Publicado el 2020-03-12 In Vida en alianza

Llegó desde muy lejos la campana para el santuario de Santa Cruz de la Sierra

BOLIVIA, Mary Luz y Guillermo Montero •

A principio del año pasado,  del 2019, nuestros hijos Guillermo, Martin, Carolina y Mariela Montero Kuscevic, ante la preocupación de la Familia Schoenstattiana por buscar financiamiento de varios artículos para la construcción del santuario para la Mater, decidieron  ayudar a la Juventud Femenina a conquistar y de hecho, compraron la campana que se colocará en la parte superior del santuario que se está construyendo en nuestra Santa Cruz, Bolivia. Esta es la historia de cómo llegó una campana muy especial y desde muy lejos.—

Ellos encomendaron la adquisición de la preciada campana a Guillermo, que por su trabajo de Piloto de OMAN AIR viaja constantemente a la India y Nepal.  En octubre del año pasado, en uno de sus viajes de itinerario, decidió adquirir la campana en Katmandú, Nepal, conforme a las especificaciones que le dimos.   Pesa 8.3 kilogramas, mide 25 centímetros de diámetro por 30 centímetros de alto.

Hecha por los expertos tibetanos      

La campana -fabricada en El Tíbet-, fue adquirida en Katmandú, Nepal. Nos han dado muchas explicaciones sobre el material utilizado en su fabricación, a saber, es una aleación de varios metales como el bronce, aluminio, níquel, latón, zinc, etc. Fue fabricada por los Monjes Tibetanos, a muy alta temperatura, para darle su forma y consistencia, así como el sonido o el tañer muy agudo, con gran poder de vibración que se prolonga en el tiempo de forma impresionante.  A través del tiempo, las campanas han tenido distintos usos en nuestra Iglesia Católica con la campana se convoca a la feligresía a la oración, a celebrar festividades o se repica el duelo.

Para nosotros, el tañer de esa campana en nuestro santuario será el símbolo de que el Dios Trino habita en la casa de nuestra Mater donde Ella nos acoge, nos transforma interiormente y nos envía como apóstoles siguiendo nuestro lema: Jenecherú, fuego vivo de esperanza.

Traer una campana desde Nepal hasta Santa Cruz no fue fácil

No quisiera terminar, sin comentarles el periplo de la campana desde Katmandú, Nepal, en la maletita de mano de Guillermo. La protegió con un poco de ropa hasta Muscat, Oman. Luego, ya en la víspera de Navidad la llevó a Washington DC, USA, donde la recibimos nosotros dos. Desde Washington la trajimos hasta Santa Cruz, Bolivia,  en la misma valija de mano. Sin embargo,  al hacer escala en Panamá, durante el día, salimos del aeropuerto a la ciudad con la maletita de mano. Cuando quisimos volver a ingresar para tomar el vuelo a Santa Cruz, no nos permitían llevar la campana como equipaje de mano, sino que exigían que debería haber sido despachada como carga y en ese momento ya era imposible hacer ese trámite.  La cara de súplica que puso Mary Luz ante la Autoridad no los conmovía en lo mínimo, la respuesta negativa era la constante, pero ya al  final, cuando sí o sí teníamos que embarcar para no perder el vuelo, la  “entrega decidida del problema, de la campana a la MATER”, viabilizó el paso y escuchamos al oficial decir: “bueno, pase, señora.” Para ese momento ya todos los pasajeros habían abordado la aeronave que nos traería a Santa Cruz. En el último minuto en que se cerraba la puerta, llegó corriendo Mary Luz, fatigada, pero feliz, con la campana de la Mater a cuestas.

La mañana del 08 de marzo del 2020, a dos meses de la Consagración del santuario,  la campana fue bendecida por Mons. Stanislaw Dowlaszewicz.

 

Fotos: Luico Egüez

Etiquetas: , , , , , ,

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *