Publicado el 2020-01-24 In Vida en alianza

Un hito en la historia de fundación de Schoenstatt en El Salvador

EL SALVADOR, Isidro Perera •

El pasado lunes 13 de enero, la familia de Schoenstatt en El Salvador vivió un hito importante en su historia de fundación. El primer grupo de matrimonios en el país selló la Alianza de Amor con la Mater. —

Ya muchas personas de la Rama de Señoras y muchos misioneros de la Campaña de la Virgen Peregrina habían sellado su Alianza de Amor en El Salvador, y recién ahora en enero del 2020 seis matrimonios ofrecieron sus corazones a la Mater.

Este fue el segundo grupo de la Rama de Familias que se formó en el país centroamericano y su camino de formación se inició precisamente un 18 de octubre del año 2017.

Amigos al servicio de la Mater

Luego de dos años de preparación, dos años de crecimiento en lo espiritual y en lo comunitario, estos primeros aliados de la Mater han vivido experiencias muy lindas como el nacimiento de los primeros hijos en dos de los matrimonios, la muerte de miembros de sus familias, cambios de trabajo y cientos de experiencias que Dios les ha regalado para construir una verdadera comunidad de corazones.

El día sábado 11 de enero, y previo a su alianza, el grupo G2 de El Salvador realizó una jornada para discernir y encontrar el nombre de su grupo y el ideal que Dios había escogido para ellos desde la eternidad.

“Sirviendo en familia de la mano con María” fue el ideal que el grupo logró descubrir, y por eso su nombre es “Amigos al servicio de la Mater”.

Su oración de Alianza, que formularon y regalaron a la Mater el lunes 13, dice: “Danos los ojos para ver el mundo como Tú, entregando nuestra vida a tu servicio y a los carismas del padre Kentenich, con alegría, con fe y con amor”.

Una actitud fundamental para fundadores

“El haber podido compartir con el grupo esta jornada ese sábado previo a su consagración fue un regalo para nosotros” nos dice Patricia de Perera, quien junto con su esposo Isidro han tenido no solo la misión apostólica de colaborar en la fundación del movimiento en El Salvador junto al padre José Luis Correa, sino también han sido los monitores de los dos primeros grupos de matrimonios en este país.

«Fue maravilloso ver como el Espíritu Santo y la Mater fueron conduciendo a estos matrimonios a encontrar su ideal y su nombre. Los hemos acompañado y compartido con ellos estos dos años, y a pesar de lo que dificulta la distancia geográfica, somos testigos y estamos más que convencidos que ese ideal y nombre es perfecto para ellos. Es un nombre que refleja esa comunidad de corazones que han logrado construir en este corto tiempo, y refleja ese anhelo apostólico que, en lo individual y en lo comunitario, tienen algo que en las condiciones de fundación y crecimiento del movimiento en El Salvador es fundamental”, menciona Patricia de Perera.

El P. José Luis Correa Lira, Asesor Nacional del Movimiento en Costa Rica y en Centroamérica, presidió la Eucaristía y el rito de Alianza en la capilla del Instituto Emiliani de la Orden de los Padres Somascos, y fueron acompañados por familiares, amigos y miembros de la familia de Schoenstatt de El Salvador.

«Confío en el Señor que esta primera Alianza de Amor en la Rama de Familias de El Salvador, dará frutos abundantes y marcará el inicio de muchas más que vendrán… En El Salvador cada vez más corazones se están cobijando con el manto maternal de nuestra Madre y Reina,” comenta Lee Aguiñada Bernal quien es el coordinador arquidiocesano del Movimiento en dicho país y pertenece a la Rama de Jóvenes Profesionales.

Yo me he comprometido a trabajar con ella.

Qué mejor manera de poder entender el aporte de Schoenstatt a la sociedad y lo vivido esa noche que el testimonio de Roxana Hernández, quien junto con su esposo Eduardo Barraza, sellaron su Alianza de Amor.

“Desde pequeña mis padres me inculcaron el amor a Dios, y desde niña conocí y supe que la Santísima Virgen María era importante en mi vida. En la adolescencia la amé más, esto derivado de un retiro espiritual de Jóvenes; en la universidad volví a sentirla muy cerca pero nunca me imaginé que ella seguía ahí, queriendo que yo conociera más de ella, la amara más, confiara más en ella y me comprometiera con ella.

Hace casi 3 años, durante mi embarazo y en medio de complicaciones con mi bebé, un hermano de comunidad me compartió la novena “La primavera de Dios”, que es para mujeres embarazadas y se hace cada mes que transcurre del embarazo. Él ya me había contado un poco de Schoenstatt y sin dudarlo, la hice. La repetía cada vez que podía y sentía tanta paz y tranquilidad que Dios y la Virgen la cuidaban a ella y a mí.

En esos días, recibí la invitación a una reunión de matrimonios de Schoenstatt y asistimos con mi esposo desde entonces. Mi bebé ahora es una niña de casi 2 años, está sana y yo sé que la Mater ha tenido que ver en todo esto.

Finalmente, he sellado mi Alianza de amor con la Mater. En el momento de entregarle mi oración, no pude contener mis lágrimas de agradecimiento por tanta protección a mi familia y a mí, y de felicidad por tener la oportunidad de sellar para siempre mi amor por ella. Sentí realmente que ella en ese momento estaba ahí y me escuchaba, sentí la seguridad de que, en adelante, Ella seguirá encargándose de mí, y yo me he comprometido a trabajar con ella. La Alianza con la Mater ha marcado un cambio definitivamente. Me siento confiada totalmente en la Divina Providencia y en ella, y sé que me mantendrá más cerca de Dios para poder servirle desde donde el Señor y ella quieran”.

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1 Responses

  1. Familia de El Salvador, seguimos sus pasos con mucho entusiasmo y rezamos por la fecundidad de su Alianza de Amor.
    ¡Reciban un abrazo fraternal desde Bolivia!

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