PARAGUAY, Pamela Segovia y Katia Monreale. Se enciende un altar en la altura del Santuario Nacional de Tuparendá, en espera de una fecha muy importante para los misioneros de la Virgen Peregrina y para toda la familia de Schoenstatt. Se encienden no sólo las centenares de velas que iluminan las muchas imágenes peregrinas en su transitar, se encienden también los corazones apasionados de un amor sin igual, de un amor incondicional, de llevar siempre a Cristo vivo de la mano de María, su mamá.
El paisaje ya no huele a hierba y la noche sola no es nuestra compañera. Allá en lo alto es María quien nos entrega al mismo redentor del mundo con perfume de rosas y azucenas.
Mujeres y hombres humildes que llegan desde rincones lejanos de la Patria, año tras año, hasta su Santuario en Tuparenda con una piedad única, nos enseñan que hay más sabiduría que la escrita en letras dentro de corazones entregados a la abundante gracia de quien la lleva, de puerta en puerta, de rancho en rancho, de casa en casa.
Todos congregados alrededor de este altar miramos con los ojos alzados al cielo de Tuparendá, rogamos por nuestro Paraguay, fuertemente encendido de este amor filial. Y con el rosario en nuestras manos y con nuestras imágenes peregrinas que se han convertido en nuestra gran compañera, nos llenamos del espíritu de María para celebrar juntos nuestra fecha jubilar: 25 años de caminar por caminos de tierra, por pueblos distantes, por ciudades vecinas, por hospitales, cárceles, colegios y universidades, 25 años que te llevamos, María, como estandarte de nuestras vidas.
Sí, Madre, llevamos contigo la misión de tu Hijo
Somos más de 7.000 misioneros en el corazón de Sudamérica que con gozo te decimos: «Sí, Madre, llevamos contigo la misión de tu Hijo». Y con este lema partimos tranquilos a despertar el anhelo de cada paraguayo hacia el amor de un Dios inmensamente misericordioso.
Festejamos este año jubilar de la {cms_selflink page=»la-campana-de-la-virgen-peregrina» text=»Campaña del Rosario»} en Paraguay con el gozo de quien se sabe hijo predilecto de Dios y asumimos con fe y celo apostólico la consigna de nuestro Padre Fundador, José Kentenich, de consagrarnos sin reservas a la Santísima Virgen para que ella nos conduzca de manera segura y efectiva a su divino Hijo Jesús y encienda en cada misionero el llamado de vivir en alianza y ser apóstoles para la instalación del Reino de Dios, no sólo sobre nuestra querida tierra que ahora celebra su fiesta jubilar, sino que irradie su luz a los confines de este maravilloso mundo.
Pedimos a Dios que bendiga esta obra y la siga haciendo fecunda, y sea siempre «María, la gran Misionera, la que obra milagros».
La fiesta se celebra el 30 y 31de mayo
El jubileo de la Campaña del Rosario se celebrará el 30 y 31 de mayo. Recibirán la visita muy especial del hijo y nieto de don Joao, desde Santa María, y también los acompañará la Hna. Rosequiel, así que será una fiesta completísima el 30 y 31 de mayo.
Las fotos de este artículo fueron tomadas en algunas de las visitas que la autora, Katia Monreale, hace en el interior del país, ya que ese es su apostolado dentro de la Campaña: viajar al interior y acompañar a los misioneros con charlas, videos, talleres, buscando siempre que ellos puedan sentirse acompañados, motivados y puedan experimentar un crecimiento personal a través de estos encuentros. Estos viajes lo hacen normalmente en familia (Daniel, Katia y Franco, su hijo de 5 años) junto con otros matrimonios: Mirta y Julio Patiño, Diana y Reinaldo Notario, entre otros.
Felicitaciones y un recuerdo muy especial de gratitud al P. Nicolás, a los matrimonios Marini (Marité y Ramón), Etchegaray (Beto y Mirta)y a Rony Hentscholek, que hizo miles de cuentas de palosanto manualmente, para los primeros rosarios que llevaron las imágenes Peregrinas.
Todos ellos captaron inmediatamente lo esencial de la Campaña y su importancia en la expansión de Schoenstatt, de las gracias del Santuario, y les dedicaron muchos días de su vida a este apostolado. ¡Muchas gracias a ellos y a quienes continuaron y continúan con esta importantísima misión!