Publicado el 2017-07-30 In Vida en alianza

El grupo de las parejas: Caminamos juntos para crecer en la fe

ITALIA, María Paola Napoleone y Federico Lioy •

«Pero, ¿es un curso prematrimonial?»

«¿Entonces están por casarse?»

Esta era la reacción cuando las primeras veces decíamos, a quien no conoce Schoenstatt, que una vez al mes nos encontrábamos con otras parejas jóvenes, guiadas por un sacerdote y por una pareja «adulta», ya casada y con hijos.

Todo comenzó en una Misa en la Capellanía de la Facultad de Derecho de Roma Tre en el invierno de 2013, cuando el Padre Alfredo Pereira, en ese momento responsable de la Juventud del Movimiento en Roma, nos preguntó si nos gustaría participar de los encuentros de parejas jóvenes, principalmente estudiantes y ex estudiantes universitarios. Aceptamos con curiosidad, pero también con un poco de desconfianza: estábamos juntos desde hace un tiempo pero todavía temerosos de que nuestra relación pudiera interferir en nuestros diferentes caminos profesionales. Y después, no estábamos programando nuestro matrimonio y ya teníamos dificultad en conciliar todas nuestras tareas de trabajo y recreativos. ¿Cómo encontrar tiempo para una nueva actividad?

Lo que sucedió desde entonces, lo testimonian los hechos.

Con estas sensaciones, fuimos un sábado a la tarde al Santuario «Cor Ecclesiae» en Roma. Lo que sucedió desde entonces, lo testimonian los hechos. Encuentros mensuales que concluían con la cena, paseos de fin de año a la montaña, retiros de Adviento y de Cuaresma, oraciones y momentos recreativos, reflexiones sobre pasajes de la Biblia y lecturas acerca del Padre Kentenich.

Y mientras tanto, dentro de nosotros algo comenzaba a cambiar. Hemos aprendido a hablar uno con el otro de nuestra fe en Dios, hemos comenzado a rezar juntos y como pareja, a vivir juntos nuestro cristianismo y unidos también a otras parejas, y estamos abiertos al mundo.

Todos nosotros cambiábamos y el grupo de las parejas cambiaba con nosotros: algunos nos han dejado, otros nos frecuentan menos, se celebraron matrimonios y bautismos, y otras parejas jóvenes se han sumado. Porque el grupo de las parejas es una puerta abierta, un fuego que cada pareja y cada familia alimenta, es un camino para crecer juntos en la fe.

Original: Italiano, 28.07.2017. Traducción : Rosita Ciola – Buenos Aires- Argentina

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