Publicado el 2018-04-29 In Vida en alianza

Matrimonios educadores: experiencias, éxitos y dificultades

COSTA RICA, Michelle Ramírez •

“Es nuestra tarea y nuestra misión, encarnar un educador educado para servir y ayudar a crecer”, reflexiona uno de los 20 matrimonios que participaron en el Primer Encuentro Internacional de Matrimonios Educadores de la Federación de Familias, que se realizó en Costa Rica del 12 al 15 de abril de 2018. —

“Un año antes, en el 2017, parecía imposible lo que hoy ya es historia escrita, vivida y gozada. Hacía tiempo que teníamos el anhelo de promover un encuentro de educadores para así facilitar el intercambio. Este anhelo se realizó gracias a la iniciativa de nuestros hermanos federados de Costa Rica”, comenta Rosa María Wieland, del matrimonio jefe de la Dirección Internacional.

La Federación de Matrimonios “tica” asumió la organización e invitó junto con la Dirección Internacional, a todos los territorios de la Federación de Familias. Once territorios estuvieron presentes con matrimonios y asesores de la Federación de Familias de Alemania, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Paraguay, Polonia, Puerto Rico. Los primeros en llegar se vincularon con los «ticos» y como hijos de un mismo Padre, «turistearon» a la playa, a la montaña, conocieron un volcán, mientras daban tiempo a que llegara el resto de participantes de otras latitudes.

En un clima lleno de alegría y nuevas experiencias como anfitriones, la Familia de Schoenstatt Costa Rica hospedó a los 20 matrimonios en las casas de familias, incluso de otras ramas del movimiento, como la Rama de Familias, Señoras, Liga Amplia y Federación. Una familia unida en el año del Padre Kentenich.

Siete asesores compartieron las mismas vivencias, los Padres José Luis Correa, Rafael Fernández, José María García, Eduardo Parra, Christian Christensen y las Hermanas María Auxiliadora y la Hermana Virginia. Para cuando el Encuentro comenzó, ya eran una gran familia que se comunicaba en diferentes idiomas, el cual nunca fue una barrera.

Se experimentó no solo una Federación Internacional, sino una sola Familia, hija del padre fundador, reunida a la sombra de este Santuario, cuya misión es ser “Familia de Esperanza”. Junto a esa fuente de esperanza, fue un pequeño “Pentecostés”.

 

El mejor regalo:  un intercambio honesto

El encuentro fue un compartir experiencias, éxitos y dificultades. El trabajo se organizó en cuatro módulos cuyas temáticas reflejaban los nuevos retos que enfrenta la familia en estos tiempos. Así las diversas exposiciones presentaron cómo hacer vida los contenidos, cuáles son los criterios de selección, las funciones y responsabilidades del matrimonio educador, la formación del Matrimonio educador y el Itinerario Pedagógico.

La riqueza de estos aportes continuó en las conversaciones espontáneas durante las comidas y recreos y cenas nocturnas. Se compartió la realidad de los territorios y así surgieron ideas que permitirán asumir el desafío de conformar una red de herramientas pedagógicas y un banco internacional de recursos para intercambiar y desarrollar con los diferentes acentos entre los países y territorios.

«Es un doble regalo: el de abrirse y el de poder aprender. Ningún sistema asegura el éxito y todos los modelos tienen que ser repensados en algún momento, para trabajar en su renovación, y esto más que nunca en la educación y en el servicio al matrimonio educador”, comentó Josef Wieland.

De regreso y ya caminando hacia el próximo encuentro

“Ya estamos de regreso en nuestros hogares, gozosos de haber vivido una comunidad de corazones hermosa y auténtica, de haber podido contactar con matrimonios excelentes y con mucha experiencia, y de haber recibido una visión amplia y muy completa de nuestra tarea y trabajo personal como educadores.

Experimentamos y agradecemos de corazón a un equipo entusiasmado, tremendamente entregado, competente y dinámico. Agradecemos a los que hicieran una contribución, especialmente al Padre Rafael, los Encargados de Fundación que acompañaron nuestras reflexiones, Alcidez y Margarita Bogarín de González.

Y qué decir de toda la oración, preparación y animación previa al encuentro vía WhatsApp. Rezamos juntos durante meses por el encuentro. Podemos decir que hemos experimentado un inmenso efecto de cohesión y adherencia de los integrantes que logra un grupo así. Daniela Ramírez es definitivamente la reina en ese medio de vinculación.

Nos reuniremos nuevamente en dos años en el Segundo Encuentro de Matrimonios Educadores de la Federación de Familias. Ya veremos en qué país lo haremos”, concluyen el matrimonio Wieland.

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