CONO SUR, P. Esteban Casquero. Luego de la Epifanía, un grupo numeroso de sacerdotes de varios países se han encontrado en la Casa San José de Bellavista para participar en la Jornada de verano y el primer encuentro como Región Nuevo Belén del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt. Al mismo asistieron sacerdotes de Alemania, Burundi, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y Argentina. Todo se desarrolló en un clima muy fraterno. Tanto es así que uno de los interesados en la Comunidad dijo “es como si los conociera a todos desde hace años“. Es hermoso constatar el “Cor unum in Patre” (un corazón en el Padre), sentimiento que les acompañó en toda la Jornada.
Estos días de esparcimiento, pero a la vez de retiro, les han servido para profundizar en su carisma sacerdotal al servicio del Movimiento de Schoenstatt y de la Iglesia de las Nuevas Playas en el espíritu de Belén.
La realidad del Pesebre
«La realidad del Pesebre nos toca de cerca, la Sagrada Familia en la contingencia del albergue nos muestra un camino como ideal. Y a su vez, la estrella que guió a pastores y magos nos recuerda el amor y delicado cariño que María nos tiene, guiándonos a nosotros como Comunidad para acercar a los hombres a Jesús», comentan.
«Muchos son los desafíos que se nos presentan por delante. Sabiendo que llevamos un gran tesoro en vasijas de barro, nos ponemos en las manos de la Reina. Queremos irradiar nuestra especial vocación en todos los países de América del Sur.»
Los sacerdotes diocesanos apelan a la solidaridad de la Familia de Schoenstatt de cada lugar, pidiendo que si conocen sacerdotes diocesanos que están viviendo la realidad de la Alianza y quieren profundizar más en ella, como así también aquellos que les gustaría vivir más estrechamente vinculados al Movimiento, que los contacten vía una página de Facebook que armaron: https://www.facebook.com/sacdiocsch.conosur
«Le pedimos a la Mater y a nuestro Padre y Fundador que intercedan por nosotros abundantes vocaciones (ya sea de seminaristas, teólogos diocesanos o sacerdotes diocesanos) que quieran vivir este ideal de “cargar sobre sus hombros” las ovejas que Dios Padre coloque en nuestro camino», dicen.
