Publicado el 2018-06-17 In Vida en alianza

Conquistar y dejarse conquistar por la Mater

PARAGUAY, Naty y Gustavo Insfran

El año que nos tocó estar en el nivel santuario hogar fue muy especial para nosotros, ya que nos eligieron jefes de grupo y lo vivimos con mucha intensidad. Desde marzo del año pasado nos propusimos preparar nuestro santuario hogar y lo hicimos de forma artesanal con mis hijas, con el involucramiento de toda la familia. Decidimos construir nosotros mismos la casita de la Mater y, una vez terminada, empezamos la tarea de conquistar los símbolos, así fue como cada uno puso su granito de arena para la conquista. —

Los cambios que visualizamos en nuestra familia desde que ella se instaló tal vez sean imperceptibles en el momento, pero después nos vamos dando cuenta de la forma en que su presencia nos va transformando”.
Llegó el día esperado para la bendición de nuestro santuario hogar. Sentíamos una mezcla de emociones y la Mater se hizo presente en cada paso. Desde ese día el santuario se convirtió en nuestro refugio predilecto, nuestro pedacito de cielo en casa. En el lugar que ella eligió para instalarse pasamos mucho tiempo en familia y estamos seguros de que es el mejor.

Cada miembro de la familia se relaciona con nuestro santuario hogar de manera diferente. Por ejemplo, algunos la saludan al despertar, otros se despiden de ella al salir y en el transcurrir del día en algún momento la contemplamos todos juntos, en familia y le ofrecemos unas Ave Marías.

Algunos de los momentos que atravesamos desde aquel día que la recibimos en nuestro hogar están llenos de felicidad y otros de tristeza, pero todos se los ofrecemos a ella, que nos llena de paz, nos da su mano y nos cobija con su amor maternal.

Los cambios que visualizamos en nuestra familia desde que ella se instaló tal vez sean imperceptibles en el momento, pero después nos vamos dando cuenta de la manera en que su presencia nos va transformando. Del santuario fluye la fuerza que recibimos para poder salir adelante con lo que se nos presenta en el día a día y en esa entrega de corazones, como decía el P. Kentenich, ella no se deja ganar en generosidad. Por más pequeña que sea nuestra entrega, ella la sabe retribuir con tanto amor de Madre.

Una de las gracias del santuario que con mayor intensidad se manifiesta es la del cobijamiento, porque sentimos cómo ella nos abraza y nos da su amor de madre. El santuario hogar es una bendición maravillosa que recibimos y por eso damos gracias a Jesús por entregarnos a su madre, le damos gracias porque, a través de la luz del Espíritu Santo que recibió el P. José Kentenich, el Movimiento pudo crecer en el mundo y llevar la imagen de la Mater a muchos hogares.

Animamos a los matrimonios que se encuentran en este nivel a conquistar y dejarse conquistar por la Mater, a que aprovechen al máximo este nivel tan lindo y a que se preparen para abrir las puertas de sus hogares y de sus corazones para que la gracia especial que mana del santuario fluya en medio de ustedes. Todo es mejor desde que ella se establece ahí y lo toma como su hogar.

Fuente: Revista Tuparenda, Paraguay

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1 Responses

  1. Veronica Garcia dice:

    Como dicen Naty y Gustavo preapar nuestros corazones, los de nuestra familia y nuestro hogar para recibir a la MTA es algo q transforma de a poco pero constantemente, su presencia en casa es fenomenal un enorme regalo una gran bendición !!!!

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