POLONIA, Kuba Orowski y Marysia Kwas. Jóvenes de todas partes de Polonia vinieron a Świder para culminar el período de vacaciones de una forma schoenstattiana. Inspirado en el lema de este año: “Sí, Padre, confío en ti” participaron de charlas y talleres sobre paternidad y el rol del padre en la vida de cada uno: el Padre Dios, el Padre Fundador y los padres de familia.
Este año el Festival comenzó con unas palabras de oración, cantos alegres y la bendición del Padre Wojciech. Bajo la mirada jubilosa de nuestra Madre Tres Veces Admirable, todos se sintieron bienvenidos, como siempre. “Esta noche cenamos en el Cielo” fue el pensamiento compartido por todos, y afortunadamente el salón quedaba a unos pocos pasos. Del cuello de todos colgaban llaveros amarillos con la palabra SCHOENSTATT impresa, como signo visible de su pertenencia al Movimiento. Una vez que los cuerpos ya estuvieron nutridos, los jóvenes fueron a preparar sus espíritus para todos los eventos que estaban a punto de vivenciar. La Hna M. Marcelina, en su charla inicial, dio una introducción a los temas que iban a desarrollarse durante el Festival. A esta charla le siguió la parte principal del día: la Santa Misa y la reunión con Jesucristo en la Comunión. Seguidamente la cena fue una excelente oportunidad para comer en maravillosa compañía, sentados en el pasto, en bancos, o los más convencionales, en mesas. El programa de la noche incluía presentaciones multimedia acerca de las actividades que se habían realizado durante el año pasado, además de cantos, bailes, y muchos entretenimientos. El primer día del Festival de la Juventud concluyó con la Oración de la Noche. Pero lo mejor estaba por venir…
Día de Reflexión
El viernes fue, indudablemente, un día de reflexión. Después de agradecer a Cristo en la Oración de la Mañana y tomar un abundante desayuno, fueron a la charla del Ph. D Pawel Kwas sobre el valor de la paternidad, comúnmente devaluada en el mundo contemporáneo. Durante la Eucaristía de ese día rezaron por el orador y su familia, además del padre de cada uno. Por la tarde, tuvieron tiempo para rezar, jugar y reunirse con viejos amigos. Más tarde les proyectaron la película reflexiva Sophie Scholl. Después le consagraron el día completo a la Madre en la Oración de la Noche, y se fueron a dormir para prepararse para el día siguiente.
Eventos profundos y sinceros: dos Alianzas de Amor
La mañana del sábado fue vivida por separado -las chicas en Świder y los chicos en Józefów– para permitirles examinar la paternidad según la riqueza de cada género. Los futuros padres trabajaron acerca de los Padres de Schoenstatt, quienes van a ser su soporte cuando tengan que ejercer la paternidad. Las chicas asistieron a la charla de la Hna M. Sabina, seguida de un amplio debate. Los chicos volvieron a Świder, y en la Misa conjunta, rezaron a Dios- el mejor Padre. Los jóvenes corazones se llenaron de alegría ya que dos chicos sellaron la Alianza de Amor con María. La última tarde fue una tarde de testimonios: la juventud de las diferentes diócesis, tanto mujeres como varones, compartieron quién era el padre en sus vidas. Como de costumbre, tuvieron sus momentos de risas, cantos y alegría. Ya cansados, el último día completo del Festival lo cerraron con una oración conjunta.
Enviados con un mensaje para compartir
El domingo, después de Maitines y el desayuno, tuvieron su última Misa como grupo, después de la cual se dirigieron nuevamente a su Santuario para recibir la bendición del Padre Wojciech. Todos recibieron un símbolo del Ojo del Padre, representando y recordándoles que su Padre Celestial está continuamente con ellos. Alentados por su Presencia, se retiraron a sus diferentes ciudades, escuelas y familias para difundir el mensaje que recibieron durante el Festival de este año.
Traducción: Sofi Barbosa, Argentina
