ALEMANIA, del Padre Hans-Martin Samietz, Múnich, asesor nacional de la JM de Schoenstatt •
Si usted pregunta a la Juventud Masculina de Schoenstatt de Alemania: “¿Qué es la misericordia?”, recibirá como respuesta: “Decisiones, que son conducidas por el corazón”. Y ya puede haber un malentendido. No se trata aquí de nada dulce, suave, rosa, centelleante cuando uno se refiere al corazón, de ninguna manera, sino de algo pleno, fuerte, sensible, valiente.
En este sentido, el corazón complementa tanto lo puramente racional, como lo instintivo del ser humano, porque contiene ambas cosas. En el corazón obra el centro de la persona, ella misma, de la manera más fiel.
Situarse frente al viento riguroso de este tiempo
Situarse frente al viento riguroso de este tiempo y hacer algo ya, inmediatamente, tiene éxito cuando este actuar es conducido por el corazón. El corazón es el controlador y el motor de uno. No espera a que otro se mueva. Impulsa al portador del corazón a hacer la diferencia, ahora y con valentía, entre el ayer y el mañana, entre pronto y ya, entre moverse y ser movido. Vivimos hoy y plasmamos el mañana.
Los jóvenes necesitan un Kentenich en medio de ellos
Nos ha inspirado la frase: “Los jóvenes necesitan un Kentenich en medio de ellos“. El hombre de bronce nos recuerda amorosamente el ayer. Ahora nosotros somos él. Yo lo soy. Estar en el centro y ser un punto de anclaje para muchos corazones, que buscan lo bueno, grande y fuerte y lo desarrollan. Así hay un mañana en Schoenstatt.
Casi 70 delegados asistieron a la conferencia anual de la Juventud Masculina de Schoenstatt de Alemania. Se desarrolló desde el 26 hasta el 31 de diciembre en el Centro de la Juventud Marienberg en Schoenstatt. Se presentaron proyectos de las diócesis, tuvo lugar una acción comunitaria, un día de formación dio un profundo impulso, hubo muchas conversaciones de hombre a hombre.