Publicado el 2020-09-19 In Vida en alianza

La familia de Córdoba “agrandó la casa”

ARGENTINA, Juan Barbosa •

Luego de un tiempo de espera que parecía no terminar nunca, el pasado 12 de septiembre quedó bendecida la ampliación de la Capilla Nuestra Señora de Schoenstatt, en el predio donde se encuentra el Santuario de la Vida y la Esperanza, en Cerro de las Rosas, Córdoba. Atrás quedaron días de suspensión de la obra, de aislamiento total por la pandemia, de ansiedades contenidas… Hoy se vive una alegría que contagia porque la capilla grande ya es una realidad. —

Un sueño acunado durante años

El predio del Centro P. Kentenich (CPK) es amplio. Allí se encuentra la casa de los padres de Schoenstatt, el santuario, la casa del movimiento y la capilla. Desde aquella estructura original, la capilla ha tenido distintas modificaciones debido al crecimiento de los asistentes a las celebraciones, a las constantes actualizaciones de estructuras de sonido, la parquización, etc. Ya antes de la pandemia comenzaba a quedar chico y muchas personas escuchaban (y no veían) la misa desde afuera. Esto se agudizaba los días de lluvia o de frío, por lo que era necesario ampliar la capilla. ¡Qué fantástico “problema” es que una iglesia quede chica…!

Y la Mater acompañó en el “manos a la obra”

Como bien explicó el P. Pablo Mori, celebrante principal en la santa misa de bendición de la ampliación (el altar será ungido cuando la situación de pandemia permita la concurrencia de un obispo), seguramente María no estaba feliz al ver que muchos hijos que asistían a la Casa del Señor no podían hacerlo visualmente porque estaban afuera o sufrían los efectos de las lluvias y el frío. Fue entonces que la familia se movilizó tras un sueño y María no solo acompañó, sino que se puso al frente del proyecto, enviando “soldados” que permitían los avances en cada paso, ya sea material como, fundamentalmente, con la oración.

Día de reencuentros y de prudentes festejos

La Misa, concelebrada por los padres Pablo Gerardo Pérez y Cruz Viale, fue muy emotiva, no solo por la alegría contagiosa de estrenar un lugar nuevo y amplio sino también por el reencuentro de integrantes de “la vieja guardia” junto a los más nuevos. ¡Un verdadero clima de familia junto a la Madre que los congrega!

Los medios de cuidado que impone la cuarentena (barbijo, distancia social, pocos asistentes) se respetaron con toda rigurosidad pero en las miradas, la alegría escapaba de cada persona por reencontrarse en Ella, verdadera razón de esa fiesta.

“La imagen de la Mater es más grande –decía el P. Pablo Mori con voz entrecortada- ya que quisimos que se viera muy bien desde todos los ángulos. La imagen de la Mater es más grande porque Ella es grande, muy grande y reina sobre todos sus hijos con su abrazo de madre”.

En medio de la situación difícil que atraviesa el mundo… Se vivió una verdadera fiesta en los corazones cordobeses y de quienes siguieron la misa por Youtube, en el día en que la Iglesia celebró el Santo Nombre de María.

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