¡Ella es la gran misionera! ¡Ella obrará milagros!

BRASIL, Hna. M. Rosquiel. ¡Ella es la gran misionera! ¡Ella obrará milagros!». Durante los 60 años de la Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, esta frase de San Vicente Pallotti, aplicada por el Padre José Kentenich al trabajo de João Pozzobon, comprobó ser verdadera: la Virgen Tres Veces Admirable, en su imagen peregrina, abrió el corazón de muchas personas a su Hijo Jesús, obrando milagros de conversión.

Esta frase también puede aplicarse a los festejos por los 60 años de la Campaña de la Virgen Peregrina que se llevaron a cabo el domingo 12 de septiembre en Santa María. Preparado con mucho amor por un «ejército» de voluntarios, el evento se veía amenazado por el clima que amenazaba con «lluvias y truenos». En la memoria de todos estaban los temporales durante la celebración del Jubileo de Oro de la Campaña. ¿Sería que la historia se repetiría una vez más?

Pero el día del festejo amaneció sin lluvia y con una temperatura agradable. Un grupo de peregrinos inició la procesión a las 7 de la mañana, partiendo de la ermita erigida por João Pozzobon en el lugar conocido como ‘Pie de Plátano’, una caminata de más de una hora hasta el Santuario, donde más de mil personas esperaban a la Peregrina Auxiliar.

Expresión del amor del pueblo de Santa María a la Virgen Tres Veces Admirable

Este año la procesión no culminó en el Santuario, sino que siguió hasta el gimnasio del Club Recreativo Dolores, donde cerca de dos mil peregrinos participaron en las actividades de la mañana, con testimonios, cantos y mucho entusiasmo.

Muchas casas y establecimientos comerciales a lo largo del camino de la procesión estaban bellamente decorados, como expresión del amor del pueblo de Santa María a la Virgen Tres Veces Admirable. Mucha gente local traía también bandas y estandartes que, unidos a los miles de banderines de colores hechos por los misioneros de Santa María, dieron un toque especial a la «Peregrinación de Primavera».

Hace 60 años, ella partió silenciosamente del Santuario al encuentro de sus hijos

Fue un momento emocionante cuando la Peregrina Original fue recibida por los peregrinos en el gimnasio abarrotado. Hace 60 años, ella partió silenciosamente desde el Santuario al encuentro de sus hijos, pero esta vez, sostenida por los miembros del «Rosario de Hombres» fue recibida solemnemente por miles de corazones agradecidos. Niños vestidos de ángeles acompañaban a la «Reina» en una escena encantadora.

Cuando todos estaban ya bien acomodados, disfrutando de los cantos y los testimonios, la lluvia se tornó fuerte, haciendo que el equipo organizador optase por el ‘plan B’ y transfiriese la ubicación de la Misa festiva al gimnasio. Nada que pudiera perturbar el bello clima festivo.

La Misa, oficiada por el Obispo de la diócesis de Santa María, Mons. Hélio Rubert, fue el punto culminante del gran festejo, en el que fueron coronadas dos Peregrinas Auxiliares. Un momento de gratitud y de acción de gracias.

La fiesta es de ella

Al final del día, todos los participantes afirmaron unánimemente: la celebración en general fue un verdadero milagro. Por el clima que permitió – contra todas las expectativas y previsiones – una hermosa peregrinación por la mañana, y por el espíritu que reinó entre los participantes, que impidió que los cambios de programa perturbara la celebración.

Porque, como dijo una participante: «La fiesta es de ella, y ella es la gran misionera, ella obra milagros».