BRASIL, Otávio Cezarini. La última semana de julio, cerca de 100 jóvenes universitarios partieron una vez más de misión. Por segundo año consecutivo, los misioneros fueron a la ciudad Primero de Mayo (PR), a 70 kms. de Londrina. Muchas dificultades rodearon esta 6ª. edición de las misiones Universitarias, que la Juventud Masculina de Schoenstatt organiza para la Pastoral Universitaria de Londrina…
Aunque los pronósticos para la semana señalaban lluvia y frío, los jóvenes comprometidos con Cristo y su Madre siguieron adelante, golpeando de puerta en puerta para anunciar, bajo mucha lluvia, el amor de Dios a las personas. Ante su fidelidad, la Providencia se manifestó y los últimos días brilló el sol para darles un nuevo impulso misionero en la recta final. Como de costumbre, las actividades con niños, jóvenes y adultos se realizaron en tres localidades incluyendo el distrito de Ibiaci, con una cantidad satisfactoria de participantes. También se celebró la Noche Joven, acercando a los misioneros con los jóvenes de la ciudad. Notables fueron las misas diarias, que sorprendieron por la cantidad de asistentes.
Un lugar donde las personas se reencuentran con Dios
Muchas dificultades rodearon esta 6ª. edición de las misiones Universitarias, que la Juventud Masculina de Schoenstatt organiza para la Pastoral Universitaria de Londrina. Además del clima y el stress de la nueva gripe, hubo dificultades por la infraestructura de la ciudad. Pero también hubo mucho capital de gracias y la ayuda de «ángeles» que colaboraron para que todo se realizara perfectamente.¡Cómo necesitamos ver a Dios en todo! Con todas las dificultades, los jóvenes misionaron prácticamente toda la ciudad y nos hicieron sentir que ha nacido una nueva generación misionera, que madura y toma cada vez más cuerpo. Dios nos habló con claridad: en la lluvia convertida en sol y en la pérdida de misioneros y su retorno, pudimos vivenciar a Cristo día tras día, momento tras momento.
Para Luiz Majé, uno de los responsables de los recursos económicos, es algo muy bueno y que «envicia». Y agrega sobre las misiones que «(…) son un lugar donde la gente se reencuentra con Dios y donde, durante una semana, sentimos que hacíamos la diferencia para las personas de la ciudad».
Para finalizar, una hermosa y gran sorpresa: en la Misa Final, donde el acento estaba puesto en el gesto de renovar los jardines de la Iglesia Matriz, hubo otro momento que compitió en alegría. Gustavo Crespo, responsable de la espiritualidad, anunció que el año que viene parte para hacer su postulantado en Tuparendá. Grandes sorpresas y grandes momentos que marcaron para siempre las Misiones Universitarias 2009.
Fuente: http://www.jumasbrasil.com.br
Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México
