ARGENTINA, Juan Barbosa. Un viaje de trabajo habitual, el encuentro en Comodoro Rivadavia con un integrante de la Familia de Schoenstatt local sumada a la causalidad de coincidencia de viaje de otros dos integrantes de la Familia, esta vez de Mendoza, motivan que la vida fluya, que las ideas se agolpen y que el “Año de la corriente de la Misión” encuentre en estos inquietos corazones, el caldo propicio para un actuar por y para la Reina. El encuentro será motivo de otra Nota. En esta consideraremos lo que la titula…
Un trabajo con alta dedicación
Rolando trabaja en una compañía petrolera, y su actividad, si bien le permite conocer gran parte del país, lo mantiene alejado durante 14 días de su familia, con la que luego permanece por igual período. Sus días laborales tienen una alta carga horaria, que lo lleva a estar en guardia permanente acudiendo a solucionar los inconvenientes que puedan ocasionarse con prontitud. Encabeza un equipo que llegan a integrar 30 personas y su dedicación a un pozo puede variar entre 20 días si se trata de una reparación, hasta 30 días si se construye un pozo nuevo. Todo un esfuerzo si tenemos en cuenta que muchas veces, sólo los visita el viento (pueden ver en una foto, la postura de la “manga”; ella indica un viento de 75 Km. por hora pero sobrepasa los 100 Km. horarios).
De “santuario trailer” a Santuario Hogar
Dado el tiempo que permanece alejado de su esposa Mercedes y sus hijas y de su flamante nieta, Rolando encuentra en la presencia de la Virgen en su “santuario trailer”, fortaleza y compañía, sintiendo claramente que Ella lo recibe, mitiga su soledad y lo lanza nuevamente. Su ímpetu evangelizador, no sufre la menor mella y desde su telefonía satelital y desde la celular, accede a Internet y “avanza imparable” hacia el corazón de su comunidad y allí donde le toque actuar. “Ser embajador de la Mater es tarea seria, sobre todo si se transmite con alegría, agrega Andrés Manresa, su amigo-hermano con total orgullo”.
“Dispongo de varias horas en las que puedo leer, meditar y rezar” y sin dudas su “santuario trailer” le permite estar unido espiritualmente a su familia en el Santuario Hogar de su lejana pero muy próxima a su corazón, provincia de Mendoza.
“Pude conocer muchos integrantes de mi familia de Schoenstatt y también sentirme un poco embajador de nuestro “Nazaret del Padre, Tierra de Unidad” gracias a esta actividad y sobre todo aprender mucho de los comodorenses (ciudadanos de Comodoro Rivadavia) con una fuerza increíble y una entrega total”.
Es así como trabajando en medio de la cordillera de Los Andes, visitado sólo por el viento y algunos cóndores y alejado de su familia la mitad de cada mes, este integrante de la Familia de Schoenstatt de Mendoza, orgulloso Miembro de la Liga de la Obra de Familias y muy modesta persona a la hora de reconocer su compromiso, nos muestra que no hay límites ni fronteras ni alturas ni condiciones para tener la MTA en su corazón, proyectarla a los demás y hacerlo…¡Desde su santuario trailer!
Qué alegría debe sentir nuestro Padre Fundador con esta nueva idea de santuario: "santuario trailer"!! Lo encuentro genial y una manera efectiva de ser apostol en el mundo del trabajo. Que la Matercita bendiga a Rolando, su familia, su trabajo y a sus colegas. Que el "Santuario trailer" sea un lugar de encuentro para muchos con la fe viva. Felicitaciones Rolando, estás en la buena onda de la corriente misionera antes del 2014! Un cariñoso saludo desde Viena, Tita Ravera de Andras