Publicado el 2018-06-02 In Vida en alianza

Un día de rosas en vísperas de las elecciones presidenciales en Colombia

COLOMBIA, Consuelo Iturrieta •

¡Nuestra Mater camina por las calles de Bogotá en Colombia! ¡Y los colombianos la siguen, a 2.700 metros de altura, para llegar al cielo! En vísperas de las elecciones presidenciales, en este tiempo crucial para el proceso de paz, se bendijo la primera ermita de la Madre Tres veces Admirable de Schoenstatt en Bogotá. —

Schoenstatt ha irrumpido en la capital colombiana y la Mater llegó para quedarse. La Familia de Schoenstatt, convocada y liderada por la Juventud Femenina, construyó la primera ermita a la Mater y la consagró en el jardín de la casa, ubicada en el barrio Niza. Desde ese pequeño lugar, la naciente juventud le regala a los colombianos un espacio de acogida para que nuestra Reina pueda ir conquistando cada vez más corazones.

Alrededor de 70 personas participaron de este gran día, sábado 26 de mayo del Mes de María, para celebrar a la Reina y regalarle un lugar al aire libre; pidiéndole con ello la gracia de hacer crecer la juventud y, a su vez, unirse en oración por las elecciones presidenciales de Colombia, que se realizarían al día siguiente (domingo 27 de mayo). Un día histórico para el Movimiento de Schoenstatt en Bogotá.

Procesión entre transeúntes y vecinos perplejos

Mientras el sol inundaba cada rincón de la ciudad, se inició la jornada a las 10:00 am con una procesión por las calles del barrio, presidida por la imagen de la Mater que se iba a bendecir, que era cargada por dos integrantes de la rama de matrimonios, padres de la juventud femenina.

La Reina fue escoltada por niños, niñas y jóvenes de la Parroquia San Maximiliano Kolbe y de la Casa de la Mater (los dos lugares donde actualmente hay formación de grupos de juventud), que portaban orgullosos(as) sus banderas y símbolos de grupo de Escuderos, Apóstoles de María y Aliadas de Schoenstatt. Finalmente, la procesión continuaba con miembros de la rama de familia, algunas señoras y misioneros de la Virgen Peregrina, junto a los vecinos que se fueron sumando para alabar a la Santísima Virgen.

Se generó curiosidad entre los transeúntes y habitantes del barrio, quienes desde sus ventanas o caminando por la calle, observaban con perplejidad este grupo escoltado por la policía y dos carros, que llevaban la imagen de María en sus hombros.

La naciente JF impulsa el caminar de la familia colombiana

Durante la procesión se rezó el Santo Rosario, reflexionando con las palabras del Padre Kentenich y se ofreció cada misterio por alguna intención especial, con énfasis en las elecciones del próximo presidente para Colombia y la necesidad de crecer como juventud de Schoenstatt. Se buscó generar momentos de silencio, de reflexión personal, de escucha y oración. La juventud femenina realizó las lecturas, guió los misterios del Rosario e inauguró un nuevo coro que acompañó toda la procesión.

Si bien el día comenzó con un sol radiante y el uso de sombrillas fue para soportar en mejor medida el calor, ya a la mitad del camino las nubes se asomaron y las mismas sombrillas sirvieron para no mojarse con la lluvia. Un clima esperable en Bogotá, donde los lugareños afirman que las cuatro estaciones ocurren en el mismo día.

La procesión finalizó en el mismo lugar donde comenzó: la Casa de la Mater. Esta casa tiene aproximadamente un año desde que se adquirió para la familia y ya ha generado frutos como el de este día. El único salón grande de la casa se llenó con todos los participantes que asistieron, y en comunión se celebró la Santa Misa, presidida por el párroco Rubén Darío Franco.

Bendición de la ermita a pleno sol

Las nubes decidieron continuar el camino y dar paso nuevamente a un sol radiante, que acompañó la bendición de la ermita en el jardín trasero de la casa. Todos los participantes se agolparon en el lugar donde la Mater sería ubicada. Las pequeñas Apóstoles y los niños más pequeños llevaron rosas rojas y blancas para adornar este nuevo lugar y hacer sonreír a María.

Al finalizar la bendición, las Aliadas de Schoenstatt realizaron una venta de comida, bebestible y productos religiosos, con el objetivo de reunir fondos que les permitan viajar a Panamá el 2019, a la Jornada Mundial de la Juventud. Como siempre, la familia y los asistentes aportaron solidariamente y aprovecharon de compartir una rica empanada y gaseosas.

Una participante del movimiento concluye: “¡Una gran bendición para la familia de Schoenstatt es esta ermita! ¡Gracias a la juventud!”.

Esta es la primera actividad que lidera la Juventud Femenina, con una idea que nace de sus inquietudes y que organiza con sus propios recursos.

Con muchos aportes al capital de gracias, mantendremos esta ermita y seguiremos rogándole a la Mater que atraiga más corazones para regalarle a Colombia un movimiento que se basa en los vínculos y en la aspiración de llegar al cielo.

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