Publicado el 2012-05-25 In Vida en alianza

Comienza una fiesta…

ALEMANIA, fma. «Mucho de lo imposible fue posible gracias a que muchas manos ayudaron». Así aparece en el prefacio del programa festivo para la Fiesta del 20 de mayo en Schoenstatt sobre el Monte, Memhölz, donde colaboradores e invitados especiales en un momento durante las festividades estuvieron mirando la seguna mitad de la final de la Champios League. Lo imposible fue posible; una fiesta en medio de una construcción, una roca que simplemente se retiró y que sus piedras sirvieron de cimiento para el nuevo camino (al menos aquellos que no acabaron en los santuarios hogar como recuerdo de que la fe realmente mueve montañas), un lugar con ambiente mediterráneo en el camino al santuario (ahí donde se encontraba antes la roca), en la mañana del 20 de mayo, el día del regreso del Padre Kentenich desde Dachau, cuando la estatua del Padre fue colocada. Un Padre Kentenich palpable, ese fue el mensaje del Dr. Rainer Birkenmaier, del sacerdote Leonhard Erhard y de la Hermana M. Carol Winkler en esos días, porque su palabra, sus escritos, ideas y pensamientos por sí solos no son suficientes para despertar fuerza. La fuerza nace del encuentro con la persona, con la persona tangible y palpable.

Una fiesta que propaga ondas

Es una fiesta que propaga ondas, ondas hacia Milwaukee y Roma porque la estatua del Padre Kentenich es una copia fiel de las estatuas que están en esos lugares. Con la Hermana Carol y el Rector Birkenmaier está representado Milwaukee, con él y el Rector Michael Gerber también Roma está personalmente representada.

Una fiesta que propaga ondas, ondas en el Movimiento de Schoenstatt mundial, transmitido en vivo y en directo por Schoenstatt-TV porque mucha gente quiso ser parte de esta fiesta, de este proceso: el Padre Kentenich y su misión de plasmar el mundo («Construye desde aquí un mundo» se ve escrito en los cimientos de la casa y en el programa) son centros palpables. Personas de muchas regiones de Alemania, Chile, Suiza y Austria llegaron a la fiesta; desde Argentina, España, Chile, Austria y EE.UU. llegaron los saludos. Y luego los nombres en el fundamento de la estatua del Padre Kentenich: esa fue una idea que nació con la estatua del Padre Kentenich en Buenos Aires, Argentina; una idea que espontáneamente fue tomada en Schoenstatt sobre el Monte después de la visita del Símbolo del Padre para el Santuario Original. Cada uno pudo escribir su nombre, o el nombre de aquellos que le eran importantes sobre una tarjeta doble con la forma del Símbolo del Padre y cada uno pudo decirle algo muy personal: un deseo, una petición, una promesa, un agradecimiento. Así también se pusieron en el fundamento de la estatua los nombres de personas de Austria, Suiza, Argentina, Paraguay, EE.UU., México, Sudáfrica, Eucador, Uruguay, Brasil, Italia, Cuba y Portugal…

Una fiesta que propaga ondas hasta en el corazón de Schoenstatt. La tarjeta de invitación estuvo ese día sobre el altar del Santuario Original.

Un florero con brillantes caléndulas amarillas

Sábado 18 horas. En un rincón de la escalera hay dos floreros amarillos con brillantes caléndulas amarillas recién cortadas. Fueron puestas en ese rincón con amor, un rincón que ese día ha sido barrido y fregado más de cinco veces y a pesar de todo, vuelve a aparecer el fino polvo de la construcción. El polvo de construcción de la futura cafetería, donde hasta el final se trabajó instalando los baños, tabiques y puertas. No, la cafetería no estuvo lista para la fiesta. Pero uno pudo disfrutar de un café en medio de la construcción y soñar… Los baños, sí, estos estaban listos.

Las vallas de la construcción se cubrieron con paños, se colocaron guirnaldas en la cerca, se compró césped en rollos y se plantó para que el mayor número de personas posibles pudiesen estar parados en tierra seca, se cantó, se bailó, se probó, se limpió, se rezó, se rió, se regaló… todo para la fiesta y para todos los que llegaron. Y en la noche se encontraron los colaboradores y se dedicaron a las tareas, que en la mañana fueron escritas en tarjetas, dentro de la jarra como contribución al capital de gracias…

Ahí está el secreto de esta fiesta.

Experimentar al Padre Fundador

«Esta noche es al última vez que podemos visitar al Padre Kentenich en la habitación del fundador…tengo que ir todavía allí». ¿Suena a nostalgia? «La habitación del fundador se convirtió para mí en algo muy precioso. Él estaba simplemente ahí». En la noche del día de Alianza estaban todos reunidos y se contaban entre ellos cómo surgió la idea de esta fiesta y la colocación de la estatua del Padre: una dificil situación económica, un viaje a Milwaukee, una iniciativa en la Conferencia de Memhölz y en algún momento se adoptó la decisión: le damos al Padre Kentenich un lugar central. Y la conversación duró hasta muy tarde.

Experimentar al Padre Fundador: desde el lunes pasado, todas las tardes se celebra la Sta. Misa en el santuario con pláticas del Padre Leonhard Erhard o el Rector Birkenmaier, quienes han interpretado los hechos y han mostrado en base a las lecturas del día por qué es tan crucial que se experimente al Padre Kentenich en forma tan tangible, visible. El viernes y sábado pasados la Hermana Carol contó sobre el tiempo que pasó con el Padre Kentenich… y los corazones ardieron más y más… «Ya tuve esta experiencia en Milwaukee y sin embargo esta vez es distinto, recibí nuevas respuestas».

En la tarde antes de la fiesta apareció un arcoiris sobre Memhölz…

Y luego él acompaña a la construcción

En la noche del 19 de mayo se izaron banderas junto al santuario. La bandera papal, la bandera con el logo internacional de Schoenstatt y la bandera del centenario del 2014.

«Pedimos en cada paso de nuestra peregrinación:
enciende nuevamente en nosotros el fuego del amor
a Ti, al Padre Kentenich y a la Familia.

Danos fuerza para plasmar una cultura de alianza en nuestro tiempo…»

Uno de los niños explicó, mientras caminaba del santuario al lugar donde se colocó la estatua del Padre: «sabes, cuando uno va al santuario, él te mira. Y cuando uno viene de vuelta, entonces él te espera y te acompaña a la construcción».

Justo así.

 

19. Mai 2012 – Vorbereitung Memhölz Fest

 

Traducción: Tita Andras, Viena, Austria

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