PARAGUAY, Mima Cardona y P. Oscar Saldívar •
Es difícil encontrar las palabras para definir todo lo vivido esta mañana en Tupãrenda, la apertura de la puerta santa. Escuché decir a una señora, cuando empezaron a abrir la puerta: che mopirimba, (“se me puso la piel de gallina”).
Se abren las puertas de la misericordia de par en par – unas 10 mil de un confín a otro de la tierra
El papa Francisco ha abierto este domingo, 13 de diciembre, por la mañana, los batientes de la Puerta Santa de la basílica de San Juan de Letrán, su catedral. Es la tercera puerta jubilar que Francisco abre de par en par, después de la de la catedral de Bangui, en la República Centroafricana, el pasado 29 de noviembre, y la de la basílica de San Pedro, el pasado 8 de diciembre.
Con este gesto simbólico, la Iglesia se encuentra sumergida de lleno en el Año Santo Extraordinario, proclamado desde el 8 de diciembre de 2015 hasta el 20 de noviembre de 2016, y que invita a “descubrir la presencia de Dios y su ternura de Padre”.
Francisco quiere que este acontecimiento eclesial no se celebre solo en Roma. Por eso, este tercer domingo de Adviento, llamado también domingo de Gaudete, o de la alegría, se han abierto las Puertas de la Misericordia en todas las catedrales del mundo, y en otros templos escogidos por cada obispo local. En total, podríamos estar hablando de unas 10 mil de un confín al otro de la Tierra. Entre ellas, se encuentran varios Santuarios de Schoenstatt: el Santuario Original y varios Santuarios en Argentina, Brasil, Paraguay, como también la Iglesia María de la Santísima Trinidad en Tupãrenda, Paraguay.
Se inició el Año Santo de la Misericordia
El 13 de diciembre se inició el Año Santo de la Misericordia en Tupãrenda (¡al igual que en tantos santuarios de Schoenstatt!). Se inició con una hermosa peregrinación desde la Casa del Peregrino hasta la Iglesia Santa María de la Trinidad. La peregrinación iba animada por cantos y por el sonido de las campanas de la iglesia que, por primera vez, sonaban públicamente para llamar a todos los fieles y peregrinos.
Ya en el atrio de la Iglesia María de Santísima Trinidad, los padres Antonio Cosp (quien presidió la celebración), Pedro Kühlcke, Bernardo Parra y Oscar Saldívar abrieron la puerta de la Misericordia en Tupãrenda.
Misericordiosos como el Padre
Mucha gente atravesó esta puerta santa con alegría, devoción y recogimiento. Impactaba ver al «pueblo de Dios peregrino». Siguió la celebración de la Eucaristía animada por un precioso coro (el Coral Tupãrenda) que entonó el himno de este Jubileo en español, repitiendo el estribillo: «Misericordiosos como el Padre».
El P. Oscar Saldívar predicó y lo hizo a partir de los gestos que habíamos realizado recientemente: «ser peregrinos de la misericordia». Explicó lo que significa peregrinar, y a la vez invitó a peregrinar, a salir de ese encierro que llevamos dentro de nosotros, dentro del corazón.
El cansancio del corazón
«Sabemos también que toda peregrinación requiere esfuerzo – dijo -. “También la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y sacrificio.” Puede suceder que en el camino de la misericordia aparezca la tentación del “cansancio del corazón”: a veces nos cansamos de pedir perdón o de perdonar; a veces nos cansamos de volver a empezar; a veces nos cansamos de amar y de volver a confiar y ayudar. Cuando ese cansancio aparezca en nuestro camino nos hará bien escuchar en el corazón la palabra que hoy nos dirige Juan Bautista: «viene uno que puede más que yo» (cf. Lc 3,16). Viene Jesús, cuya misericordia y amor puede más que nuestros cansancios y pecados.»
Al término de la misa peregrinaron todos hasta el Santuario donde se sintieron cobijados en el corazón maternal de la Madre y Reina.
Vivir el momento con toda la fuerza del corazón
“Me hubiese gustado tomar más fotos”, comenta Mima Cardona, «pero distrae mucho y quise vivir con toda la fuerza de mi corazón este momento. Fue una oportunidad para meditar y entregar todo a Dios y pedir también por nuestros seres queridos que ya partieron.»
Peregrinos de la Misericordia: Texto completo de la prédica del P. Oscar Saldívar
Fotos: Mima Cordona, Graciela Vera, P. Oscar Saldívar
