, Juventud Femenina!