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Publicado el 2021-01-29 In Temas - Opiniones

Abusos en Schoenstatt: sigamos debatiendo este asunto (3)

BRASIL, Luciana Rosas •

Dadas las repercusiones del artículo Abusos en Schoenstatt: un asunto para debatir, me di cuenta de que era muy importante dar continuidad al tema y al debate, para generar así más conocimiento, conciencia y empatía. En este tercer artículo, Entendiendo más sobre el abuso espiritual, última de una serie de tres entregas, abordaremos algunas características de sistemas abusivos para que podamos identificar situaciones de abuso espiritual y también ayudar y empatizar más con las víctimas.  El objetivo es que, a través de un mayor conocimiento sobre el tema, podamos desarrollar más empatía y ofrecer un mayor acogimiento para las víctimas, así como trabajar de una forma más objetiva, como Familia de Schoenstatt, en el combate a los diversos abusos que ocurren en nuestro Movimiento, porque sí, ocurren abusos. —

Entendiendo más sobre el abuso espiritual

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Entendiendo un poco más sobre el abuso espiritual: ¿Cómo podemos identificar un sistema abusivo?

En este punto me gustaría retomar el libro El sutil poder del abuso espiritual, de David Johnson e Jeff Van Vonderen, citado en el primer artículo sobre los abusos. Con la ampliación de la discusión sobre el tema, una de las grandes contribuciones es permitir que las personas entiendan que existe un nombre para lo que ellas sienten y sufren y ofrecer herramientas para que puedan darse cuenta si están siendo sometidas a situaciones abusivas en el ambiente en el que viven.

Este libro dedica un capítulo completo a las características que identifican a un sistema de abuso espiritual, entre las que están:

  • La adopción de una posición de poder, lo que significa que los líderes de este sistema pasan mucho tiempo enfocados en la autoridad que tienen y siempre la enfatizan a los demás. Tienen el deseo de colocar a las personas “debajo” de ellos, bajo su palabra y su autoridad.

 “El autor del abuso permite, conscientemente, que la víctima confunda la identidad de él con la autoridad espiritual que representa.”
Feridos em Nome de Deus, Marília de Camargo César (“Heridos en nombre de Dios”, en portugués en el original), pg. 46.

  • La preocupación por el desempeño de los miembros. En estos sistemas, las palabras “obediencia” y “sumisión” son utilizadas con frecuencia en la conducción de las personas.
  • Existencia de reglas tácitas o implícitas que posibilitan la manipulación. En un sistema de abuso espiritual, las personas son controladas de afuera hacia adentro por medio de reglas, muchas de ellas tácitas. ¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que un miembro de un sistema abusivo solo se da cuenta de que determina regla existe cuando la “viola”, pues nunca se expresan en voz alta. La más poderosa de estas reglas es la del tipo no se habla, no se puede hablar sobre esto. Es una forma de no enfrentarse al problema, pues no hablar de ello da la falsa sensación de que el problema no existe. Si alguien se atreve a hablar, se transforma casi de inmediato en el problema. Quien intenta levantar la mano puede escuchar: “estás enojado, no abordaste el asunto de una manera ‘amorosa’. Esto demuestra que no estás tratando el asunto de una manera cristiana madura”. Claro, quien apunta al problema, se transforma en el problema.
  • Exceso de subjetividad al tratar los asuntos. Otro aspecto de la regla de no hablar está en tener “secretos de familia” que, al ser tratados con absoluta subjetividad, son caminos directos que posibilitan la manipulación y el abuso. Temas que solo pueden ser hablados por algunos de los llamados «elegidos» detrás de puertas, ventanas y cortinas cerradas, fotos que se ocultan bajo llave e historias mal aclaradas se convierten en una poderosa herramienta de manipulación en manos de los abusadores.
  • Someter a las personas a situaciones embarazosas, despreciándolas, humillándolas y buscando resaltar los puntos negativos para eliminar así la autoestima.
  • Culto al personalismo, transfiriendo a una persona todo el poder y autoridad de Dios y así, para determinado sistema de abuso espiritual, la voz de esta persona pasa a ser, obligatoriamente, la voz de Dios, que exige una obediencia absoluta.

“Los líderes que cometen abusos están, en general, obsesionados por una visión. Están convencidos de que tienen una misión divina, y en nombre de ella están dispuestos a sacrificar a las personas.”
Feridos em Nome de Deus, Marília de Camargo César, pg. 72.

También debemos estar atentos a síntomas tales como vergüenza, culpa, tristeza, falta de libertad y ansiedad. Esos síntomas pueden indicar que se está siendo sometido a situaciones de abuso espiritual.

Estos son apenas algunos puntos de introducción al asunto, que es imposible de agotar en un artículo. La invitación es a que podamos empezar el conocimiento y el debate del asunto para un público cada vez más amplo.

 

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Empatía: palabra que acoge y transforma el mundo entero

La elección consciente que hice en este texto fue compartir algunas situaciones personales para que las características del abuso espiritual y la forma en que aún se trata este tema tengan rostro, y no sean meras palabras teóricas de un discurso intelectual. Con eso también espero poder ayudar para que otras personas no pasen por las mismas situaciones, que tengan acceso a la información, un canal abierto de diálogo y que puedan ser mejor apoyadas en caso de que haya necesidad de realizar una denuncia.

Después de leer todo lo que se ha escrito, puede ser que permanezca la pregunta: ¿Qué necesitan las víctimas de abuso espiritual y qué podemos hacer por ellas? Nuevamente tomo las palabras de Barbara Haslbeck en su entrevista:

“(Las víctimas) necesitan una contraparte que se tome en serio lo que escuchan y les ayude a ponerlo en palabras. Después de todo, la percepción de los afectados se ha vuelto muy confusa. La mayoría de las mujeres no han tenido dos o tres malas experiencias. Durante muchos años, literalmente, «entregó» su vida a una comunidad o parroquia. Aquellas que dan un paso al frente necesitan procesos de discusión y conocimiento más largos. Algunas mujeres buscan orientación para desintoxicar los pensamientos tóxicos que se les han puesto. Han sido envenenada con las Escrituras sobre el tema de la humildad u obediencia. Los abusadores les dijeron cuál era la voluntad de Dios para ellos y tenían que obedecer. Algunas se alejan de la Iglesia por esto. Otras insisten en que también tienen derecho a la frase del Evangelio de Juan: «La verdad os hará libres». Y cuando dicen la verdad, en realidad tiene un efecto liberador sobre ellos.

 

Lo que las víctimas de abuso necesitan de cada uno de nosotros

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Me podría atrever a resumir lo que las víctimas de abuso necesitan de cada uno de nosotros:

Escucha atenta. Orientación profesional. Dirección clara sobre las medidas que se pueden tomar. Claridad sobre las instancias responsables por el trámite de la denuncia. Transparencia en todo el proceso. Profesionalismo en el proceso de investigación. Justicia. Apertura al diálogo para que las situaciones de este tipo no se repitan. Respeto. Menos juicios. Menos ideología. Más acogimiento.

Que sigamos en el camino del amor que Jesús nos ha enseñado a través del corazón de nuestra querida Mater, que debe ser vivenciado mediante la empatía y solidaridad para con las personas. Todas las personas. Alianza de amor. ¡AMOR! ¡Que así sea!

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Original: Portugués, 29.01.2021. Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México

En caso de que se lo haya perdido:

Abusos en Schoenstatt: sigamos debatiendo este asunto (2)

Abusos en Schoenstatt: sigamos debatiendo este asunto (1)

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1 Responses

  1. Gonzalo Génova, Madrid dice:

    Felicidades, Luciana por toda la serie.

    Me permito apuntar tres ideas que pueden ser especialmente relevantes para los schoenstattianos:

    1. El abuso, sea del tipo que sea, es una forma de despersonalización de la víctima. La víctima ya no es tratada como una persona, hija o hijo de Dios, sino como un objeto, un mero robot-instrumento manipulable según las instrucciones y deseos del abusador. El reclamo de sumisión y obediencia absoluta es así una clara manifestación de mecanicismo.

    2. El intento de sometimiento a una supuesta voluntad de Dios, de la cual el abusador se hace intérprete privilegiado, es totalmente contrario a la búsqueda de un ideal personal que se descubre en diálogo íntimo con Dios a partir de la propia originalidad.

    3. En definitiva, ¿puede haber algo más contrario al desarrollo de personalidades maduras y autónomas, «personalidades recias, libres y sacerdotales», que el abuso espiritual y de autoridad?

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