Publicado el 2019-09-02 In Campaña, Vida en alianza

La coronación de la Reina de la Luz ilumina el cuadragésimo aniversario en Nueva York

Estados Unidos. Hnas. M. Barbara y M. Jessica Swedzinski •

El domingo 25 de agosto de 2019 la familia de Schoenstatt de la ciudad de Nueva York y estados circunvecinos se reunió en el santuario Candelaria, en Staten Island, para volver a coronar a la Santísima Virgen como Reina de la Luz. Esta celebración de la alianza de amor se preparó desde hace varios meses para que una parte integral fuera el intercambio de ofrecimientos y peticiones de nuestra parte a Nuestra Señora Tres Veces Admirable, Reina y Victoriosa de Schoenstatt, con sus seis promesas de alianza y peticiones hacia nosotros. Varias parroquias y grupos del apostolado de la Virgen Peregrina fueron visitados durante agosto para invitar a los hispanoparlantes al 40 aniversario. —

¡Todo resultó perfecto como una rosa!

Las oraciones tuvieron respuesta cuando no llegó a tiempo el primer pedido de rosas y fue necesario comprar 100 la mañana anterior a la celebración. Las Hnas. M. Jessica y Marta Luciano encontraron la florería Ocean View Flowers, que está literalmente en una rampa de salida cerca de Coney Island. La Hna. Mary Martha usó las rosas para preparar un trono a la altura del evento en el santuario. Otra gran respuesta a las plegarias fue el extraordinario clima ¡Qué regalo fue tener un día con clima perfecto, ya que ese no ha sido el caso en Nueva York este año!

Recordando y celebrando los sacrificios

La gente llegó alrededor de las 10:00 am. Algunos fueron primero al número 1000 de la avenida Castleton, donde está el primer memorial del fundador en todo el mundo. Arismendy Taveras empezó ahí la celebración. Posteriormente, el grupo hispano se encaminó en procesión con la corona al auditorio de la escuela del Sagrado Corazón, donde la maestra de ceremonias Wanda Ortiz hizo las presentaciones y la Hna. M. Georgina se dirigió a un grupo de más de 120 personas. Al mismo tiempo, la Hna. M. Barbara dio su charla a un grupo de unas 20 personas angloparlantes que había permanecido en el santuario de la Luz. La hermana habló de la historia de cuarenta años de la corona, regalo personal del P. Kentenich a su Familia de Schoenstatt ahí en Staten Island.   Explicó entonces cómo se llevaría a cabo la ceremonia con el ofrecimiento de regalos espirituales, papeletas de peticiones y la procesión desde el auditorio hasta la ceremonia de coronación en el santuario.

Después de las charlas, todos disfrutaron de conversar y recorrer el lugar al tiempo que almorzaban. Los angloparlantes permanecieron en la sala bajo el santuario y los de habla hispana se reunieron en la cafetería de la escuela, donde se ofrecieron muchos testimonios espontáneos. Por ejemplo, Teodula Vazquez trajo la corona que ella y sus hijos hicieron para la coronación inicial. Cada elemento de la corona representaba un sacrificio. Este es un excelente ejemplo de la corriente de coronación que penetró en las vidas de los primeros schoenstattianos en Nueva York. Tawanna Ortega estuvo ahí y compartió experiencias de sus primeros años como una jovencita en Schoenstatt. Janet Tetlus contribuyó con comentarios adicionales.

Antes de que empezará la misa en el auditorio, poco después de la 1:00 pm, se le presentaron a la Hna. M. Georgina muestras de aprecio por el tiempo, amor y esfuerzo que le ha dedicado a desarrollar Schoenstatt en toda la ciudad y más allá. El número de personas subió a 200 cuando las mentes y los corazones se unieron en la misa del domingo 21 del tiempo ordinario. Un coro de cinco personas y un guitarrista cantaron varias melodías. El P. Hugo Tagle, un padre de Schoenstatt chileno, que trabaja en Austin, Texas, dio la homilía, donde combinó la importancia de saber cuál camino conduce a la salvación, la ley de la puerta abierta y la importancia histórica de confiar ciegamente en que la Mater intercederá para producir nuevos milagros.

¡La ceremonia de coronación en vivo!

Después de la misa, la procesión al santuario fue encabezada por Kirnelys, que cargaba la corona, los schoenstattianos pioneros, las personas que habían recientemente sellado sus alianzas de amor, sus poderes en blanco o habían sido implantadas en el Mariengarten. Todos los demás los siguieron. A cada persona se le dio un librito con la ceremonia tanto en inglés como en español. Cada una de las primeras personas en la procesión llevaba una rosa y un distintivo de la corona, para que se entregaran en el santuario. Otros se encaminaron al patio trasero, donde vieron y experimentaron estar presentes en el santuario mediante una transmisión de televisión de circuito cerrado (orquestada por Efraín Ortiz). El P. Hugo Tagle colocó la corona en la imagen de la Mater como Reina de la Luz.

Hubo incluso la oportunidad para una participación a larga distancia mientras se desarrollaba la ceremonia, mediante la sugerencia de usar un teléfono celular para contactar a uno de los líderes en Florida.  ¡Theresa estaba tan feliz por eso que lloró! Después de la solemne coronación, la gente en el santuario salió por la parte trasera, para permitir a los que estaban afuera entrar y presentar sus respetos a la Virgen vuelta a coronar, ofrecerle sus regalos espirituales y dejarle sus peticiones por escrito.

Una familia celebra, limpia y se pone en marcha

El gran patio trasero quedó ideal para la convivencia, al tiempo que se servían pastel, café y gaseosas, que fueron aportados por diferentes grupos. También hubo la oportunidad de visitar a los proveedores, que se instalaron bajo carpas de un anaranjado brillante. Todos disfrutaron del ambiente relajado, conversaron unos con otros y tomaron fotografías mientras los niños se mecían en los columpios y las madres con hijos pequeños acomodaban sus carriolas cerca del mirador y charlaban entre ellas. Mientras tanto, quince imágenes de la Virgen Peregrina para hispanoparlantes se enviaron desde el santuario de la Luz y se comisionaron o re-comisionaron a los coordinadores (misioneros).

La gente estuvo tan dispuesta y fue tan industriosa para limpiar que para las 5:00 pm las sillas ya estaban almacenadas, las cuatro carpas desmanteladas, la pantalla de regreso en su lugar, las bancas del santuario ordenadas, los pasillos y baños limpios y el pastel de merengue relleno de guayaba de Verónica y Luis fue enviado a casa con los trabajadores (gracias al corazón generoso de la Hna. M. Vanessa), y las últimas personas se despedían de la Hna. M. Georgina al tomar el transporte público.

¡El padre sabe lo que es mejor!

Todos queríamos quedarnos en el santuario de la Luz un poco más mientras las palabras del P. Kentenich corrían por nuestros corazones y mentes: “Vean aquí esta corona maravillosamente bella. La recibirán cuando hayan cumplido con nuestra petición. Si no la cumplen, no recibirán ninguna corona. Por lo tanto, si tienen el anhelo de recibir una corona muy pronto, una corona, una hermosísima corona, ustedes saben qué tienen que hacer”.

Las Hermanas y el Movimiento de Nueva York han experimentado el cuidado maternal, la influencia de la Reina y la poderosa victoria de la Mater. Todos podríamos orar con nuestro padre y fundador: “Con sentido amor te agradezco, Madre querida…”

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Original: inglés, 1.9.2019. Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México

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