Publicado el 2020-04-29 In Vida en alianza

El coraje de soñar

ITALIA, Pamela Fabiano •

En tiempos de pandemia, el presidente Mattarella confiere el título de alférez a Maria Lucrezia Rallo, dirigente de las Apóstoles de María en Sicilia.

Como todos los años, incluso en este de pandemia, el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, ha otorgado 25 certificados de honor de «Alférez de la República» a jóvenes que se han distinguido como constructores de la comunidad a través de su testimonio, su compromiso, sus acciones valientes y solidarias. Son jóvenes que representan modelos positivos de ciudadanía y que son ejemplos de los muchos chicos, merecedores,  presentes en nuestro país. Entre los miembros de este año, con emoción y enorme gratitud, encontramos a una joven chica de la Juventud Femenina italiana.

“Maria Lucrezia Rallo, 17 años, residente en Marineo (PA) – Por el talento demostrado en escritura y poesía, un talento que ha logrado unir con un compromiso de ciudadanía activa y acciones concretas de voluntariado y solidaridad”.

Después de un momento inicial de alegría, sorpresa y miles de llamadas telefónicas y mensajes de felicitación, Maria Lucrezia  ha encontrado el tiempo para responder nuestras preguntas y contarnos  sus emociones y su historia.

Maria Lucrezia, cuéntanos cómo recibiste la noticia y cómo te sentiste al leer  acerca de este honor

Ha sido una mágica sorpresa. ¡En la mañana del 22 de abril, una llamada desde el  Quirinale me ha dado una alegría inmensa!

¡Papá respondió a este número, algo extrañado, y cuando le comunicaron la noticia, de la fuerte emoción, pidió que le repitieran todo dos veces! El problema era hacerme entender que no era una broma, sino una realidad. ¿Quién podría creer que se había convertido en una alférez así, de improviso? Ser una alférez de la República italiana solo puede ser un honor, pero también es una hermosa responsabilidad. He sido reconocida como un «ejemplo positivo» para la comunidad y esto solo puede ser un motor interior que espero pueda siempre llevarme al mejoramiento personal y a un compromiso creciente con mi comunidad.

Los motivos de este honor son «Por el talento que se muestra en la escritura y la poesía, un talento que ha logrado unir con un compromiso de ciudadanía activa y acciones concretas de voluntariado y solidaridad». ¿Cuáles son, según tu opinión, los talentos de los jóvenes italianos hoy, y qué crees que puedes contarles con base en tu experiencia?

 La motivación me describe completamente y es muy lindo poder leer estas palabras que simplemente describen muchos sacrificios, pero también muchos momentos hermosos, hechos de pasión y amor por los demás. Nosotros, los jóvenes, tenemos verdaderamente muchas cualidades hermosas, pero sobre todo todavía tenemos el coraje de soñar. Algunos adultos nos describen como «con nada que hacer», pero no es así. Queremos mejorar nuestro mundo porque lo amamos y porque todavía  logramos  maravillarnos de las pequeñas cosas. Lo que quiero decir a todos los chicos es que cada uno de nosotros es diferente, pero en su diversidad es especial. Hay algo dentro de nosotros que brilla y nos hace brillar, pero esto solo sucede si aprendemos a afirmarnos y amarnos. Solo si aprendemos a amarnos unos a otros podemos procurar que otros se amen y se respeten.

 Tu vida está firmemente entrelazada con la experiencia cristiana, a lo largo del camino del Movimiento de Schoenstatt. Como cristiana y schoenstattiana italiana, ¿cómo vives estos meses de aislamiento debido a la pandemia de Covid-19?

 Es un momento de gran prueba, pero más que nunca siento a Dios y a la Mater cercanos. Mis jornadas están llenas de estudio. Trato de mantenerme ocupada junto con mi familia y estoy redescubriendo una nueva espiritualidad. Fue muy conmovedor ver la Plaza de San Pedro en el silencio de una tarde lluviosa y un hombre vestido de cándido blanco cruzarla con una gran fe en su corazón: todos estábamos con él, independientemente de  todo. Siendo, entonces, responsable del primer grupo de Apóstoles de María en Italia, busqué con ellos métodos alternativos para poder continuar nuestra misión. ¡Nos vemos a través de videollamadas y estamos más unidas que nunca! El Señor hace milagros. Oramos intensamente para que todo termine pronto y que algún día (espero que no demasiado lejos) podamos abrazarnos de nuevo.

Original: italiano, 28/04/2020. Traducción: Ana María Ghiggi/es, Santa Fe, Argentina

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