Publicado el 2017-05-14 In Santuario Original

Con mil cartas y todos los aliados de la Villa 31, al Santuario Original

Maria Fischer •

Después de casi dos meses, finalmente vuelvo a peregrinar físicamente al Santuario Original, en una tarde soleada del mes de mayo. No voy sola, aunque en este momento no se ve ningún otro peregrino acercándose a aquella capilla desde la cual hace más de 100 años, un sacerdote joven y un puñado de adolescentes  salieron para renovar el mundo. En mi cartera, llevo unas mil cartas a la Mater enviadas durante los últimos dos meses vía aquel botón «Cartas a la Mater» en schoenstatt.org.

Vienen, en su mayoría, de los países latinoamericanos donde tenemos el número más grande de corresponsales como visitantes. Pero vienen también desde Venezuela, vienen desde Centroamérica. Hay cartas enviadas desde India, Australia, Filipinas; Europa tampoco falta en este abanico de confianza, amor, entrega y a veces desesperación: Alemania, Italia, Suiza, España, Croacia…

Al entrar al Santuario Original, me encuentro que están en pleno rezo del Rosario por la paz. Aquí se cumple el pedido del Santo Padre, expresado en su intención de oración actual para el mes de mayo: rezar el rosario por la paz.

La Villa 31 en el Santuario Original

En este momento, saco mis hojas con las cartas y una foto especial… tomada con Cristina White al final de mi visita en la Villa 31, una villa de emergencia ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, más precisamente en el barrio de Retiro. Entrar a esta villa de unas 40.000 habitantes, la mitad de ellos inmigrantes de los países limítrofes, es mirado por muchos, dentro y fuera de Buenos Aires, como una aventura (al menos para mis sobrinos adolescentes, ahora soy ‘cool’). Es un caminar en las huellas del Cardenal Jorge Mario Bergoglio y un ir al encuentro de un grupo de schoenstattianos y sus amigos, con una vida en alianza y un apostolado impactante y digno de ser conocido en todo el mundo… Al final de nuestro encuentro (el relato, próximamente) sale la idea: Como mis regalos para ellos se quedaron en la Casa Madre de Tupãrenda, les ofrecí sacar una foto de todos y llevarles así, a todos, al Santuario Original que tanto aman y que nadie de ellos jamás podrá visitar físicamente.

Nadie de los que en estos minutos están en el Santuario Original rezando el rosario, saben que lo rezan en compañía de personas que día a día lo rezan en la Villa 31. Pero los de la Villa 31 reciben, en vivo en este mismo momento, la foto de su foto en este lugar santo…

El Rosario termina al entrar un gran grupo de mujeres, velas en manos, que vienen para la bendición de noche. El P. Peter Nöthen reza también por todos los que se unen en oración con este Santuario… Están presentes tantos de ellos, en la foto de la Villa 31 con las peregrinas y la bandera hermosa con la imagen de la Mater, y en las mil cartas…

La foto quedó en el Santuario Original, las cartas quedaron en la tinaja. Son muestras del amor a este Santuario que llamamos el Original, centro de una red gigante de Santuarios que abraza todo nuestro mundo.

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1 Responses

  1. silvia santo orihuela dice:

    Tan emotivo y hermoso texto! Estar en el santuario original ha sido siempre nuestro anhelo profundo y para quienes pudimos concretarlo, el mas bello regalo de la Madre. Nuestros hermanos de la villa 31, que «viven » y comparten Schoenstatt a todos, los hemos visto rezar en el santuario del centro y ennla ermita, YA tienen sus corazones latiendo y palpitando alli. No se si alguno podra estar físicamente alguna vez, Dios solo lo sabe, pero ESTAN.

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