Maria mujer mujeres

Publicado el 2023-03-08 In Temas - Opiniones, Voces del tiempo

Día Internacional de la Mujer

Bárbara de Franceschi, España •

Esta mañana, mirándote a ti, María, di gracias por toda mujer. Por todo lo que tú eres, por tu pureza delicada, tu capacidad de amar a todos y cada uno, tu mirada dulce y tus brazos sosteniendo al Niño y en Él a cada uno de nosotros. —

Hoy seguro, que a todas las mujeres: las mujeres de aquel tiempo, envueltas en aquel manto largo, que en casa hacían su pan todos los días, esperando a sus hijos que traían pescado fresco que ellos mismos pescaban con sus redes, las que les enseñaban a alabar a Dios y a esperar al Mesías, las que tocaban palmas y levantaban los brazos, vivían sencillamente y recogían higos y dátiles para adornar sus almuerzos y sus mesas toscas, que olían todavía a madera recién cortada y al esfuerzo de los hombres que con sus habilidades las construían.

Las mujeres fuertes

Las mujeres de hoy, fuertes y decididas, que se han preparado para ejercer una profesión digna, como cualquier hombre. Que se han hecho un hueco en la sociedad de hoy, que aman su femineidad y la lucen. Que también han aprendido a amar, fundar una familia, tener hijos, acompañar a sus maridos en la dura competencia del mundo laboral, que ellas mismas conocen por experiencia.

Las mujeres que han dado a luz con la fuerza de sus cuerpos y la de su amor, que les han amamantado hasta que han podido y han necesitado volver a sus labores. Labores fuera y dentro de casa: las de salir a tiempo para no faltar a la oficina, las de dejar la casa y la comida listas para la vuelta del cole, las que vuelven deprisa a casa para estar con sus hijos por las tardes y hacen con ellos los deberes de cada día, las que se preocupan de que la cena sea sana sin demasiada grasa ni azúcar.

Aquellas mujeres dispuestas a dejarlo todo para cuidar de un hijo enfermo, de su marido, de su padre anciano. La que gustosamente renuncia a un bonito vestido para que sus hijos vayan a un buen colegio. Las que se alegran de los éxitos de sus maridos más que de los suyos propios. Las que no temen a ser quienes son y dejar en los suyos una huella de generosidad, amor, belleza, cultura y sensatez.

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Las mujeres heridas

Pero también, María, llevas en tus brazos a personas muy heridas y necesitadas de tu amor: las mujeres que han perdido el sentido de identidad, las que no saben o no pueden amarse a sí mismas porque se sienten diferentes e indignas. Las que han nacido en el maltrato y el desamor. Las que han crecido bajo el signo de la pobreza física o espiritual. Las que se ven obligadas a realizar trabajos donde se las explota. Las que dejan a sus hijos solos porque no tienen más remedio. Las que se prostituyen para darles de comer. Las que son abandonadas. Las que se quedan embarazadas por error. Las que se sienten solas sin saber a dónde ir ni a quién recurrir. Y muchas más. Tú las amas, Madre.

Los hombres

Y siendo mujer, María, y sosteniendo en tus brazos a toda mujer con la que ríes y lloras, sostienes también a los hombres: a aquellos que dieron la vida por los suyos, los divinos y los humanos. Los que todos los días se levantan para que sus hijos crezcan sanos, los que abrazan a sus mujeres para transmitirles fuerza y amor, los que las admiran e impulsan a que se realicen plenamente, los que entienden que el hogar se hace entre todos y participan en el cuidado de la casa y familia. Aquellos hombres que enseñan a sus hijos a amar la naturaleza, a ser más austeros, a conocer la bondad del esfuerzo y trabajar la voluntad. Aquellos que entienden de responsabilidad.

Las mujeres en dudas

Y sostienes también a aquellos otros que no se reconocen como tal. Que no pueden apreciar lo que la naturaleza les regala. Los que están heridos por lo que la vida no les ha sabido dar, por la soledad, el abandono, el abuso, la falta de amor. Aquellos hombres que, a su vez, se convierten en abusadores y matan la vida del otro. Aquellos que se dejan llevar por sus vicios, la pornografía, la bebida, los excesos, el culto extremo del cuerpo y los placeres, el juego… Tantas cosas que les apartan de sí mismos, de la mujer, de ti y de tu Hijo.

María, mujer por excelencia, ayúdanos a ser. Ámanos y condúcenos hacia lo que de verdad hemos de ser como mujeres y como hombres.

Maria Mujer


Escrito en la mañana del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, directamente en WhatsApp saliendo de Misa

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2 Responses

  1. Juan Zaforas dice:

    Gracias Bárbara por dar una visión tan diferente a la que podemos leer en estos días en los medios de comunicación donde se quiere imponer una guerra inexistente entre mujeres y hombres. Tus palabras y tu enfoque nos dan esperanza.

  2. Javier dice:

    Gracias por esta visión tan completa y bella de toda la realidad de la mujer y del hombre

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