BURUNDI, NIYONGABO Epipode •
La alegría se reflejaba en los rostros de las siete novicias que el pasado domingo 19 de febrero de 2017, congregaron a los peregrinos provenientes de diversos rincones del país y del extranjero al santuario de Schoenstatt de Mutumba. La ceremonia comenzó a las 8.45 h. presidida por Su Eminencia Mnsr. Evariste Ngoyagoye, arzobispo de Bujumbura. El acto comenzó con una procesión que venía desde el santuario de Schoenstatt de la Reina de la Confianza de Mutumba, hacia la iglesia parroquial. El Sr. Cura en su introducción, comenzó agradeciendo a Dios por todas aquellas gracias recibidas durante todos estos días y a todos los peregrinos. También agradeció a Mnsr. Evariste Ngoyagoye por haber aceptado la invitación a pesar de sus numerosas ocupaciones. Además, añadió, que la parroquia se prepara para las bodas de diamante en 2.020 y ha pedido a Su Eminencia que el día de la celebración les permita participar también a otras dos parroquias: la de Kabezi y la de Rutumo. Por último, felicitó a aquellas que van a ser acogidas en el noviciado de las Hermanas de María de Schoenstatt.
Aspiración a la santidad
En su homilia, el arzobispo de Bujumbura, dijo que la palabra del día se resume en una sóla: la santidad. Subrayó la frase que viene en todas las lecturas del domingo: «…sed dantos, porque Yo, Yahvé vuestro Dios, soy santo. » (Lv.19, 2) ; « ¿No sabéis que sois un templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en vosotros ? » (1 Co 3,16) así como « Por tanto, seréis perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto » (Mt 5, 48). Estas frases nos invitan a llegar a ser santos como lo es nuestro Padre. Volviendo al evento, del día Mnsr. Evariste Ngoyagoye ha dado varios consejos a las nuevas novicias : « Los hábitos y los otros símbolos que vais a recibir servirán como recordatorio de lo que vais a prometer y no serán nunca simples objetos ornamentales. El vestido, el cordón y la medalla son todos significativos. Su significado debe ser grabado en el espíritu », concluyó el arzobispo de Bujumbura.
Toma de hábito
Después de la homilía, siguió la toma de hábito. El arzobispo bendijo todo lo que se había donado a estas siete novicias antes de proceder a su distribución. Cada una de ellas recibió una vestidura, símbolo de la vocación de ser Hermana de María de Schoenstatt y símbolo del compromiso de luchar por la santidad de la vida diaria; un cordón que simboliza la virginidad ; el velo , símbolo de la pertenencia total a Jesús ; una medalla que significa la Alianza de Amor con la Virgen María ; una vela encendida que muestra que ella sigue a Cristo luz del mundo y la transmite. También recibieron el honor de distribuir la comunión durante las misas. Señalemos que entre las siete novicias, había una keniata, mientras que las otras seis eran de Burundi de las diócesis de Bujumbura, Gitega y Ruyigi, cada diócesis con dos novicias.
Fuente: Mont Sion Gikungu
Original : francés. Traducción Miguel Ángel Rubio, Madrid, España
Felicitaciones a la Familia de Burundi por recibir la bendición de tantas vocación de les consagradas. El vestido de las Hermanas de María no es un hábito. Fue creado en 1934 semejante al uniforme usual en Alemania, de las vocaciones de servicio. No se lo quiso modificar cuando la moda cambió. Donde no sea conveniente llevarlo, por razones apostólicas o culturales, las Hermanas llevan un traje seglar.
Desde el Santuario las Rosas de María, en San Fernando,Chile, mandamos muchas bendiciones y rogamos a la Mater por ellas para que las guíe en su camino.
Bendiciones