Publicado el 2010-10-04 In Vida en alianza

Una red de vínculos, o ¿por qué el 20 de septiembre fue el “Día de Guatemala”?

bandera de GuatemalaGUATEMALA/COSTA RICA, mkf. «Desde hace unos diez años el Santuario Original, en la fuerza plasmadora de la Alianza de Amor, tiene un instrumento más – humilde pero eficiente – para establecer vínculos entre países, continentes, comunidades y personas que esperan lo que Schoenstatt tiene para dar: esta página», dice Gonzalo Vega, Costa Rica. El 20 de septiembre gracias a este instrumento fue el «Día de Guatemala». Se reencontraron schoenstattianos que se habían conocido hace mucho tiempo y ¡se ha formado allí un grupo de matrimonios! gracias a una gran red de alianza entre Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala y Schoenstatt.

Guatemala

A comienzos de septiembre Francisco de Jesús Vides Castañeda, de Esquípulas, Guatemala, escribió en el formulario de contacto de esta página: «Saludos a mis amigos de Schoenstatt. Les cuento que somos un pequeño grupo que está comenzando con el Movimiento Apostólico de la MTA aquí, en Esquípulas, Guatemala. Y esto gracias a un sacerdote puertorriqueño, el P. Miguel Rodríguez. Espero seguir en contacto con ustedes…».

Desde la Oficina de Prensa se reenvió este mensaje a dos matrimonios schoenstattianos de Costa Rica: Gonzalo e Ileana Vega y Marianella Coto y Manuel Emilio Montero Anderson. «La MTA es especialista en vincular los corazones, especialmente cuando se trata de su misión. Igualmente, estamos bastante cercanos geográficamente y a disposición para cualquier ayuda que necesiten». Esta frase del primer correo electrónico de Nella Coto a los schoenstattianos de Esquípulas se iba a cumplir de una manera que parece de novela.

El 20 de septiembre, el mismo Francisco de Jesús Vides Castañeda envió fotos de la reunión plenaria mensual de la Familia de Schoenstatt desde su Santuario Hogar «Tinajas de las bodas de Caná». Y ese mismo día ya se estuvieron llenando las tinajas con el «agua» aportada por correos electrónicos y el ofrecimiento de algunos minutos de tiempo… para ser transformada en el «vino» de un nuevo grupo de matrimonios en Guatemala.

Una red tejida por la Mater ¡Ella se vale de Internet!

El primer aporte a esta increíble historia llegó con un correo electrónico enviado desde los Estados Unidos: «Soy de Guatemala, pero actualmente por motivos de trabajo vivimos con mi esposo en el estado de Nueva York. He leído sobre Uds. y quisiera saber más de esa devoción y cómo poder formar una comunidad de Schoenstatt en Guatemala, ya que pronto regresaremos al país y allí no existe este Movimiento. Nosotros somos un matrimonio joven muy entregado a la Iglesia católica romana. Nos gustaría saber más. Por favor, contéstenos ya que sentimos un llamado especial. Que Dios los bendiga. Sandy y Julio».

Otra vez un correo electrónico a la Familia de Schoenstatt en Esquípulas y a los mismos matrimonios en Costa Rica. Y la respuesta de Gonzalo Vega pocas horas después: «Justamente me acabo de enterar de lo siguiente: Hoy en Guatemala se está iniciado el primer ‘Pre-Schoenstatt’ para matrimonios, con dos parejas… esto significa la fundación de la rama de familias en la ciudad de Guatemala ya que hasta ahora no existe… ¡Hoy hay que rezar mucho, se van a derramar muchas gracias! Voy a enviar esta información de Sandy a Carlos y Aneli Valencia de Ordóñez (que participaron en un Fortalecimiento Matrimonial en Costa Rica, donde conocieron Schoenstatt) para que desde allá se contacten…».

Inmediatamente Aneli Valencia de Ordóñez, de Guatemala, le escribió a Sandy: «Mi nombre es Aneli y mi esposo se llama Carlos, tenemos tres años de casados. ¡Somos una familia joven, enamorada de la Mater, y dispuestos a emprender este lindo viaje con ustedes! Conocimos el Movimiento en Costa Rica, ya que vivimos allá un año. La semana pasada iniciamos el Movimiento con un matrimonio también joven. Su correo es una verdadera luz en nuestro camino ¡La Mater nos los está poniendo delante para que podamos difundir su tierna llamada! Vivimos en Vista Hermosa Zona 15, y nos encantaría que nos dieran una llamadita en cuanto regresen para conocernos».

Enamorándose de Schoenstatt por Internet

«Definitivamente, Dios nunca se equivoca, y la intercesión de María Santísima es poderosa! ¡Qué más podríamos esperar de la llena de gracias, la llena de Dios!», contesta Sandy. «Les cuento un poco: mi esposo y yo vivimos en EE.UU. por el trabajo de él, pero es por un tiempo. Yo confío ciegamente en Dios y en la intercesión de María Santísima que nuestro regreso a Guatemala sea pronto, pero aún no tenemos la fecha precisa pues dependemos de la empresa. Ya llevamos tres años acá. Somos también un matrimonio joven con casi tres años de casados… imagínense, ¡casi igual que Uds.! Somos muy católicos y hemos estado muy activos en la Iglesia, inclusive también acá».

Y aquí se manifiesta la función de schoenstatt.de: «He sentido el llamado de este Movimiento al que sólo conozco por Internet. Aquí pertenecemos a grupos parroquiales pero con mi esposo somos muy soñadores y deseamos hacer algo en grande para nuestro país con el favor de Dios. ¡Por lo que entiendo Uds. están empezando el Movimiento en Guatemala! ¡Qué alegría! Justamente el viernes compartí acá un poco sobre María Santísima con el grupo parroquial y me ha llegado mucha información de Schoenstatt, pero acá no hay Movimiento cerca, por lo que sólo me quedé con el deseo de saber más, y a medida que he investigado en schoenstatt.de me he enamorado más de la forma de pensar y todo lo que conlleva… Espero me cuentes un poco más lo que hacen y cómo van… Independientemente de nuestro regreso definitivo a Guatemala., siempre vamos para allá en diciembre, para las fiestas navideñas, así que no podrá ser el conocernos pronto, sino hasta diciembre… ¡Qué gusto saber entonces que en Guatemala está esa luz de la Madre Santísima y que ya tenemos con quién contactarnos!…».

Ella elige a sus instrumentos ¡y los utiliza!

«Verdaderamente, cuando la Mater comienza a mover sus influencias y a derramar sus gracias, uno se vuelve única y exclusivamente un instrumento y posesión de Ella, como a diario se lo pedimos en nuestra consagración», escribe Carlos Ordóñez.

«Hoy, al leer el mensaje de Sandy y de Chalo, sentí una invasión del poder de la Mater, algo tan bello que se vuelve difícil de describir.

Hna. Kornelia, le agradecemos el esfuerzo que usted y su equipo han hecho en elaborar la página de Internet, pues son herramientas que nos permiten ir acercándonos más con los aliados de la Mater alrededor del mundo. Por mi parte no hay ningún problema con que usted pueda publicar este milagro que la Mater nos ha regalado y ojalá que esto permita que nuestra Familia schoenstattiana siga creciendo en Guatemala».

Y le responde a Sandy: «Para contarle un poco de lo que usted nos pregunta acerca de qué hacemos y cómo vamos… La semana pasada hicimos el primer Pre-Schoenstatt en Guatemala, para contarle a una pareja, y gracias a la intercesión de la Matercita a ellos les gustó muchísimo el Movimiento y todas las gracias que él trae consigo. Esta semana, si Dios lo quiere, hoy o el miércoles empezaremos con nuestra primera reunión formal. Por ahora sólo con dos parejas: nosotros y otro matrimonio joven. Nos reuniremos una vez por semana para ir tratando un tema cada vez». Y comenzaron por lo más importante, una poderosísima «arma» schoenstattiana: «Antes de invitar a esta pareja, tomamos la decisión de comenzar por la conquista de nuestro Santuario del Hogar: hicimos un pequeño altarcito en nuestra casa para que desde allí la Mater pueda derramar sus gracias desde un rinconcito en Guatemala, por lo que también con mi esposa y nuestro bebé nos consagramos una o dos veces al día en nuestro Santuario del Hogar, y una vez por semana hacemos una reunión con mi esposa para continuar con la conquista de nuestro Santuario».

Y concluye diciendo Carlos: «Esto es un resumen de todas las maravillas que hemos vivido y estamos viviendo cerca de la Mater y la verdad es que sabemos que las gracias que Ella tiene todavía para repartir en Guatemala son infinitas, por lo que estamos muy ansiosos de que la Matercita siga haciendo sus milagros para que el grupo vaya creciendo en los corazones de más chapines…».

El poder de la oración

La respuesta de Sandy y Julio no se hizo esperar: «¡Qué alegría más grande! La oración nos une. ¡No se imaginan lo que hemos estado con mi esposo rezándole a la Virgen para que nos muestre su voluntad en dónde trabajar por el Reino de Dios! Acá no es nada fácil, estamos solos y ya en Guatemala los dos éramos activos en la Iglesia católica. Acá seguimos, pero es muy difícil en todo sentido (pero a pesar de eso la Virgencita nos ayuda y nos da fuerzas para seguir) y los dos sentimos que en cuanto regresemos a Guatemala colaboraremos en la misión que María Santísima, la gran intercesora, nos ha ido revelando».

Y se comprueba una vez más que la vida se enciende en la vida: «Gracias por compartir esta experiencia, encontré en Internet la página internacional de Schoenstatt y escribí mi mensaje… ¡Qué alegría! Yo personalmente creo mucho en el poder de la oración: para la oración no hay limites, no hay geografía, no hay distancia, solo el amor de Jesús y de María…».

«De nuestra parte es una linda y extraordinaria muestra de cómo nuestra querida Mater teje sus vínculos en Centroamérica… ¡Ella vencerá!», comentaron Gonzalo e Ileana Vega.

De paso, con este intercambio de correos electrónicos se tejieron nuevos vínculos con la Familia de Schoenstatt en Esquípulas… que este mismo 20 de septiembre envió el relato de su reunión. Pero esto ya será tema de otro artículo.

1 Responses

  1. HMA - Argentina dice:

    Este relato es impresionante. Creo que no valoramos lo suficiente el poder de Internet, la magnífica presentación y contenido de schoenstatt.de para llegar a todo el mundo. Y no solo a quienes conocen Schoenstatt, sino que la Mater lo está utilizando para atraer a sus elegidos de los lugares más insólitos…
    Muchas gracias a todos los que comunican sus vivencias. Nos enriquecemos muchísimo, se enciende aún más el amor a la misión y el impulso apostólico. Gracias a todos, al Padre, a la Mater, a la Familia, y especialmente a schoenstatt.de

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