CHILE, Hna. Eugenia Maria. El sábado 15 de Agosto, fiesta de la Asunción de Maria, la familia de Schoenstatt del Santuario de Montahue recordó los 35 años de coronación de la Santísima Virgen, en una corriente de vida que unió a jóvenes, familias, señoras, sacerdotes, hermanas y peregrinos.
Cada familia fue invitada a llevar sus cuadros coronados o sus coronitas para expresarle a María la gratitud y el reconocimiento de su poderosa intercesión ante el trono de Dios.
Fue un día de sol, alegría familiar y testimonio de confianza en tiempos de muchas crisis económicas, sociales y familiares. Se proclamó nuevamente a la querida Mater como Reina del fundamento vivo, HOY!
Junto a ello se celebraron los 50 años de bodas sacerdotales del P. Humberto Anwandter, primer sacerdote chileno de la nueva Comunidad de los Padres de Schoenstatt. La Familia de Montahue goza del privilegio de tenerlo como guía espiritual, y agradece a Dios por este testimonio de vida sacerdotal totalmente íntegra y fiel. La oración de todos en este día fue: «Que Dios nuestro Padre siga bendiciendo a nuestra Familia y a la Iglesia con un legión de auténticos sacerdotes».
El Santuario de Montahue y el Fundador
Fue en el año 1968. En el verano, el Padre Luís Ramírez se encuentra en Alemania, llamado a participar en una jornada internacional de Asesores. Allí se reúne con el Padre Fundador, José Kentenich, que pasará a ser histórico para la Familia de Concepción. El mismo Padre Luís Ramírez lo relata así: «Cuando golpeé la puerta me respondió al instante la voz del Padre invitándome a pasar. Era un día de invierno alemán, en los primeros días de febrero de 1968, en la casa central de los Padres de Schoenstatt, donde el Padre pasaba algunos días».
«Su recibimiento fue como él acostumbraba: cálido, cercano, poniéndose a entera disposición de uno. Seguramente, él adivinó lo que yo llevaba enrollado bajo el brazo. Había tantos que le habían llevado la imagen de nuestra Mater para que él la bendijera. El lo hacía con devoción, con mucho amor. A Ella le había dedicado su vida; su misión estaba en proclamar sus glorias. Por eso, siempre pedía que el portador de la imagen fuera fiel a la Santísima Virgen, y a Ella le suplicaba que se mostrara Madre y Reina con quien quería tenerla junto a sí a través de esa imagen».
«Pero la imagen que yo le llevaba era distinta, era especial: era para el futuro Santuario de Montahue. Mientras la extendía sobre la mesa me pidió que le contara de la Familia que allí se reunía, de las corrientes de vida que surgían en ella, del lugar, de su origen, del actuar de la Mater en ese lugar «entre los bosques y el río».
Con la alegría que siente el hijo que habla con su Padre, le conté lo que más pude: sobre ese puñado de fundadores que en un inicio hacían sus reuniones en la vereda de una calle por no contar con un local, apoyados por visitas esporádicas de asesores que apenas se detenían en Concepción sobre la fidelidad que marcaba a la Familia desde sus inicios; sobre la intensa vida de Familia que unía a los miembros de las distintas ramas y que nos hacía gustar, en cierta medida, la inmensa alegría de compartir todo de los primeros cristianos; sobre el modo como la Mater nos había llevado a una profunda integración en la Iglesia, a través de la participación activa en el Sínodo Arquidiocesano, que representaba el esfuerzo por aplicar el Concilio Vaticano II a la realidad concreta de Concepción, participación que abarcaba a un gran número de miembros de la Familia; sobre el interés y el sacrificio con que todos los miembros de la Familia habían buscado un lugar para que la Mater instalara su trono de gracias, y como, encontrado, se había adquirido con el esfuerzo de todos: de los Institutos, de los adultos, de la juventud, de los simpatizantes.
El Padre escuchó con alegría y con mucha atención. Eran tiempos de fundación, tiempos que él, como Fundador, apreciaba y reconocía como momentos especiales de gracias y fecundidad. Ignoro lo que a él más le impresionó, pero durante un momento prolongado se quedó mirando a la imagen, seguramente haciendo oración; y luego, escribió con decisión y firmeza. Admiré su gran amor filial, que tradujo como mensaje a sus hijos de Montahue, muy lejos en distancia y muy cerca en su amor de Padre:
Así quedaron selladas para Montahue las palabras proféticas. La Mater será, desde su Santuario de Montahue, la Gran Misionera, que atraerá a muchos corazones para transformarlos en el amor de Cristo». Este pasa a ser el segundo mensaje personal del Padre Fundador para la Familia de Concepción- Chile. Materialmente, esta imagen es el primer objeto propio del Santuario que posee la Familia, y es la que actualmente está sobre el altar. Espiritualmente, por haber sido dedicada por el Padre Fundador .J.K.
Hola me dirijo a ustedes para realizarles la siguiente consulta tengo una hermana de 17 años que le gustaría participar en la iglesia ayudando a niños etc. me gustaría saber como lo puede hacer y donde se tiene que dirigir
espero su pronta respuesta
mi Mail es: carozu35@hotmail. Com.
Muchas gracias
Con alegria espiritual me uno a la fiesta de renovacion de la coronacion de la Matercia y a las bodas de oro del Padre Humberto Anwantder. Desde Colombia que estamos en momentos de fundacion, y con la confianza que tenemos en que ha llegado la hora de establecer su Reinado entre nosotros, pedimos muchas bendiciones para la familia de Schoenstatt en el mundo.
Desde Guayaquil Ecuador me uno espiritualmente a la Familia del Fundamento Vivo que por tantos años fue mi Familia.