ALEMANIA, Elfriede y Hans-Joachim Etzold/mda. El día 20 de enero la Familia de Schoenstatt de la diócesis Munich-Freising y Augsburgo peregrinó a Dachau, como lo hacen desde hace años en este día conmemorativo de la decisión del Padre Kentenich de renunciar a todos los medios humanos que lo podrían haber salvado de ir al campo de concentración; peregrinaron a Dachau, el lugar donde el Padre Kentenich y la alianza de amor – núcleo de su carisma y de su fundación- pasaron su prueba de resistencia en condiciones extremas. Para el Padre Kentenich, la señal para partir, después que la alianza en Dachau toca todas las posibilidades imaginables de sufrimiento y crueldad humana y donde su poder creativo se demostró justamente en este lugar, no podía esperar más. El paso del 31 de Mayo, junto a todo lo que ha llegado a ser realidad en Schoenstatt y luego su envío a la Iglesia y a los hombres de hoy en día, fue preparado en Dachau.
Dachau. Muchos visitan este lugar por interés histórico. Para muchos schoenstattianos de todo el mundo, él es parte obligada del programa al peregrinar a Schoenstatt , tanto por su perspectiva histórica como también por ser el lugar en el que el Padre Kentenich actuó. Y para muchos, este lugar es una vivencia muy difícil considerando las atrocidades que allí sucedieron y que han sido documentadas. Otros vuelven una y otra vez…y celebran allí Pascua y la victoria de la Alianza de Amor, celebran lo cotidiano a la luz de la Alianza de Amor y también celebran a quién no se creía tan importante como para dejar su “zona de comodidad” y llegar al centro del mundo real, pleno de persecución, odio, injusticia, sed de poder y desprecio por el ser humano. Celebran a aquél, que incluso allí continuó siendo el mismo de siempre y que en ese lugar siguió construyendo su Schoenstatt, el Schoenstatt de Dios. Aquél, quien en el campo de concentración de Dachau hizo posible vivir la cultura de alianza, vivir um ambiente de alianza con sacerdotes, con laicos, con “extranjeros”, con comunistas, con los atormentados y con los moribundos…
Hay gente que quisiera contruir un santuario en Dachau. Hay otros que se entusiasman de llevar en medio de las situaciones de Dachau en el mundo de hoy, la atmósfera y las gracias del santuario y ellos hablan del Santuario-Dachau. Una idea que hace más de 20 años motiva mundialmente a la Comunidad de Mujeres Profesionales y que vive aún en algunos círculos. Y existen personas que dicen que Dachau es un santuario. Un santuario, en el que hoy en día aún fluyen gracias…
Un “sello del santuario” en Dachau
En la ya mencionada peregrinación a Dachau de la Familia de Munich y Augsburgo, se timbró por primera vez en la sacristía del Convento de las Carmelitas el “Sello-Dachau” con la imagen de la “Reina del Espíritu de Dachau” el Pasaporte del Santuario (una idea nacida en Milwaukee, que ha sido especialmente bien acogida por parte de la Federación de Familias en Alemania). El sello fue elaborado, gracias a la iniciativa del Praeses de la diócesis de Munich-Freising, el Reverendo Eschbaumer, por la artista Maria Kiess de Freising.
Personalmente para nosotros, así lo dijo la Familia Etzold, este nuevo sello es un ‘sello de santuario’ ya que nosotros vemos este lugar conmemorativo del campo de concentración de Dachau como un gran e importante ‘areal de santuario’ para la Rama Familiar y para todo Schoenstatt.
