Publicado el 2015-08-12 In Vida en alianza

Una Familia en el corazón de la Iglesia. Un programa para los próximos años

ITALIA, Pamela Fabiano •

En octubre de hace veinticinco años, la Divina Providencia ha elegido un pequeño lugar a la sombra de la Basílica de San Pedro, en Roma, junto a la cual María Santísima ha establecido su morada entre nosotros, y obra como Corazón de la Iglesia, al servicio de la Iglesia, como Madre presurosa siempre dispuesta a acoger a sus hijos.

Este pequeño lugar es el Santuario Cor Ecclesiae (“Corazón de la Iglesia”) que se encuentra en via Aurelia Antica N° 112, Roma, y está a cargo del Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt, quienes ofrecen su servicio a la Iglesia y al Movimiento de Schoenstatt en Roma y en Italia.

25° Aniversario del Santuario Cor Ecclesiae

Este año 2015, el primero después del Centenario de la Alianza de Amor, la comunidad schoenstattiana romana e italiana, tiene un motivo para prolongar las celebraciones: justamente festejar el 25° aniversario del Santuario Cor Ecclesiae. Un Santuario que ha visto, a través de los años, la presencia de las Hermanas que con dedicación y pasión han puesto las semillas del Movimiento en Italia, a través de la formación de pequeños grupos de Alianza, primero, y el acompañamiento a las familias y a los jóvenes, después. No es fácil contar una historia larga de un cuarto de siglo sin citar nombres queridos de la Familia romana que han pasado por el Santuario Cor Ecclesiae: Hna. Erika, Hna. Annetraudis, Hna. Lisianne, Hna. Neida, Hna. Asunción, Hna. Marie-Johanne, solo por citar a las Superioras de la Casa que se sucedieron a través de los años y la querida Hermana Fátima, la actual Superiora de la Casa que, junto a las Hermanas actualmente presentes, está activamente organizando y preparando los festejos de octubre. Cada nombre lleva consigo una historia, un ideal perseguido, un talento ofrecido, y si la Familia romana hoy es lo que es, se lo debe también a ellas. El cuidado prodigado al lugar se manifiesta, además, en la restauración que apenas ha terminado y que hace resplandecer el Santuario en toda su simple belleza.

Acontecimientos importantes

El Santuario Cor Ecclesiae ha sido testimonio de importantes y miles acontecimientos también en la historia de todo el Movimiento de Schoenstatt:

  • La Coronación de la Madre y Reina tres veces Admirable, efectuada por el Cardenal Camillo Ruini el 15 de setiembre de 1994: además de un gran número de hermanas del Instituto de las Hermanas de María, se habían hecho presentes numerosos representantes de la Iglesia y del Movimiento internacional.
  • Juan Pablo II llegó allí el 29 de diciembre del 2000, para la finalización del gran Jubileo, en visita privada, del que dieron testimonio los exponentes del Movimiento de Roma.
  • La colocación de la placa de la Misión de las Hermanas de María, ceremonia presidida en aquel tiempo por el prefecto de la Congregación por la Doctrina de la Fe, el Cardenal Joseph Ratzinger. Siendo cardenal le gustaba ir de vez en cuando en oración al Santuario y visitar a la comunidad de las Hermanas.
  • Ceremonia de la colocación del Ojo del Padre el 16 de noviembre del 2008, presidida por el Cardenal Eduardo Martínez Somalo, gran amigo y benefactor del Movimiento.
  • Tantas ceremonias de Alianza de Amor entre la Virgen y sus hijos y sus hijas…

En el deseo que también el Papa Francisco quiera un día hacerle una visita a nuestra Madre, vemos cómo la cercanía física y la presencia concreta de los Papas y de toda la Iglesia, representada aquí en Roma por la Santa Sede Vaticana, se empeñan por ser, a la sombra de este Santuario, siempre más verdaderos y auténticos testimonios de Cristo. El mundo, sin quererlo ¡nos mira! Cada peregrino schoenstattiano que va a Roma, en efecto, visita el Santuario y encuentra una familia romana. Y bien ¿qué es lo que esperamos que se vea? Deseamos poder ser una Iglesia en salida; Iglesia que se hace Familia con los que son más débiles y marginados; Iglesia que se hace corazón palpitante, que vivifica las periferias y es capaz de participar en la misión educadora de María, a través de una atención particular a la cultura, en los lugares involucrados (universidad, política, sociedad, medios de comunicación). Este es un programa para el futuro, tal vez audaz, pero ¡posible!

Y desde este pequeño lugar en el que la Virgen ha distribuido abundantes dones y gracias, espera a los que lo viven cotidianamente a que continúen y sean instrumentos para las generaciones futuras: ¡Nada sin Ti, nada sin nosotros!

Original: italiano. Traducción: Rosita Ciola, Buenos Aires, Argentina

 

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