BURUNDI, Hermès Ntabiriho •
Fue en 1989 cuando dos diáconos burundeses fueron admitidos como candidatos para el Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoesntatt. Un año más tarde, los diáconos Denis Ndikumana y Adelin Gacukuzi fueron ordenados padres por el Papa Juan Pablo II con motivo de su visita histórica a Burundi. En este viernes 4 de diciembre del 2015, los numerosos padres de este instituto schoenstattiano celebraron oficialmente el nacimiento de su región y el lanzamiento de sus actividades por Mons. Peter Wolff, rector general. Esto fue durante el transcurso de la Eucaristía en el santuario de Monte Sion Gikungu, segundo santuario de Schoenstatt en Burundi, después del de Mutumba.
Un inicio en tiempos difíciles
La región Nazareth había sido erigida por el Consejo General de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt el 18 de septiembre del 2015 en Monte Moriah, sede de este Instituto. Fue el momento de celebrar una importante etapa en el desarrollo de esta obra. Un momento que recuerda que Schoenstatt es un hijo de la guerra, como le gustaba decir al P. José Kentenich: Schoenstatt nació durante la Primera Guerra Mundial, la región Nazareth ha nacido en un período difícil, tanto en la Iglesia, en el mundo, como en Burundi. Pero es el momento que Dios ha querido. Quiere que no se cuente sólo con las propias fuerzas, sino con la gracia divina, recordaba Monseñor Wolff.
Este acontecimiento se produce después de la visita del Papa Francisco a África, donde llamó a la reconciliación y a la santidad, durante el período de preparación para el nacimiento de Cristo y antes de la primera sesión del futuro Congreso General de este Instituto previsto para el 2016.
Una decisión valiente
Los miembros de esa nueva región han soñado mucho con este día, pero también Mons. Peter Wolf, quien durante más de seis años ha acompañado regularmente a sus hermanos burundeses. Él mismo, decía, había soñado con esta jornada histórica, pero pensaba que había que dejar al cuidado del Congreso General la decisión de instituir esta región. Finalmente, en el transcurso de una reunión del Consejo General, los otros miembros lo animaron a crear esta región para que los hermanos burundeses pudiesen participar plenamente en el Congreso General, con voz y voto, con derecho a elegir y a ser elegidos y no como observadores. Hemos de saber que el Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt cuenta con unos 200 miembros distribuidos en 28 países en el mundo.
Una región con 39 miembros
El rector de la nueva región Nazareth es Mons. Jean-Marie Harushimana, vicario general de la arquidiócesis de Gitega y sus consejeros son el P. Lambert-Chrysostome Nishimagizwe (de la arquidiócesis de Bujumbura) y el P. Sébastien Kaneza (de la diócesis de Ngozi). Han sido nombrados por un período de seis años renovables una sola vez. Según Monseñor Jean-Marie, la región Nazareth cuenta actualmente con 39 sacerdotes, de los cuales 9 se encuentran en el extranjero, estudiando. Están distribuidos en 6 de las 8 diócesis con las que cuenta la Iglesia en Burundi. Además, han sido nombrados formadores, por un período de tres años, el P. Gérard Nduwimana como formador de nuevos candidatos y el P. Lambert como formador de aquellos que se preparan para la renovación de su contrato. Por último, la región Nazareth tendrá cuatro grupos (dos para la arquidiócesis de Bujumbura, uno para las diócesis de Bururi y Rutana y uno para la diócesis de Ngozi y la arquidiócesis de Gitega)
En presencia de los pioneros de Schoenstatt en Burundi
En estas ceremonias, además de los sacerdotes diocesanos que celebraban solemnemente a su región, había Padres de Schoenstatt en Burundi, dirigidos por el P. Jean-Bernard Mazuru Rwango, presidente de la Presidencia Nacional, así como Hermanas de María de Schoenstatt, dirigidas por la Hna. Marie Lisette Seitzer y un cierto número de laicos. La presencia de los primeros Padres de Schoenstatt en Burundi (1974), P. Alfred Kistler y P. Othmar Landolt no pasó inadvertida. Todos estos invitados han compartido su alegría por la nueva etapa de desarrollo y Mons. Wolff no dejó de agradecerles por el papel que han desempeñado y que continúan haciéndolo. Según él, las Hermanas de María y los Padres de Schoenstatt son los instrumentos que el buen Dios y la Madre tres veces Admirable han escogido para instalarse desde un principio en Burundi y apoyar la consolidación del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt en África. Más que nunca estos institutos se complementan en sus diferentes actividades apostólicas. Se han materializado en la donación de regalos muy simbólicos. Que la Inmaculada Concepción bendiga y proteja la Obra de Schoenstatt en todas sus ramas.
