Publicado el 2015-03-08 In Vida en alianza

Me enamoré de María

GUATEMALA, org.

Marisabel Soto es una estudiante universitaria de Guatemala que se enamoró de Schoenstatt y sueña con participar en el movimiento en Guatemala. Al recibir su carta, la redacción de Schoenstatt.org la puso en contacto con el P. Miguel Rodríguez OSB, iniciador de Schoenstatt en Esquípulas, y con el P. Julio Celada, que desde hace un año hace peregrinar la Virgen Peregrina de Schoenstatt en Alto Veracruz en el norte del país. En su carta, Marisabel narra una historia del encuentro con María a través de Schoenstatt… y, contando con la solidaridad de schoenstattianos en red, tal vez la historia real del inicio de Schoenstatt en otra parte de Guatemala, en Fraijanes, a unos 40 km. al sur de Guatemala City.

 

La carta de Marisabel Soto a Schoenstatt

Me enamoré de María. Nunca creí que esto fuera posible. Por mucho tiempo creía que la Virgen María no era importante. No conocía muy bien su rol en la Salvación, en la Iglesia y mucho menos en mi vida, y eso hizo que no me interesara tener una relación con Ella. Y no la tuve, por mucho, mucho tiempo.

Pero hoy no puedo imaginar mi vida espiritual sin que Ella este a mi lado rezando conmigo, y sin Ella no sería la persona que soy hoy. ¿Qué cambió?

Fui a estudiar a la Universidad de Texas en Austin hace tres años. María Pía y Andrea (señoras consagradas en Schoenstatt) me invitaron a muchas vece a retiros de SUW (Schoenstatt University Women) y cedí ir a uno solamente para que no me preguntaran más. Bastaron sólo 48 horas para que quedara sorprendida… nunca había aprendido tanto del catolicismo como lo que recibí en ese día. No se me había cruzado por la cabeza que si quitaba a María de la religión católica, también quitaba muchas otras cosas…

Mi vida no volvió a ser la misma. Empecé a tener una relación muy íntima y muy maravillosa con Ella y me caen las lágrimas de solo pensarlo. Hice mi alianza de amor con Ella después de la inauguración del Santuario Bethlehem, Cradle of Sanctity (“Belén, cuna de santidad”) en septiembre del año pasado.

Este año regresé a Guatemala, mi país de origen. No puedo explicar lo mucho que me duele estar lejos del Santuario de María en Austin. Todos los días me gustaría poder ir allí y quedarme en su presencia. No conozco otro movimiento en Guatemala (y lo he buscado con ansias) que transforme tanto a los jóvenes y que los inspire a ser santos como lo hace Schoenstatt.

Siento en mí un gran deseo de servirle a María y traer a Schoenstatt a Guatemala, porque al haber experimentado la transformación que trae Schoenstatt no puedo imaginar que otros no hayan tenido o no vayan a tener esa experiencia. Urge traer esa persona mariana a Guatemala porque la gente lo necesita.

Hace tres meses empecé con mi familia a aportar al Capital de Gracias para que la Mater nos traiga el movimiento acá. Tengo una Virgen Peregrina en mi casa con la que empecé la campaña del rosario. Pero en mi corazón siento que necesitamos a un sacerdote del Movimiento que venga con la misión de traer a Schoenstatt y a un Santuario aquí. Por el momento tenemos a un sacerdote en Esquípulas (muy lejos de la ciudad) que nos visita de vez en cuando y pero necesitamos algo más.

El Santo Padre les dijo esto a los jóvenes de Schoenstatt al celebrar los cien años en Roma:

“Yo me repito mucho en esto. Una Iglesia que no sale es una Iglesia “de exquisitos”, un movimiento eclesial que no sale en misión, es un movimiento “de exquisitos”. Y a lo más, en vez de ir a buscar ovejas para traer, o ayudar o dar testimonio, se dedican al grupito, a peinar ovejas. Son peluqueros espirituales. Eso no va más.

Una Iglesia o un movimiento, una comunidad cerrada se enferma. Tiene todas las enfermedades de la cerrazón. Un movimiento, una Iglesia, una comunidad que sale se equivoca, se equivoca. Pero es tan lindo pedir perdón cuando uno se equivoca. Así que no tengan miedo. Salir en misión. Salir en camino. Somos caminantes. Pero cuidado, santa Teresa lo avisaba, por ahí en el camino, nos gusta un lindo lugar y nos quedamos ahí, ¿no? Nos olvidamos que tenemos que seguir para allá. No quedarnos”.

No sé con quien hablar de esto, pues Schoenstatt no es muy conocido aquí. Les mando esta carta porque extraño mucho al Movimiento y supe que en Chile se hay sacerdotes que han visitado a varios países de América. Seria una bendición si llegaran a visitar Guatemala pues es un país hermoso.

Se necesita mucho transformar a los jóvenes y hacerlos ver que pueden aspirar a ser personas de bien, personas que se toman en serio la santidad. Para Guatemala, para la Iglesia, y para la gloria de Dios.

Si alguien sabe con quien me puedo comunicar para hablar de la posibilidad de empezar el Movimiento acá, lo agradecería mucho. Por el momento no sé por donde empezar y no sé con quien comunicarme.

Los tengo muy presentes en mis oraciones.

Marisabel Soto


Marissotog@utexas.edu

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2 Responses

  1. Andrea de León dice:

    Desconocía esta carta….. La Matter bien tenía preparado este momento y seguramente tus Capitales de Gracia para que el movimiento viniera a nuestro país fueron recibidos con mucho amor.

    Henos aquí a menos de 1 mes de hacer nuestra Alianza G1 Schoenstatt Guatemala, rama Familias, rama juvenil masculina y femenina. Bendito Dios y bendita la Matter que nos dieron el privilegio de amarles más por medio de este hermoso movimiento.

    Gracias Marisabel por tus oraciones y por ser parte de esta realidad.

  2. Andrea de León dice:

    Desconocía esta carta….. La Matter bien tenía preparado este momento y seguramente tus Capitales de Gracia para que el movimiento viniera a nuestro país fueron recibidos con mucho amor.

    Henos aquí a menos de 1 mes de hacer nuestra Alianza G1 Schoenstatt Guatemala, rama Familias, rama juvenil masculina y femenina. Bendito Dios y bendita la Matter que nos dieron el privilegio de enamorarnos de Virgen María.

    Gracias Marisabel por tus oraciones y por ser parte de esta realidad.

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